Falta de medicamentos pone en riesgo salud de pacientes trasplantados (Guanajuato)

por Carmen Martínez/ Zona Franca, 17 de febrero de 2020

León, Gto. La salud de los pacientes que recibieron un órgano trasplantado corre inminente riesgo si es que no se regula el abasto de los medicamentos llamados inmunosupresores, que desde el año pasado empezaron a escasear en todo México.

En los últimos tres meses, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) recibió un total de 552 quejas por desabasto de distintos tipos de medicamentos, entre ellos para pacientes con VIH, cáncer y recién trasplantados.

Foto: tomada de Zona Franca

Las quejas provienen principalmente de pacientes que se atienden en instituciones de salud que dependen del gobierno federal, como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

En el caso de los pacientes trasplantados, su vida corre un peligro inminente pues apenas dejen de tomarse los llamados inmunosupresores, el cuerpo puede empezar a experimentar el rechazo del órgano e incluso, provocar la muerte del paciente.

Desabasto en puerta

Rodrigo López Falcony, presidente de la Sociedad Mexicana de Trasplantes (SMT), reconoció que desde noviembre de 2019, en el país se comenzó a experimentar un desabasto de los llamados inmunosupresores.

Foto: tomada de Zona Franca

El urólogo explicó que el desabasto de este tipo de medicamentos se debe a tres factores: las farmacéuticas no están generando suficientes dosis para proveer a las instituciones de salud, el gobierno federal y en algunas entidades no realizaron los procesos de compra a tiempo; y por último, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha realizado la inmovilización de algunas dosis en México.

Por esta razón, explicó que se puede considerar que ya se encendió una alerta en el sector salud, porque incluso en algunas entidades, ya se han tenido que posponer cirugías de trasplante, pues no hay medicamentos suficientes que garanticen el éxito de una donación de órgano.

“En últimas fechas, a partir del mes de noviembre empezamos a ver o a tener reportes de suspensión de procedimientos de trasplante por no contar con inmunosupresores, en algunas entidades federativas y empezamos a ver también solicitudes a los gobiernos estatales para que apoyen con medicamentos porque la seguridad social no los estaba proporcionando”, dijo.

Destacó que los hospitales donde hay mayor desabasto han sido aquellos que dependen directamente del gobierno federal, y que por ello, en algunas entidades como en Guanajuato, el sector salud ha tenido que apoyar para conseguir los medicamentos.

“En la Secretaría de Salud del Estado y en distintas asociaciones civiles, ha incrementado el número de solicitudes de apoyo de pacientes que requieren el medicamento, y se les ayuda a que lo obtengan”.

López Falcony dijo que afortunadamente, el gobierno federal ha tenido respuesta positiva ante los reclamos de los pacientes y sus familiares; pues ya hubo un compromiso de la Secretaría de Salud para conseguir los medicamentos y que lleguen a más tardar al finalizar este desde febrero.

“Si esta situación se resuelve a principios de marzo, no tendríamos por qué tener una alerta, pero si la situación continúa, sí empezaremos a ver porcentajes más altos de rechazo de órganos y personas que volverán a unidades de hemodiálisis”.


El impacto a la salud

En México, lograr una donación de órgano sigue siendo un reto, pues se calcula que en el país hay alrededor de 18 mil pacientes en lista de espera, tan sólo para poder lograr la recepción de un riñón.

Foto: tomada de Zona Franca

Por esta razón, es de suma importancia cuidar que los pacientes que reciban un órgano puedan completar sus tratamientos y no experimenten complicaciones como el rechazo.

El presidente de la Sociedad Mexicana de Trasplantes explicó que en cuanto los pacientes dejan de recibir sus dosis de inmunosupresores, el cuerpo comienza a rechazar al órgano.

Sin estos medicamentos, los pacientes comienzan a presentar rechazo tan pronto como a las 48 horas de haberlos dejado de tomar. Estos medicamentos son muy especializados y son de muy alto costo, por lo cual la mayoría de la población depende de que estos medicamentos le sean proporcionados por la seguridad social”, dijo.

Cuando ocurre un rechazo de órgano, no sólo se corre el riesgo de perderlo, sino también de que el paciente pueda fallecer debido a las complicaciones.

El impacto económico

Los tratamientos de inmunosupresores suelen costar entre 8 a 12 mil pesos mensuales, por eso es importante que las instituciones de salud puedan otorgarlos de manera gratuita o que faciliten a los pacientes el poder obtenerlos.

Foto: tomada de Zona Franca

López Falcony explicó que cuando los pacientes no toman inmunosupresores de patente y optan por genéricos, también se experimenta un riesgo de rechazo del órgano, pues los compuestos no siempre coinciden con las necesidades de salud.

Además, explicó que cuando se trata de genéricos, el tratamiento puede tener un costo mensual de entre 4 y 6 mil pesos.

https://zonafranca.mx/politica-sociedad/salud/falta-de-medicamentos-pone-en-riesgo-salud-de-pacientes-trasplantados/