Presentan los expertos su informe sobre Ayotzinapa; la PGR tiene nueva versión de los hechos, advierte

Zacarías Cervantes

Sur de Acapulco

En el 156 periodo de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en Washington, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) presentó el informe Investigación y primeras conclusiones de las desapariciones y homicidios de los normalistas de Ayotzinapa.
En el documento informan que los crímenes que se cometieron fueron desaparición forzada, homicidios, torturas, lesiones, uso excesivo de la fuerza, atentado contra la vida y amenazas, así como encubrimiento, obstrucción a la justicia y abuso de autoridad y todos estos hechos deben de ser investigados.
Mientras tanto el director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), Mario Patrón Sánchez dijo en su intervención durante esta audiencia que México enfrenta una crisis de graves violaciones a los derechos humanos.
La presentación del informe fue transmitida vía Internet a través de la página de la CIDH a partir de las 12:15, hora de México, y terminó a la 1:20.
El GIEI se queja de que después de presentar los resultados de su investigación “apareció una quinta versión de los hechos que no aparece referida en ninguno de los testimonios de los inculpados”, por lo que pide que se evite “la difusión de nuevas versiones no contrastadas que generen mayor confusión e impacto en las víctimas”.
Lo que presentaron a la presidenta de la CIDH, Rose-Marie Antoine fue una parte resumida del informe general del GIEI en el que exponen que los resultados de la investigación ponen de manifiesto que los jóvenes no iban a boicotear ningún acto político como se dijo inicialmente, que no existe ninguna evidencia de que los normalistas hayan sido infiltrados por el crimen organizado, “lo que habría desatado las atrocidades cometidas” , que la llegada de los normalistas a Iguala fue circunstancial para la toma de autobuses, y que no llevaban más que piedras para defenderse de posibles ataques.
Afirman que los ataques que produjeron 180 víctimas directas y otras tantos afectadas indirectas, se dio con disparos de armas de fuego durante 4 o 5 horas, “con la participación directa de los policías municipales de Iguala y Cocula y con diferentes niveles de autoridades que tenían información sobre lo que estaba sucediendo, entre estas la Policía Estatal, la Ministerial la Policía Federal y el Ejército, que estuvieron presentes en diferentes momentos de esa noche”.
En el informe se incluye el hecho de que durante la investigación el GIEI descubrió la omisión de un quinto autobus que los normalistas habían tomado y que no estaba siendo investigado en ese momento por la PGR, asimismo, que las versiones recogidas sobre el mismo posteriormente, “eran contradictorias y no respondían a la verdad de lo sucedido”.
“Para el Grupo una hipótesis clave no investigada es la posibilidad de que dicho bus podría ser un medio de transporte de heroína y explicaría el nivel del operativo dirigido a no dejar salir los buses cuando ya habían salido a bloquearlos, y cuando ya había escapado uno, siendo confundido con el del equipo de futbol de los avispones que fue agredido en forma masiva”, agrega.
También se refiere a lo que “no pasó”, como “la falta de consistencia y contradicciones entre los detenidos sobre el evento de los asesinatos y la quema masiva de los 43 estudiantes en el basurero de Cocula, tal y como fue relatada tras un estudio científico sobre la dinámica del fuego”.
Al respecto, se dijo a la presidenta de la CIDH que el Grupo señala que la incineración de los jóvenes “no pudo haber ocurrido en dicho lugar en las condiciones y tiempos señalados”.
El informe establece que el GIEI ha alertado, después de la publicación de los resultados de sus investigaciones, sobre la difusión pública de una quinta versión.
Recuerda que el Grupo había investigado cuatro versiones anteriormente, pero que después de la presentación del informe apareció una quinta de los hechos “que no aparece referida en ninguno de los testimonios de los inculpados y esa versión señalaría que un grupo de los normalistas habrían sido asesinados e incinerados en dicho lugar”, aunque el Grupo de Expertos no lo precisa, esta quinta versión sería distinta a la “verdad histórica” que presentó el ex procurador de la República Jesús Murillo Karam.
