Excluyen de incremento salarial a trabajadores de la salud sin base en Guanajuato

No solo no obtendrán un aumento de sueldo, sino que este ha sido reducido en el último año. Profesionales de la salud exponen las injusticias del ISAPEG, pese a compromisos oficialistas

Imagen: Tomada de POPLab.mx

Alonso Merino Lubetsky /POPLab, 05 de noviembre de 2020

Nuevamente trabajadores de la salud sin base laboral en Guanajuato son excluidos de los estímulos económicos autorizados en medio de la pandemia. El pasado 22 de octubre la Secretaría de Salud de Guanajuato (SSG) anunció un incremento salarial que será aplicado la primera quincena de noviembre solo para el personal que ocupa una plaza, dejando fuera de la medida económica a los trabajadores de contrato que siguen formando alrededor de una tercera parte de los profesionales en el estado.

Una semana antes de dicho anuncio, el 15 de octubre, el gobernador Diego Sinhue Rodríguez prometió que para cuando termine su sexenio Guanajuato habrá basificado a todos los doctores en la entidad: “Por eso el compromiso —dijo— de que los vamos a terminar de basificar. Todos van a tener que tener base cuando termine el sexenio, vamos a ir de manera paulatina”.

Reiteró nuevamente que el sistema de salud de Guanajuato es el mejor del país gracias al trabajo de más de 22 mil trabajadores de la salud a quienes llamó los “héroes de esta pandemia liderados por el Dr. Daniel Díaz”. Sin embargo, la alusión de Rodríguez Vallejo a la basificación total de los profesionales de la salud no alcanzó al personal de enfermería, administrativos, farmacéuticos, laboratoristas, brigadistas, trabajadoras sociales, camilleros y otros operativos en existencia en el Instituto de Salud Pública del Estado de Guanajuato (ISAPEG).

Aleida de 34 años de edad, enfermera del Centro de Atención Integral de Servicios Esenciales en Salud (CAISES) Valle de Santiago, lleva cinco años trabajando para el ISAPEG. Desde que comenzó la pandemia está en el Módulo COVID y actualmente atiende, entre ella y un solo médico, a alrededor de 30 pacientes.

Aleida tiene un contrato federal tipo U013 y cuenta que no solo no será acreedora del incremento salarial anunciado para este año, sino que su sueldo se ha reducido considerablemente de un tiempo a la fecha.

“Los de recursos humanos no nos dicen nada sobre el incremento salarial. Ni yo pregunto porque ya sé las injusticias que hay, la verdad. Y tal vez es un error mío y de todos mis compañeros que siempre tenemos miedo porque tenemos personas que mantener. Yo tengo dos niños. Y la verdad ya ni hago comentarios porque hago muchos corajes”, comenta.

Y es que la medida anunciada por la Secretaría de Salud de Guanajuato y la Sección 37 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud (SNTSA) incluye no solo el incremento del sueldo base, sino el aumento en los conceptos de asignación bruta y ayuda para gastos de actualización que serán retroactivos al 01 de mayo del presente año. Por añadidura, la SSG confirmó además un incremento de los conceptos de despensa, previsión social múltiples y ayuda por servicios a partir del 01 de enero del 2020 solo para el personal con una plaza.

Los trabajadores de la salud eventuales en Guanajuato no están solamente excluidos del incremento salarial, pese a que el Artículo 86 de la Ley Federal del Trabajo dicta que “a trabajo igual, desempeñado en puesto, jornada y condiciones de eficiencia también iguales, debe corresponder salario igual”. Sino que también quedan fuera del incentivo de vales de despensa por $12 mil 900 pesos autorizado por la SHCP el pasado 26 de octubre para todo el personal operativo en activo de las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal bajo esquema de sueldos y salarios y de prestaciones.

El día de hoy se publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto presidencial que obliga, sin embargo, al pago de aguinaldo a todos los servidores públicos de dependencias y entidades para el ejercicio fiscal 2020, dentro de los que se incluyen, bajo los “principios de justicia y equidad”, a los prestadores de servicios profesionales bajo la modalidad de honorarios. El decreto se mantiene a espera de lineamientos específicos de la SHCP.

Reducción de sueldo a trabajadores de contrato

Yolanda, de un CAISES en Irapuato cuenta que tiene 9 años trabajando para el ISAPEG, “pero hay compañeras que tienen 11 años, 8 años, 2 años. Y desde que comenzó nuestro contrato, lo único que tenemos es el puro sueldo, no tenemos servicio médico. O sea, no tenemos ninguna prestación. Solamente el puro sueldo”.

