“¿YA TE LAVASTE LAS MANOS?”: ACCESO AL AGUA EN TIEMPOS DE COVID-19, UN DERECHO HUMANO FUNDAMENTAL NEGADO PARA MUCHOS

COLECTIVO GRIETA, 14 de mayo de 2020

“Imagínate, ahorita lo importante para combatir este virus es el agua. El secretario de salud maneja que hay que estarse lavando las manos constantemente, pero pues no te las puedes lavar porque no hay agua. El gel está bien, nosotros tomamos el protocolo antes, teníamos el gel en la bodega pero tú sabes que no es suficiente”. Ernesto, comerciante de la Central de Abastos

Ciudad de México.- En tiempos de COVID-19, la histórica demanda de acceso al agua de amplios sectores de la población del país  visibiliza la escasez  cotidiana que padecen millones de mexicanos. Al mismo tiempo la lucha por este derecho humano adquiere mayor relevancia sobre todo porque disponer del vital líquido resulta esencial a la hora de prevenir el contagio del nuevo virus. Como siempre sucede en el capitalismo, son los sectores populares a los que les toca enfrentar la adversidad en condiciones de inequidad, lo que los exponen a enormes dificultades para preservar su salud y, consecuentemente, a un mayor peligro de infectarse.

Como resultado de las políticas públicas de privatización y despojo, de la inequitativa administración del agua -iniciadas en los años 90 en nuestro país y que han sido seguidas por los distintos gobiernos hasta la fecha-, a conflictos añejos irresueltos, realización de megaproyectos, contaminación de fuentes hídricas, aunado a la sequía que viene afectando distintas regiones del país, rezagos en la sustitución de redes, falta de reparación de fugas, sobreexplotación de mantos acuíferos y desaprovechamiento del agua pluvial, comunidades, barrios y colonias ubicados en la capital y en distintos estados del país ven limitadas sus posibilidades de prevención en medio de la actual crisis sanitaria. Como han documentado distintos medios nacionales e internacionales, en México alrededor de ocho millones de personas no disponen de agua diariamente y la reciben de manera tandeada, mientras que, aparte -según la Comisión Nacional del Agua-, al menos 2 millones de hogares (10.5 millonesde personas) no cuentan con agua potable y sólo pueden abastecerse recurriendo a arroyos, ríos y lagunas. En este mismo sentido y de acuerdo con el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), se estima que, en promedio, un tercio de las casas registradas en el país no recibe agua todos los días. Entre estos hogares sin acceso cotidiano a un recurso, que en estos momentos permite en gran parte garantizar la salud de la población, 25% obtiene el líquido cada tercer día, una o dos veces por semana o de vez en cuando. El 7% es aún menos afortunado y no reciben ni una gota en su hogar, por lo que tienen que buscarlo a través de llaves públicas, pozos, fuentes hídricas naturales o pipas.
Lo anterior en parte es resultado al fenómeno del acaparamiento del agua que se remonta a 1992, fecha en la que en nuestro país comenzó a operar un sistema de concesiones por el cual la Comisión Nacional del Agua -de acuerdo con la Ley de Aguas Nacionales- inició la entrega de permisos a particulares para contar con pozos o aprovechar las aguas superficiales. Lo anterior ha traído como consecuencia que los causes de agua que abastecían a comunidades enteras se vieran mermados o, de plano, secado mientras que empresas (mineras, refresquerasembotelladoras de agua y cerveza, inmobiliarias, parques industriales, agroindustrias, etc.), políticos y caciques locales han acaparado en sus terrenos parte significativa de los entre “400.000 y 500.000” permisos que hasta ahora se calcula han sido otorgados.
Por otro lado, políticas privatizadoras del agua se han venido aplicando desde principios de los años 90 en ciudades como Aguascalientes, Saltillo y, de manera más reciente, en Puebla, donde su distribución y administración ha pasado a manos de empresas extrajeras.

La compleja problemática del acceso al gua en nuestro país ha hecho que, en plena pandemia de Covid-19, habitantes de diversas localidades a lo largo y ancho del país hayan salido a manifestarse para exigir la provisión del líquido y el cumplimiento de un derecho humano básico: el acceso al agua potable, suficiente, accesible y asequible.