El GIEI señala la importancia de que no se vuelva atrás en la investigación de los hechos ya esclarecidos “y que dichos hechos no vuelvan a convertirse en una versión más de las varias ya difundidas públicamente” y que (el Estado mexicano) muestre voluntad de abordar en profundidad y con seriedad los pasos propuestos por el Grupo, “estableciendo una estrategia clara de investigación y búsqueda”.
En el cuerpo del texto el GIEI hace un reconocimiento a los familiares y a los normalistas “que han hecho posible este trabajo”. Agradece su confianza y dice que su apoyo “ha sido fundamental para poder realizar este informe”.
Menciona que a pesar de que “probablemente ha sido la parte que menos se ha difundido en nuestro informe, la experiencia de los familiares y víctimas es una parte fundamental del mismo”.
Agrega: “las voces de los familiares hablan de un dolor de la desaparición forzada masiva, de las consecuencias de la pérdida incierta y ambigua, así como de las esperanzas de encontrarlos”.
También hablan del “impacto del quiebre en la confianza frente al Estado, debido a la intervención de fuerzas de seguridad en los hechos y los impactos vividos como consecuencia del manejo del caso y las respuestas dadas en numerosas ocasiones a las familias”.
En el documento entregado a Rose-Marie Antoine exponen, “entender esta experiencia es fundamental en México para poder llevar a cabo una investigación y atención efectiva y para la búsqueda de los desaparecidos, así como para reconstruir la confianza entre las víctimas, la sociedad y el Estado mexicano”.
Al final, los integrantes del GIEI subrayan que esperan que este trabajo “sea visto por el Estado como una oportunidad para la lucha contra la impunidad y dé elementos a otros muchos casos en México que esperan poder avanzar en el camino de la justicia”.
A nombre de las víctimas, el director del Centro Prodh, Mario Patrón dijo que México “enfrenta una crisis de graves violaciones a los derechos humanos”.
Que aunque se ha intentado presentar (por el Estado mexicano) el caso Ayotzinapa como hecho excepcional, “lo cierto es que en nuestro país hay más de 26 mil personas desaparecidas”.
Añadió que frente a esta grave crisis, por primera vez, el 13 de octubre del 2014 los padres y madres de Ayotzinapa solicitaron al Estado mexicano, en el contexto de la implementación de medidas cautelares, una asistencia técnica internacional a través de la conformación de un grupo de expertos independientes que ahora es el GIEI mismo que realiza una investigación técnica in situ.
Subrayó que es importante reconocer, “sin regateos”, que la CIDH con el concierto del estado y los beneficiarios “idearon un mecanismo de supervisión internacional que en tiempo real ha venido a aportar en beneficio de todas las partes; al Estado para el fortalecimiento de sus instituciones, a las víctimas para la documentación de profundas deficiencias en la investigación de los hechos al grado de advertir la necesidad de su reestructuración total, y a la sociedad mexicana para asegurar que todas y todos sepamos lo que realmente sucedió y demos con el paradero de los estudiantes”.
Celebró la decisión del pleno de la CIDH de designar al Grupo de Expertos, porque dijo que ha traído “innegables frutos” y que “es hoy una luz en la negra noche de la crisis mexicana”.
Dijo que por ello el reconocimiento de las víctimas por esta decisión es total para la CIDH, que el GIEI representa ahora la oportunidad de que Ayotzinapa sea un punto de “inflexión y de no retorno”, pero añadió que eso será posible sólo si el Estado mexicano asegura la voluntad política suficiente para cumplimentar las recomendaciones hasta ahora formuladas en el informe y las conclusiones preliminares del GIEI.
Concluyó que las y los familiares de las víctimas y todo México necesitan las transformaciones que sólo puede traer la verdad, y que por eso es indispensable que el GIEI cuente con condiciones para seguir realizando su labor.
La presentación del informe del GIEI inició con un testimonio del hermano de uno de los desaparecidos que dice que espera su regreso, pero que si no estará al lado siempre de los familiares de los desaparecidos en espera de los resultados de las investigaciones.
Al final se transmitió un video con intervenciones de familiares de los estudiantes desaparecidos que expresan su respaldo a las investigaciones del GIEI.

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