“No son invisibles: están desaparecidos”, clamor de familiares de desaparecidos en la ribera de Chapala (Jalisco)

Foto: Claudia Souza

Las autoridades aseguran que en la ribera de Chapala no existe una “ola de desapariciones”; sin embargo, en las historias y testimonios de más de 30 familias que se hicieron presentes en la primera marcha por las y los desaparecidos en la región existen verdades que desmienten la versión oficial.

La violencia con la que suceden las desapariciones, el involucramiento de la policía municipal en muchas de ellas y el silencio de las autoridades colmó la paciencia de muchas de estas familias que, pese al miedo y las amenazas, salieron a las calles para exigir la búsqueda de sus desaparecidos.

En la ribera de uno de los lagos más bellos del país han desaparecido de manera forzada más de 30 personas en lo que va del año; sin embargo, Blanca Trujillo, titular de la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas en Jalisco, asegura que de la región sólo tiene ocho denuncias y que las desapariciones de la última semana no son “una cifra que entre fuera de los parámetros normales”.

Darwin Franco y Claudia Souza / Zona Docs

Los familiares de las y los desaparecidos en la ribera de Chapala lo tienen muy claro: “Ellos no están desaparecidos, a ellos los desaparecieron”, y lo dicen con fuerza porque en cada una de sus historias se asoma un patrón que las únicas personas que no lo ven son las autoridades municipales y estatales.

En los testimonios que logramos recabar en la que fue la primera marcha por las y los desaparecidos de esta región, las características comunes son: un grupo de hombres armados desapareció a mi familia de mi propio casa; esos mismo hombres armados ante la presencia de los policías municipales se llevaron a mi hijo del malecón; policías municipales detienen a jóvenes a los que jamás presentan en ningún separo y después ya no volvemos a saber de ellos.

Por ello, este 15 de junio quienes buscan a sus seres queridos se sumaron a la convocatoria pública lanzada por las familias de Griselda, Adán y Wenceslao, jóvenes que fueron desaparecidos bajo el mismo modus operandis, el 9 y 10 de junio.

Estos jóvenes, afortunadamente, aparecieron con vida esa misma tarde junto con otras cinco personas que también habían sido desaparecidas.

Todos fueron localizados en una casa de seguridad como aquellas que las integrantes del colectivo Guerreras Unidas por Chapala han denunciado constantemente y que la que la Fiscalía se ha negado a investigar.

La marcha inició a las 10 de la mañana en el Lienzo Charro de Chapala; de ahí se partió hacia el malecón para hacer un acto de protesta pacífica frente a la presidencia municipal, pues deseaban que el alcalde por Movimiento Ciudadana, Moisés Anaya, escuchará sus demandas y por fin aceptara que en el municipio que “gobierna” existen muchas personas desaparecidas. 

La caminata fue silenciosa, pero no así el sentir de muchas de las personas que por vez primera tomaron el valor de salir a las calles a expresar que su vida no ha vuelto a ser la misma desde que se llevaron a su padre, esposo, hermana, hermano, hija e hijo.

Una de ellas fue Adriana, hermana de Joaquín Perez Martínez de 32 años, a quien cuatro hombres armados se llevaron del malecón de Chapala a plena luz del día y bajo la mirada de la policía municipal que más que ayudarles a detener a los captores de Joaquín, les impidieron que los siguieran “para que no les fuera a pasar nada”.

Aquel 29 de abril de 2020, los policías tampoco siguieron a estos hombres que en flagrancia dispararon dos veces a Joaquín, acción que debió registrarse en la cámara de seguridad que la Fiscalía del Estado de Jalisco tiene en el malecón, pero que de nada ha servido porque en Fiscalía no se tiene información ni de los hombres ni de Joaquín.

“A él se lo llevaron cuando estaba lavando carros, primero le hicieron creer que querían sus servicios, pero después comenzaron a forcejear con él para llevárselo, pero como no podían hacerlo, lo balancearon dos veces y todo esto lo vieron dos policías, pero no hicieron nada…”.

Joaquín es padre de cuatro hijos. Su familia espera que lo busquen porque todos los datos de sus captores y de a dónde podrían habérselos llevado ya los tiene la Fiscalía, pero nada han hecho con esa información.

Las más de 300 personas que se congregaron en la marcha, llegaron hasta el palacio municipal de gobierno donde de forma simbólica se tiraron al suelo para que así pudieran ver las autoridades con claridad a cuántas personas en esta región de Jalisco, les hacen falta sus seres queridos.

Tras el acto simbólico, el micrófono se abrió para dar paso a los testimonios de las familias; no obstante, lo que comenzó a escucharse de manera unísona fue: “¡Qué baje el alcalde y todo su cabildo!”, “¡Qué dé la cara, que no sea cobarde!” y “¡Qué baje a escucharnos porque el tema de la seguridad es su responsabilidad!”.

Chapala es gobernada por Moisés Anaya del partido Movimiento Ciudadano, a quien las personas con familiares de desaparecidos señalan de omiso en su responsabilidad de brindarles seguridad y de explicarles por qué su policía ha participado en muchas de las desapariciones de sus seres queridos.

El alcalde, pese a las exigencias de sus familias, no bajó, pero sí mandó a decir que recibiría a seis personas para establecer una mesa de diálogo. Tampoco salió ningún otro funcionario del municipio a escuchar las demandas de las familias.

