Autoridad estatal se desentiende de la desaparición de niñas y mujeres, denuncian colectivos (Guanajuato)
Familiares y activistas, en la desesperanza total ante falta de acciones para búsqueda y localización inmediata de Lizet Carolina, de 13 años, en Irapuato, y de Karen Anahí, de 15 años, en Pénjamo
Texto y fotos: Edith Domínguez /POPLab
¿Dónde está Lizet Carolina Vargas Cervantes, niña de 13 años que salió de su domicilio en el municipio de Irapuato al medio día del pasado 25 de julio?, este domingo cumplió ocho días desaparecida, y en respuesta a una protesta, fueron cerradas las puertas de la Presidencia Municipal. ¿Y dónde está Karen Anahí Oñate Ríos de 15 años de edad, desaparecida el pasado 29 de julio en Pénjamo?, también ayer cumplió cuatro días desaparecida.
En Guanajuato son un foco rojo las desapariciones de niñas, adolescentes y mujeres, denuncian colectivos de familiares de personas desaparecidas. A ello se suma la falta de atención, con perspectiva de género, de la Fiscalía General del Estado en las investigaciones de los casos más recientes que han generado indignación en Irapuato y Pénjamo.
¿Dónde está Lizet Carolina Vargas Cervantes?
Desde la banqueta, una mujer vestida de negro levanta las manos y se solidariza con el dolor que sufre la familia de Lizet Carolina Vargas Cervantes, menor desaparecida desde el pasado 25 de julio. A gritos se une a la demanda de los familiares y amigos de Lizet, que al mediodía del domingo recorrieron las principales calles en Irapuato. Su grito desesperado es para las autoridades municipales y estatales, que les ayuden a buscar a la menor y regrese con vida a su casa.
La mujer que viste de negro se encuentra con la tía de Lizet, se abrazan, más que abrazar un cuerpo, la mujer se une al dolor de una familia que llora por la ausencia de una hija; abrazadas caminan y marchan hasta llegar a las puertas de la presidencia municipal de Irapuato.
Desde las escalinatas de la puerta principal de la presidencia municipal -como testigos los ciudadanos que se encontraban en esos momentos en el jardín principal- la mujer grita desde el fondo de su corazón, mientras se llevaba las manos a los lados de la boca: “¡No es la primera, por favor, ya es justo y necesario que escuchen las voces de madres dolidas, no más perdidos, no más muertes, no más desaparecidos, Ricardo Ortiz tú también eres padre!”. De momentos se sostiene del hombro de la tía de Liz.
Esta no dejó de gritar para pedir ayuda a la ciudadanía en general y a las autoridades, empuñaba la mano derecha y gritaba fuerte: “¡Necesitamos el apoyo de todos los irapuatenses, ayúdennos por favor a encontrar a esta niña de 13 años!, Ricardo Ortiz, ¿dónde está tu poder? ¡Ayúdanos, estamos desesperados sus padres, sus familiares están deshechos, ya tiene más de ocho días este desmadre, ayúdanos!”.
Incluso desde las escalinatas le gritaron al alcalde que si no podía le diera la oportunidad a Lorena Alfaro, la alcaldesa electa. “Si tú ya no puedes Ricardo Ortiz… por favor escuchen nuestras voces, Ricardo Ortiz, Lorena Alfaro, ¿dónde están?, escuchen las voces de la familia adolorida de no saber de su hija, ¿por qué no nos escuchan? Ricardo Ortiz: si no puedes, deja el poder y deja a Lorena Alfaro que es mujer y nos va apoyar porque es madre y va a saber lo que es perder un hijo, ¡apóyanos Lorena!”.
El reclamo también fue para todos los ex candidatos ganadores y perdedores, “¿Dónde están? No queremos una playera”.
La puerta de la presidencia municipal fue cerrada por uno de los dos policías que estaban de guardia, ahí los gritos de los manifestantes retumbaban en el edificio.
Los y las inconformes cuestionaron la falta de apoyo a los pobres, “¿O porque somos humildes no merecemos nada?, todos merecemos, los pobres y los ricos, porque todos vamos a morir iguales pero ayuda a esta familia que está desesperada por su hija, ayúdanos por favor”.
Ahora piden a las autoridades que revisen las cámaras del Centro de Comunicaciones (Cecom) de Irapuato para revisar por dónde, qué rumbo tomó su hija o saber “quién se la llevó”. Tras presentar la denuncia le firmó a la Fiscalía una autorización para que sacaran información del teléfono de la menor, pero “tampoco sé nada. (El ministerio público) sí me habla para decirme cosas que yo ya sabía, la misma información, que ya se activó la alerta Amber, que ya pidieron las cámaras, pero todavía no se las autorizan, con el teléfono todavía están trabajando los encargados de esa área, no gran cosa importante para mí, ni el rastreo del teléfono”.
Lizet es una niña muy sociable, alegre, con buenas calificaciones (en promedio 9 y 10). Cursa el segundo año de secundaria en la técnica 41, no tiene muchas amigas
El día en que desapareció vestía un pantalón azul de mezclilla, tenis blancos con dibujos, blusa negra de manga larga con manchas azules de colores.
