Comunidad Otomí mantiene ocupación del INPI y muestran documentos oficiales que prueban compromisos no cumplidos.

Fachada del INPI ocupado. Foto: Colectivo Grieta

Colectivo Grieta

El día de ayer, domingo 25 de octubre de 2020, escuchamos las palabras de algunas compañeras y compañeros de la comunidad Otomí que mantienen ocupadas las instalaciones del INPI. La entrada del INPI luce distinta, está tapizada con carteles, banderas y mantas que recuerdan que el México de abajo sigue su lucha a pesar de los malos gobiernos que ocupan las sillas de poder.

Hicieron la crónica de los acontecimientos. Dijeron que no ha habido reunión ni con Adelfo Regino, titular del Instituto, ni con Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México. Platicaron cómo Adelfo Regino publicó un comunicado el 15 de octubre a través de redes sociales, dando por sentado que esa era la vía de comunicación adecuada para atender las justas demandas hechas por la comunidad.

Señalaron cómo el primer acercamiento que tuvieron con la gente de INPI no fue para que les preguntaran qué querían, cómo estaban, ni cuáles eran sus demandas: llegaron a preguntar por el equipo de cómputo y el estado de las instalaciones. Lo importante para ellos es el edificio y las computadoras. No llegaron con interés de abrir un canal de diálogo. Más bien llegaron con mentiras y engaños. Les dijeron que el edificio se sanitizaba automáticamente todos los días. Que había un sistema que echaba químicos sanitizantes que eran muy peligrosos para la salud y que eso sucedía de forma automática todos los días a las 11 de la noche. Que se tenían que salir a esa hora para que no les pasara nada, que si se salían, ellos podrían entrar a desconectar el sistema de sanitización automático. Era mentira. Los compañeros otomís dijeron que no se saldrían, y que si la gente del INPI se preocupaba por su salud, que resolvieran sus demandas. Pasaron las once de la noche y no sucedió nada en el edificio. No hubo químicos sanitizantes ni nada.

Contaron cómo 3 ó 4 días después de la publicación que hizo Adelfo Regino en redes, se presentaron representantes de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) incluyendo a Nashieli Ramirez (presidenta de la Comisión), a platicar y a decir que están dispuestos a escuchar, y que van a trabajar como mediadores en las mesas de diálogo. Los compañeros otomíes lanzaron la pregunta ¿quién los nombró mediadores y por qué no los consultaron a ellos para nombrar a los mediadores?

Comentaron que mientras Adelfo Regino no se presenta y da respuesta por redes, y la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México se autonombra mediadora en mesas de diálogo que no existen todavía, Claudia Sheinbaum no se digna a tomarlos en cuenta. Señalaron que la única respuesta que les ha dado es enviarles policía federal que rodea el edificio en actitud intimidante. Criticaron que la política de la jefa de gobierno sea hacer oídos sordos frente a las demandas de los pueblos.

Sobre éstas, explicaron que Adelfo Regino lo reduce todo a un tema de vivienda, pero las demandas no son sólo vivienda. Exigen salud, educación, y un lugar para poder vender. Contaron cómo ni siquiera los dejan vender en la calle.

Fachada INPI. Foto: Colectivo Grieta

Filiberto Margarito, concejal de la comunidad Otomí en la ciudad de la México, afirmó que ellos no quieren que se les diga únicamente que ya tienen solución, ya que eso lo han hecho durante mucho tiempo. Ya hace años les prometieron la expropiación del predio de la calle Zacatecas, y no se los han cumplido; también recordó la precaria situación en la que se encuentran los compañeros y compañeras otomís del predio de Roma 18: tienen 3 años en la calle. Además denunció la campaña de desprestigio que realizan los medios de paga por ejemplo ahí, cerca del edificio de Roma 18. Si alguien roba un Oxxo, dicen los medios que fueron los otomiís, les echan la culpa de todo e inventan mentiras para desprestigiarlos. Además señaló que los medios de paga no han ido y no dicen qué es lo que está pasando con la toma del INPI.

Una compañera otomí, criticó que Adelfo Regino no vaya a dar la cara a la toma del INPI, al tiempo que levanta una campaña en medios de comunicación de paga, pidiendo, pueblo por pueblo, que le manden firmas de apoyo y en contra de la ocupación.

Criticó también que el gobierno no muestra ningún interés en resolver las demandas de la comunidad otomí en torno a los espacios para venta y comercio. Criticó que a los hijos de López Obrador les concedieron un espacio inmediatamente, mientras que a los pueblos originarios no les hacen caso nunca. Afirmó que ellas no se van a mover del INPI hasta que les resuelvan sus demandas.

Fachada del INPI. Foto: Colectivo Grieta

Otra compañera nos contó cómo otra de sus demandas es derecho a la salud. Narró cómo en enero de este año, antes de que se desatara la pandemia debida al COVID-19, su hermano tuvo un problema fuerte de salud, y fue un verdadero suplicio conseguir que los atendieran. Fueron al Hospital General, en donde no los querían atender. Los trataron con desprecio y les dijeron que el seguro popular ya no les servía; les exigieron comprobante de domicilio, lo cual, evidentemente no tienen (ese es uno de los motivos por los cuales están ocupando las instalaciones del INPI). Finalmente les exigieron pago, juntaron dinero y pagaron; les perdieron el talón de pago y les exigieron pagar de nuevo, tuvieron que volver a pagar $800. Dinero que no tenían y que tuvieron que juntar entre muchos. Además, el trato que les dieron fue terrible: tuvieron a su hermano una noche y un día entero esperando, con mucho dolor, cuando finalmente lo atendieron, la doctora en turno le dijo: “¿de verdad estás enfermo o nomás te estás haciendo?”. El tratamiento además no fue adecuado: le pusieron un suero que le hinchó mucho la mano, no la podía mover y tenía mucho dolor. La compañera cuenta esto profundamente molesta, con lágrimas de rabia en los ojos. Una de las demandas es acceso a la salud.

Los y las compañeras otomís quisieron que se hiciera pública una copia original del documento oficial del decreto de utilidad pública del predio de Zacatecas no. 74, publicado desde el 12 de septiembre del 2018, y que la administración actual ha desconocido. El documento completo se puede consultar a continuación:

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