Aguascalientes
En la capital del estado el 24 de abril una movilización vecinal exigió que se restablezca el servicio de agua potable a diversas colonias de la capital.
Chihuahua
Mientras el agua en el estado se ha convertido un un bien privado controlado crecientemente por grandes propietarios agroexportadores, en la Sierra Tarahumara, se han confirmado los primeros casos de Covid 19 y los pueblos han dicho que no tiene agua potable para enfrentar la pandemia debido a la omisión del gobierno. En las zonas marginadas de la capital la situación no es mejor y el agua disponible es insuficiente para satisfacer las necesidades mínimas.
Ciudad de México
Los habitantes de las zonas pobres de la populosa capital mexicana han padecido la escasez y mala administración del recurso. Según diversos estudios consultados por un medio nacional,  “mientras en las zonas residenciales la dotación diaria es de 567 litros, en las zonas populares, que abarcan el 76.5 por ciento de la población, apenas es de 124 litros diarios y en algunas partes no llegan a tener agua en largos periodos de tiempo”.
Vecinos organizados en el Comité en Defensa del Agua del Pedregal de Santo Domingo, en la alcaldía de Coyoacán, se han manifestado por el desabasto de agua desde hace 5 años. Desde esa fecha y hasta el día de hoy han denunciado la falta constante de agua al sistema de aguas de la Ciudad de México sin ser resuelta esta demanda; sin embargo, si se han hecho dos nuevos pozos para desarrollos inmobiliarios recientes en la zona. Señalan que han tenido que dejar sus actividades laborales, domésticas y de descanso nocturno para llenar sus depósitos de agua cuando llega el agua en la madrugada, tarea que se ha intensificado debido a la necesidad de tener agua disponible para mantener las condiciones mínimas de sanidad debido a la pandemia. 
La comunidad Otomí que vive en campamentos en la alcaldía Cuauhtémoc debido al sismo del 2017, no cuenta con agua potable. Antes se abastecían para suplir sus necesidades básicas de una fuente cercana, pero los vecinos pidieron cerrarla. Actualmente esta comunidad no cuenta con agua suficiente para hacer frente a esta pandemia.
El 20 de abril vecinos de la alcaldía Iztapalapala demarcación más afectada a nivel nacional por contagios de COVID-19 y la cual sólo es dotada de cuatro mil litros por segundo cuando requiere seis mil litros diarios por segundo para poder llevar agua a todos los hogares- bloquearon una avenida principal en demanda de agua. Ellos son de la colonia Paraje Buenavista donde viven 15 mil personas y llevan 3 meses sin agua y teniendo que pagar mas de 800 pesos por una pipa. La escasez se extiende a las colonias aledañas estimando que unos 30 mil vecinos pueden estar siendo afectados.
En la alcaldía de Tlahuac, la escasez de agua potable está ocasionando el secuestro de pipas y riñas entre colonos, en las colonias La Estación y Zapotitla llevan por lo menos 8 años luchando por tener acceso al agua de la red de agua potable.
De igual forma, varias colonias de por lo menos cinco alcaldías no cuentan o tienen escasez de este vital líquido: Azcapotzalco, Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Tlalpan, Xochimilco y Venustiano Carranza.  De entre estos Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Tlalpan y Xochimilco figuran en el primero, segundo, noveno y décimo séptimo lugares de los municipios con más contagios en nuestro país. 
Coahuila
En un estado donde la privatización del agua ha estado encabezado por la trasnacional Aguas de Barcelona (SIMAS), vecinos de varias colonias ubicadas  en el oriente de Torreón (Villas Universidad, Rancho Alegre, Sol de Oriente, etc.), desesperados por la falta del líquido en medio de la pandemia exigen a la empresa privada SIMAS RURAL garantizar el abasto y una mayor presión del líquido y, ante la llegada de la época del calor, advierten que la situación “se pondrá peor”.
Estado de México
 En el Estado de México la situación no es diferente y miles de familias que habitan los fraccionamientos Misiones y Villa Toscana, ubicados frente al Parque Industrial Toluca 2000, denunciaron la mala calidad del agua que llega a sus casas, pues la que reciben  es de color café y de una muestra analizada se encontraron: coliformes totales, cloro residual, así como fierro y manganeso, todos fuera de los límites permitidos.
Sin informar las causas y en plena contingencia sanitaria, la  Comisión de Agua del Estado de México (CAEM) y el Organismo de Cuenca de Aguas del Valle de Mexico (OCAVM) redujeron parcialmente el suministro de agua en Ecatepec -donde se han registrado brotes importantes de Covid-19– incluso dejó sin agua potable a colonias que históricamente han padecido la falta de agua, muchas de ellas ubicadas entre el Río de los Remedios y el Canal de la Draga, afectando a más de 600 mil habitantes. El recorte también afectó a colonias localizadas en las partes altas del municipio, como Izcalli Ecatepec, La Joya, Tierra Blanca y Cerro Gordo, además de comunidades de gran tamaño como Ciudad Cuauhtémoc y San Carlos, entre otras. En el mismo municipio, habitantes han denunciado que los camiones cisterna entregan agua sólo una vez cada ocho días, por lo que tienen que reutilizar el agua con la que se bañan para el sanitario y regar plantas. Esto provoca que durante la semana tengan poco agua o nada.
Desesperados por 30 días seguidos sin agua y por el nulo caso que las autoridades han hecho a su situación, vecinos de Ecatepec han abandonado el confinamiento recomendado y han acudido a Palacio Nacional a exigir les sea reinstalado el suministro de agua potable a través de la red hidráulica.