Ella también es contrato federal tipo U013 cuya partida presupuestal deriva del Programa Presupuestario U013 Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral ejercido por conducto del Instituto Nacional para el Bienestar (INSABI), anteriormente PROSPERA y antes IMSS COPLAMAR. “Y así, muchos nombres que ha tenido” dice. Pese a su antigüedad laboral, esta no es reconocida, y, al igual que Aleida del CAISES Valle de Santiago su sueldo se ha reducido desde el año pasado.

“Como siempre, como todos los años, solamente vemos que los demás tienen todos los beneficios y nosotros nada. Nos quedamos esperando para ver si el próximo año nos toca. Lo que ha pasado es que en lugar de que nos aumenten el sueldo, nos han descontado. Hemos tenido un descuento de más o menos mil pesos de lo que ganábamos anteriormente a lo que estamos ganando ahorita”, relata.

Antes del descuento, Yolanda ganaba $14 mil 700 pesos al mes, pero ahora gana $12 mil 600 pesos mensuales que realmente consiste en una diferencia de $2 mil 100 pesos. Explica que no hubo justificación para el descuento aplicado y que cuando se terminó el programa de PROSPERA les hicieron firmar una renuncia para poderles dar el nuevo contrato, pero que este llegó no solo con una considerable reducción de sus salario, sino sin las prestaciones de ley.


“Quien no lo firmara pues no nos daban el nuevo contrato que es de U013. Entonces prácticamente perdíamos toda la antigüedad que teníamos y no hubo ninguna explicación. Simplemente el nuevo contrato llegó con un sueldo más bajo, sin derecho a vacaciones, sin derecho a prima vacacional y con el aguinaldo, pero pues también el aguinaldo cada vez ha sido menos lo que nos dan a comparación de lo que nos daban en años anteriores”.

Hace dos semanas el titular de la Dirección General de Recursos Humanos, Juan Manuel Martínez Muñoz junto con el Secretario General de la Sección 37 del SNTSA, José Martín Cano Martínez, circularon un oficio a los Coordinadores Generales, las direcciones generales, los jefes de Jurisdicción, así como a las direcciones de hospitales y al Laboratorio Estatal, entre otros, dando aviso del incremento autorizado también por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.


“Sí les llegó una circular a los de base por parte del sindicato en donde dice que les van a subir el sueldo”, pero para los eventuales no hubo tal reconocimiento a su trabajo luego de meses de pandemia que aún parecen no terminar.

El problema de fondo: la falta de derechos

“Tomamos la foto del contrato a escondidas porque no nos dejan”, dice Yolanda. Los mismo que Octavio, enfermero del Hospital General de León. A diferencia de sus compañeras en Valle de Santiago e Irapuato, Octavio tiene un contrato estatal. Trabaja desde 2014 ininterrumpidamente y, sin embargo, cada año le hacen firmar un nuevo contrato, lo que entorpece su posibilidad de hacer antigüedad.

“Cuando nos dan el contrato nos lo dan a firmar, muchas veces hemos querido tomarles fotografía o sacarles copia y no nos lo permiten. Quien ha tenido acceso a los contratos es porque de pronto toma el contrato, se lo lleva 5 minutos, le toma las fotos y lo regresa firmado. Pero entre todo lo que aparece, según recuerdo, solo aparece el salario por mes, no habla de ninguna otra prestación”, explica.

Y lo mismo comentan el resto de sus compañeras, quienes puntualizan que prácticamente no tienen derecho a nada “solo a trabajar”. A diferencia del personal basificado, que cuenta con vales de despensa, bono de fin de año, fondo de ahorro, el estímulo por “concepto 30” por actividad de riesgo y vacaciones. Ellos, por su parte, solo cuentan con el rol vacacional, pero ni los llamados días económicos, que deberían pagárseles en tiempo o en dinero, se les cumple a todos.

“El incremento salarial es un beneficio que lamentablemente, no nos llega, entre otros. Principalmente ahorita se nota mucho la diferencia entre la gente que es de contrato y la gente que es de base, tanto por condiciones laborales, como por prestaciones laborales”, afirma Octavio.

Se acumula el descontento

Consuelo, que es jefa de familia, tiene seis años trabajando también para el Hospital General de León como enfermera con un contrato estatal. Ella tiene su sueldo, aguinaldo, prima vacacional y prima vacacional. “Además reducciones de sueldo”, comenta irónicamente. “Pero hay algunos compañeros que no tienen prima dominical”. Nos dice que la precariedad laboral en la que se encuentra el personal de contrato se hizo mayor con la pandemia.