Los padres de la menor fueron recibidos en reunión privada por el director de Proximidad Ciudadana, Julio César González Borja. Ahí acordaron que acompañarán a la familia a la Fiscalía general, para “coadyuvar en todo lo que esté a nuestro alcance, inteligencia, cámaras de videovigilancia, todos vamos a estar actuando”.
A decir del funcionario todos los policías traen la foto de la menor y la ficha de la alerta para revisar.
La marcha pacífica salió desde el parque Irekua, caminaron por la calle Guerrero hasta llegar a la presidencia municipal, a esta marcha fueron amigas de Liz, como la conocen sus familiares y amistades, entregaron a su paso copias de la alerta Amber activada y rosas rojas.
Entre la marcha dos amigas de la menor pidieron a las autoridades “que la regresen viva”. A cada paso gritaban “Queremos a Liz, queremos a Liz”.
Su tía gritaba desesperada “Los irapuatenses somos chingones, muchachas ayúdennos a encontrar a Liz, todos unidos jamás seremos vencidos por ningún hijo de la chingada”. Los más de 80 asistentes gritaron “Somos padres y nos falta un hijo, somos padres y nos falta una hija”.
El hermano de Liz de escasos 9 años marcha y carga otra pancarta, mientras llora y grita desconsolado, un familiar lo abraza. Demuestran el dolor de una familia. Al frente, la madre de Liz cargaba la pancarta.
La desaparición de Liz
El 25 de julio, Liz y su hermano no acompañaron a su madre a trabajar al tianguis de Los Cobos a vender su mercancía como lo hacían normalmente, porque su hermano estaba enfermo del estómago. Su madre, antes de salir a trabajar, les dio indicaciones de que le marcaran cada 30 minutos y así lo hizo Liz.
A las 11:30 le llamó para avisarle que ya habían almorzado, “que estaban bien que estaban mirando la televisión; eso fue lo único que me dijo, me estaba hablando cada media hora para decirme que estaban bien”.
Treinta minutos después, el niño le marcó a su madre para avisarle que Liz ya no estaba en la casa ubicada en la colonia Vista Hermosa, a escasos metros del tianguis.
La madre fue a la casa, “ya no estaba la niña, ni tampoco su teléfono, alguien debió de haberle llamado para sacarla del domicilio porque ella se llevó su teléfono. Ella no salía a la tienda ni a ningún lado sola, ella sabía que no debía salir ni abrirle la puerta a nadie… fue alguien que ya nos estaba cuidando, que ya sabía los movimientos que hacíamos nosotros”.
La madre salió de la casa y encontró a una patrulla, les explicó, comenzó la búsqueda, la madre fue llevada por los policías a presentar la denuncia ante el Ministerio Público; a las 15:00 horas se activó la Alerta Amber. Amigos, familiares y policías buscaron a la menor en la zona, pero no ha sido localizada.
La familia no ha recibido ninguna llamada, ninguna pista.
En Pénjamo, otra menor ausente
¿Dónde está Karen Anahí Oñate Ríos de 15 años de edad, desaparecida el 29 de julio en Pénjamo? Al salir de casa, la adolescente vestía una blusa azul de olanes con flores, un pantalón de mezclilla y huaraches, ese 29 de julio fue el último día que la vieron sus familiares y hasta este momento desconocen su paradero.
Sin embargo, el personal de la Fiscalía General del Estado no activó la Alerta Amber y no quiso recibir la denuncia de la desaparición hasta que pasaran 72 horas, a pesar de que la ley en Guanajuato y el Protocolo Homologado de Búsqueda indican que se debe comenzar a buscar de manera inmediata, denunció el Colectivo Hasta Encontrarte.
“Hay un foco rojo que las autoridades no han querido ver, que están desapareciendo muchas niñas, adolescentes o mujeres jóvenes; a la par de la desaparición de Liz está la desaparición de una joven en Pénjamo (…) el día 29, de 15 años de edad y no le quisieron recibir la denuncia, le pidieron esperar las 72 horas”, dijo una representante del colectivo.
Ante esta práctica hay un retroceso no solo en el caso de Pénjamo, al no quererle recibir la denuncia, “la Fiscalía no activó de inmediato la alerta Amber o alerta Alba, que no hayan salido a la búsqueda inmediata, el colectivo reportó a la Comisión Estatal de Búsqueda, otro reporte a la Comisión Nacional… las autoridades sí han quedado a deber un poco, hay una compañera que se encarga de la búsqueda y estuvo apoyando muy de cerca y al día de hoy no han dado con el paradero de la niña”, agregó.
Hace falta que las autoridades investiguen con perspectiva de género las desapariciones de las mujeres, “como sociedad debemos de seguir exigiendo a las autoridades para que volteen a ver estos casos en específico con diferencia de género, que estas jóvenes en dónde están, a dónde se las están llevando”.
A decir del colectivo, en un día normal en el colectivo reciben al menos un reporte de una mujer o niña desaparecida, pero incluso han tenido hasta cuatro reportes por día.
Ante el reporte reiterado que hace la Fiscalía General del Estado sobre que el 90% de los desaparecidos en Guanajuato regresan con vida, el colectivo Hasta Encontrarte considera que entonces los grupos organizados para búsqueda de personas y las autoridades “deben de vivir una realidad paralela” porque en los colectivos cada día se integran más familias de diversos municipios con un familiar desaparecido.