Cinco infracciones que deslegitiman al “tren maya”: carta a ONU-Habitat desde Yucatán


Trabajo de “Balam”, uno de los participantes en la convocatoria Diseña contra el tren, lanzada por Múuch’ Xíinbal. Imagen tomada de FB del colectivo

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El colectivo Articulación Yucatán cuestionó a la directora ejecutiva de ONU-Habitat sobre la participación de ONU-Habitat México en el objetado megaproyecto llamado “tren maya”, y enumeró por lo menos cinco puntos que ponen en tela de juicio la legitimidad del proyecto gubernamental que presume llevará prosperidad al olvidado sureste de México.

“Pobladores indi?genas en el suroeste de Me?xico y la Oficina en Me?xico del Alto Comisionado de las Naciones para los Derechos Humanos (ONU-DH) han sen?alado serias preocupaciones sobre la legitimidad del proyecto, citando vaci?os de responsabilidades y transparencia en relacio?n a la consulta indi?gena”, advierte el colectivo a la directora de ONU-Habitat Maimunah Mohd Sharif Directora.

Las preocupaciones principales son las siguientes:

UNO. El proyecto “tren maya” no ha cumplido con los requisitos sen?alados por el Convenio 169 de la Organizacio?n Internacional del Trabajo Sobre Pueblos Indi?genas y Tribales. Ma?s de 665,556 personas indi?genas viviendo en el a?rea han sido privadas de acceso a informacio?n clara y cienti?fica sobre los impactos socioambientales del proyecto. (Por ejemplo, desde el anuncio de este proyecto, el mapa referente a la li?nea del tren ha cambiado sin haberse comunicado claramente a la comunidad.)

DOS. La Evaluacio?n Ambiental y Social de los Impactos no ha sido transparente ni honesta acerca de la naturaleza del proyecto. Fonatur ingresó a evaluación apenas el 16 de junio pasado la Manifestacio?n de Impacto Ambiental (MIA) de la “fase uno”, enfoca?ndose exclusivamente en la construccio?n y so?lo en algunos segmentos de la vi?a del tren. Esta MIA no muestra que el TM es concebido y esta? lleva?ndose a cabo como un proyecto desarrollista regional de reorganizacio?n territorial para incrementar el turismo masivo, el mercado inmobiliario y el comercio, lo cual tendra? implicaciones acumulativas. Asimismo, no considera el desarrollo de los nuevos desarrollos urbanos ni toma en cuenta “un territorio ya afectado por una cantidad de agronegocios, desarrollos inmobiliarios, turismo, y megaproyectos de energi?a que han surgido en los u?ltimos an?os”.

TRES. Grupos locales han denunciado el nombrar el proyecto como “tren maya”, pues coopta y mercantiliza la cultura maya para favorecer al turismo y las economi?as extractivas. Ejemplos previos en la regio?n –como el caso de Cancu?n, o casos especi?ficos como el del parque eco-arqueolo?gico Xcaret en Quintana Roo–, ilustran bien co?mo el turismo privado y de masas ha despojado al pueblo indi?gena maya de su sustento, de su territorio ancestral, y de sitios sagrados.

CUATRO. Acade?micos y poblacio?n local han expresado sus preocupaciones respecto a desalojo y derechos agrarios. El instrumento financiero propuesto para la reorganizacio?n de la tenencia de la tierra, el llamado Fideicomisos de Inversio?n y Bienes Rai?ces (FIBRAS), despoja al propietario de la tierra del derecho a decidir sobre su tierra, independientemente del porcentaje accionario del terreno utilizado para la construccio?n, ya sea un hotel u otro negocio. Adema?s, los residentes de la regio?n temen desplazamientos y el flujo de migrantes de pai?ses de Centroame?rica a la regio?n sin una estrategia adecuada de integracio?n sostenible. Esta preocupacio?n emana de la afirmacio?n de que el proyecto proveera? de miles de empleos, cuando no obstante la mayori?a de estos empleos sera?n para las etapas de construccio?n, que tienen una duracio?n limitada y sin una calidad laboral garantizada. Otras preocupaciones migratorias incluyen el incremento del tra?fico de personas y de drogas, que suelen estar relacionados con el turismo masivo. Es consecuencia se hace necessario la realización de una Evaluacio?n de Impacto Inmigratorio.

CINCO. Los riesgos ambientales son significativos. El “tren maya” atravesari?a varias comunidades que son ya altamente vulnerables al cambio clima?tico y ecosistemas que han sido reconocidos local, nacional e internacionalmente como a?reas de conservacio?n para salvaguardar la biodiversidad (flora y fauna). Esto tendri?a un impacto negativo en los servicios ambientales del a?rea, tales como el manto frea?tico de toda la Peni?nsula de Yucata?n.

Articulación Yucatán subraya que el “tren maya es un plan del Estado para el de desarrollo de infraestructura ferroviaria que travesara? los estados de Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucata?n, abarcando un a?rea de alto valor biocultural y poblacio?n indi?gena. Implica una profunda reorganizacio?n territorial para la promocio?n del turismo masivo, el desarrollo inmobiliario y de transporte, asi? como de almacenamiento y comercio de mercanci?as. El impacto y la escala de este proyecto son masivos, con ONU-H pretendiendo que el desarrollo del turismo duplicara? la economi?a local y sacara? de la pobreza a 1.1 millo?n de personas, con 945,000 empleos.

Recordó que “el 9 de junio se dio a conocer que Fonatur otorgo? a ONU-Habitat 5.5 millones de do?lares para dar apoyo sustantivo y te?cnico para la implementacio?n del “tren maya”. En su sitio web, ONU-H asegura, “ONU-Habitat se encarga de brindar asistencia te?cnica a Fonatur en materia de ordenamiento territorial en los cinco estados por donde transitara? el Tren Maya”.

Diversas organizaciones de derechos indi?genas, acade?micos, organizaciones locales y nacionales han expresado preocupacio?n y oposicio?n al TM, alertando sobre la insostenibilidad socioambiental e ilegitimidad del proyecto. Por ejemplo, la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal considera que el TM es otro asalto en una serie de megaproyectos verticales construidos en la regio?n que benefician principalmente a grandes empresas a expensas de las comunidades indi?genas que ahi? viven.

Articulación Yucatán considera que es urgente “una investigacio?n exhaustiva del proyecto que incluya voces cienti?ficas y de la sociedad civil”. Asimismo, “informacio?n clara y pu?blica de rendicio?n de cuentas sobre la participacio?n de ONU- Habitat en este proyecto”.

Con el fin de procurar un desarrollo realmente sostenible en la regio?n, en un marco de justicia ambiental, se recomienda llevar a cabo una Evaluacio?n Ambiental Estrate?gica (EAE), con un modelo de participacio?n local, de abajo arriba, para definir las opciones ma?s adecuadas de desarrollo, coherentes con los ordenamientos territoriales ecolo?gicos, con estudios y ana?lisis de la capacidad de carga territorial y mediante un proceso participativo continuo y transparente con actores locales y transdisciplinarios.

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