“Nuestra problemática por esto de la pandemia sentimos que se agudizó. Nos sentimos sobreexplotados y a pesar de todo el esfuerzo que hicimos y que hemos seguido haciendo, como que todavía te rechacen en esa parte [el incremento salarial] sí fue así como algo que ya la verdad nos frustró”.

Ella y sus compañeros se enteraron del incremento salarial hace dos meses en “radiopasillo”. La medida se concretó también para el Hospital General de León el día 22 de octubre, a cuya directora, Angélica Maldonado Mendoza, fue dirigido el oficio de confirmación también por el director general de Recursos Humanos de la SSG, Juan Manuel Martínez Muñoz y por Bernardo Rodríguez Contreras, secretario general de la Sección 46 del SNTSA que da cobertura solo a dicho hospital.

Consuelo dice que la primer molestia comenzó con el Bono COVID prometido por el gobernador del estado Diego Sinhue Rodríguez desde abril. Este, que consistió en una tarjeta de vales por el valor de 5 mil pesos, finalmente se entregó, pero persisten las irregularidades en su entrega, pues no a todo el personal le ha llegado. Inicialmente el bono iba a ser solo para el personal de base, luego se excluyó al personal con licencia temporal, pero gracias a la presión de los trabajadores de la salud este incentivo se generalizó.

“Nos enteramos del incremento del salario como hace dos meses, porque la primera molestia fue que lo del Bono Covid solo se le iba a dar al personal de base. Esa fue como la primera que dijimos ‘¡cómo! si mucho personal de base no se metía al área covid’. Porque en realidad los que estábamos sacando la casta éramos los de contrato y no tenías la oportunidad de rechazar, de que no querías entrar por los riesgos”, dice Consuelo.

Cuando se anunció del incremento y de los vales de despensa de la SHCP a todo el personal de dependencias públicas se extrañaron de que ellos no lo recibirán, ya que han trabajado en la misma medida que el personal de base, e incluso, más que ellos, según explicaron Aleida (Valle de Santiago) y Yolanda (Irapuato), porque por la seguridad con la que cuentan los basificados, gozan de muchos privilegios.

“Lo que uno le pide a las autoridades es que nos respeten igual que a los de base, porque trabajamos igual o incluso más, porque a ellos no les exigen. A quienes nos exigen son a nosotros que somos de contrato, siempre con la amenaza de que “si no lo haces se te quita el contrato, si no funcionas se te quita el contrato, si no cumples con tu trabajo se te quita el contrato”, afirman.

¿Y cómo se accede a una base en el ISAPEG?

Octavio del Hospital General de León dice a POPLab que en él no ha escuchado de nadie desde febrero que adquiera una base laboral, pese a que el gobernador Diego Sinhue anunció bases laborales a más de 400 trabajadores de la salud, como parte los compromisos adquiridos para la no adhesión del ISAPEG al INSABI. Lo que escuchó a inicios de año fue solo de una formalización, pero no basificación como ha sido promocionado.

El tema del concurso por una plaza es algo de lo que no se habla y que no se sabe si compete a los sindicatos, a las direcciones de hospitales, a las jurisdicciones o a la Secretaría de Salud. Existen bases federales, bases estatales, formalizaciones o regularizaciones, y debajo de dichos esquemas de empleabilidad se encuentran los de contrato: los que se encuentran en precariedad y los que el gobierno de Guanajuato parece no priorizar.

“Nosotros no tenemos ni siquiera seguridad social”, dice Octavio. Y coinciden sus colegas de otras instituciones, quienes la mayoría de las veces deben cubrir sus necesidades médicas en el sector privado por no contar con ISSSTE o IMSS. Así es: personal de salud en servicio sin servicios de salud personal.

“No sé cómo sea el manejo de las plazas, de las bases —relata Octavio. A nosotros no nos promocionan, no nos avisan sobre si hay algún concurso para alguna plaza. Se supone que Guanajuato es el que se encarga de repartir dichas plazas, hasta donde tenemos entendido. Pero desconocemos si tenga que ver algún sindicato o si tenga que ver la administración incluso del mismo hospital”.

Consuelo, también del General de León dice: “Esa es otra parte con la que estamos enojados, porque se nos ha venido diciendo que ahora sí ya nos van a formalizar o regularizar, y así nos traen a puras vueltas y vueltas”. Octavio ha sabido de gente con menos tiempo que adquiere una base, incluso de personas que “abiertamente dicen que han pagado por conseguirla”. Lo único que les queda es sospechar que existe corrupción. “A todo mundo se le hace increíble”, sostiene.

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