Guanajuato
En Guanajuato, desde inicios de 2020 se han registrado protestas en Celaya por el cobro excesivo y la falta de servicio de agua. Hasta el 13 de abril, el conflicto entre los habitantes de Celaya y la Junta Municipal de Agua no se había resuelto y se amenazaba con realizar más cortes de agua a quienes sí les llega pero tienen adeudos, todo mientras la pandemia de la COVID-19 se extiende en el Estado y el agua se hace aún más indispensable para poder realizar las medidas sanitarias más básicas.
Guerrero
La falta de agua y el abandono por parte de las autoridades locales y federales afecta diversas zonas de la entidad, donde  las comunidades mayoritariamente indígenas, en una de las zonas más pobres del país, han sido golpeadas duramente por la pandemia. Aquí  el elemental mandato de lavarse las manos es imposible de cumplir, pues “el agua corriente no llega a los domicilios”. Pero no sólo las comunidades rurales padecen el estrés hídrico, las ciudades también lo viven. En Chilpancingo, capital estatal, se cuenta solamente con el 40% del agua que necesitan sus casi 190 mil habitantes y en 200 de sus 650 colonias no hay red de agua potable, por lo que se calcula que 63 mil de sus habitantes no cuentan con agua potable. Además,  en muchas colonias donde existe tubería el agua no llega regularmente por lo que en la práctica es imposible garantizar el aseo suficiente.
Michoacán
En el caso de Michoacán, al menos 6 colonias de Pátzcuaro, ciudad situada a orillas del lago del mismo nombre, han reportado que no les llega agua potable. La escasez viene de tiempo atrás, pues al menos desde hace 12 meses han denunciado la falta del líquido. En esta situación, los colonos han explicado que no están en condiciones de enfrentar la pandemia de la enfermedad COVID-19. Pero la escasez de agua ocurre también en comunidades relativamente cercanas a la capital del Estado. Así, en la comunidad de Cuanajillo del Toro, donde desde 2011 se ha denunciado que los pobladores carecen de agua potable, la población enfrenta la pandemia de COVID-19 dependiendo de una pipa de agua que llega cada semana, ese es el líquido con el que cuentan para poder atender todas sus necesidades, lo cual los deja en una situación precaria frente a la enfermedad.
Morelos
En Morelos, hay lugares, como la colona Tres e Mayo en Emiliano Zapata, donde llevan un mes sin agua, mientras las autoridades no hacen nada por subsanar la situación. Los vecinos se quejan de que el presidente municipal sólo se preocupa de las colonias aledañas; y ya se han manifestado públicamente en  las oficinas del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca, pues al inicio de la fase tres de la contingencia no contaban con las mínimas condiciones de higiene. La situación es similar en la colonia Gabriel Tepepa del municipio de Cuautla, donde los vecinos salieron a manifestarse para exigir agua.
Oaxaca
En la región Mixe, desde junio de 2017 el pueblo de Ayutla enfrenta el despojo de su manantial por parte de un grupo armado proveniente de Tamazulapam del Espíritu Santo ante la indiferencia de las autoridades estatales y federales. Desde hace casi tres años y ahora, en plena emergencia sanitaria, los habitantes de San Pedro y San Pablo Ayutla hacen esfuerzos por surtirse del líquido a través de pequeños arroyos y recolectando aguas pluviales, lo que ha generado enfermedades entre sus  habitantes. Casos de afecciones gastrointestinales y hepatitis se han registrado incluso entre niños de la comunidad y en el contexto de la propagación de la COVID-19 no tienen las condiciones para preservar la salud de sus alrededor de cinco mil habitantes.
Querétaro
Los recortes de agua también afectan a Querétaro, vecinos del fraccionamiento La Pradera, en el municipio de El Marqués, mantienen una lucha por la salida de la empresa concesionaria Aquaa debido a que esta empresa cobra altas tarifas y muchas condiciones por brindar el servicio. Han denunciado que el servicio de agua lo activan después de las 9 de la mañana poniendo en riesgo el servicio hospitalario que brinda el IMSS que se encuentra  en el perímetro de La Pradera. Esta concesionaria ha realizado cortes de agua en la calle de Gacela de esta colonia dejando sin suministros a 50 viviendas. Otro caso denunciado es el de la calle Privada 4 de la misma colonia donde cortaron el agua afectando a 120 viviendas con aproximadamente 440 habitantes.
San Luis Potosí
San Luis Potosí se encuentra en los últimos lugares de accesibilidad al agua potable en el país, así como en los primeros de altas tarifas para el acceso al vital líquido. Interapas, organismo encargado de la gestión y administración del recurso hidráulico, ha hecho de éste un negocio muy lucrativo a costa del bienestar social. Desde hace años la falta del líquido ha indignado y generado diversas movilizaciones por parte de la población potosina en contra de Interapas. En el contexto de la contingencia sanitaria, vecinos de 12 colonias de la capital realizaron una manifestación el 6 de abril después de que el agua dejara de llegar a sus hogares. Por su parte, la Unidad de Litigio Estratégico de Renace San Luis Potosí presentó un amparo indirecto para que se le proporcione agua potable a una vecina de la colonia Terremoto, para así poder cumplir con las medidas sanitarias frente a la pandemia. Se espera que esta medida pueda visibilizar la carencia de agua de muchas colonias de San Luis Potosí para así tomar las medidas necesarias para suministrarles el líquido del que carecen desde hace años.