Oaxaca: Alerta máxima en la comunidad del El Rebollero por descenso de helicóptero

Avispa Midia / Ñaní Pinto.


Foto de archivo, barricada cultural de El Rebollero. Por Santiago Navarro F.

Habitantes de la comunidad de El Rebollero y Río Minas, del municipio de San Pablo Cuatro Venados, Oaxaca, se han puesto en alerta por el sobrevuelo de un helicóptero en su territorio, que posteriormente, aterrizó en el lugar conocido como “Loma Boluda”. A esta situación se suma la presencia de ingenieros y políticos que se han acercado a las autoridades de este municipio para dar continuidad con la explotación de oro y plata en esta región.

Los campesinos que se encontraban cuidando sus chivos se percataron del descenso de una aeronave, que se presume puede ser del gobierno de Oaxaca, el AGUSTA-109 POWER, con matrícula XA-HUX. Eran aproximadamente 2.30 de la tarde de este lunes 5 de julio. En un video que pudieron captar los indígenas zapotecos, se muestra como desciende y, tiempo después, vuelven a despegar. Antes de aterrizar sobrevolaron las tierras de cultivo y la zona de las viviendas.

Por temor a represalias, los vecinos de esta comunidad han omitido sus nombres, pero informan que, “recientemente vinieron personas que tienen interés en la mina en sus camionetas. Venían con sus cascos y su equipo. Después supimos que los mineros invitaron a las autoridades del municipio de San Pablo Cuatro Venados a comer en la ciudad de Oaxaca y se pusieron una borrachera”, dice uno de los indígenas zapotecas.

La tensión en esta comunidad ha llevado a los habitantes, en resistencia contra la minería, a tomar ciertas medidas, ya que se encuentran en temporada de siembra y de la limpia de sus cultivos. En esos días han escuchado detonaciones de fuego. “Estamos en alerta máxima porque sabemos de maneara extraoficial que autoridades de la comunidad vecina (Cuilapam de Guerrero) y de Cuatro Venados están planeando atacarnos de nuevo”, sostuvo una campesina de esta comunidad, refiriéndose a un ataque armado que sufrieron en el año 2019.

En este territorio indígena existen por lo menos tres concesiones mineras vigentes, que explotarán principalmente oro y plata por medio de perforaciones de túneles subterráneos abarcando más de 3 mil hectáreas. “No hay información de los impactos. La poca información de los promotores de la mina es que no contamina”, dice otro de los habitantes.

Una de las concesiones perteneció a la extinta empresa canadiense Arco Resources Corp, quien ya tenía, en 2012, los permisos para explotar oro y plata en un área de 3 631 hectáreas que cubren 5 kilómetros de longitud de la veta.

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