Al micrófono, las familias con gran dolor comenzaron a narrar cómo fue que ocurrieron las desapariciones de sus seres queridos. Mismas que han ocurrido de diciembre a la fecha; aunque existen algunas que datan del 2014 como en el caso de Felipe de Jesús Miranda Magaña quien desapareció desde 2014 y sobre el cual las autoridades se han negado a abrir una carpeta de investigación:

“No nos han querido abrir la carpeta, ni han ayudado a buscarlo en los centros de rehabilitación donde creemos que puede estar”, señaló Ana quien no dejó de señalar que las autoridades son cómplices de todo lo que pasa en Chapala.

También tomaron la palabra, los familiares de Wenceslao Mendoza, quien fue desaparecido luego de que saliera a realizar un viaje en el Uber que manejaba: “Yo quiero que me lo regresen con vida, es un muchacho bueno que trabaja para mantener a su familia”, exclamó su madre. Éste afortunadamente ya fue localizado.

Tras más de una hora de reunión con el alcalde Anaya, las familias que se estuvieron con éste comunicaron a las y los manifestantes que el funcionario reconoció que:

“la violencia rebasó su actuar; así que se comprometió con los familiares de personas desaparecidas a trabajar desde el día de hoy en la búsqueda de sus seres queridos”, así lo informó la Elizabeth Gutiérrez, hermana de Griselda a quien desaparecieron junto con Ángel, el pasado 9 de junio.

Sin embargo, algunos de los familiares presentes en la marcha denunciaron que fueron amenazados vía telefónica para que se retiraran de la manifestación por personas del gobierno municipal que les dijeron que: “se retiraran sino también les desaparecerían…”.

En la reunión con el alcalde también estuvieron presentes los encargados de la unidad de enlace de la Fiscalía Especializada en Desapariciones con sede en El Salto, la cual por circunscripción debe investigar todas las desapariciones sucedidas en la ribera de Chapala; a decir de esta instancia en todo el año sólo tienen 20 carpetas de investigación de esta región y en las últimas semanas sólo han recibido tres denuncias.

Lo cual contrasta con los testimonios de las familias presentes en la marcha, ya que todas ellas señalan que tienen denuncia ante la Fiscalía, pero que de ésta han recibido poco y nada porque la excusa habitual es que están investigando y que tienen poco personal para operar en toda la región. 

Con actos artísticos y con plegarias religiosas, las familias presentes frente al palacio municipal de Chapala fueron escuchadas por el sacerdote de la iglesia de San Francisco de Asís quien les dijo que: lo último que debe de desaparecer en ellas es la esperanza de ver volver a sus seres queridos”.

Este joven padre, además anunció que en el templo, las misas de los últimos jueves de cada mes están y estarán dedicadas a sus desaparecidos.

Mientras todo esto sucedía, las familias ignoraban que en la capital de Jalisco, las instancias dentro de la Fiscalía del Estado de Jalisco encargadas de la búsqueda de personas desaparecidas estaban por dar una rueda de prensa donde señalaron que:

“En Chapala no existe una de desapariciones y que las tres últimas desapariciones denunciadas (las de Griselda, Ángel y Wenceslao) entraban en los parámetros de lo normal”; así lo señaló la Fiscal de Desaparecidos, Blanca Trujillo.

Esta “normalidad” como la llamó la Fiscal acumula, desde diciembre de 2019, más de 30 desapariciones, lo cual se sabe porque el colectivo Guerreras Unidas por Chapala, conformado por familiares que tiene un ser querido desaparecido en la región, han llevado un registro de todas las desapariciones:

“Nosotras nos conformamos desde diciembre, pero las desapariciones vienen ocurriendo desde noviembre del año pasado, pero estos últimos meses se han incrementado, pues muchas de las compañeras tienen desaparecidos de abril y mayo. Nosotras tenemos registro de todo esto, pero aquí las autoridades no dicen nada, no ayudan en nada”.

Así lo precisó Silvia, quien busca a su esposo Martín y su hijo, José Martín, a quienes desaparecieron el 23 de diciembre de 2019. La desaparición de sus dos amores, la llevó a conformar esta agrupación con sus compañeras para exigir búsqueda y justicia.

Una de las reacciones a la primera marcha por las y los desaparecidos en la ribera de Chapala fue la localización con vida de Griselda, Ángel y Wenceslao, a quienes la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas rescató de una casa de seguridad junto con cinco personas más que también habían sido privadas de su libertad en Chapala.

El resto de las familias que asistieron a la marcha se alegraron por esta noticia; sin embargo, exigieron que la Fiscalía busque con la misma celeridad a sus familiares porque en las carpetas de investigación que se tienen abiertas está toda la información sobre las casas de seguridad donde podrían haberse llevado a sus seres queridos y, que a la fecha, jamás han sido investigadas y, mucho menos, cateadas.

Además solicitaron que se investigue a fondo la participación de los policías municipales en las desapariciones que han ocurrido en la región, ya que aseguran éstos tienen gran responsabilidad, ya sea porque han sido los perpetradores del delito o porque no hacen nada cuando hombres armados desaparecen a las personas. 

Al respecto, el Fiscal General, Gerardo Octavio Solís, en rueda de prensa señaló:

“Sin entrar en detalles, hay una serie de carpetas dentro de las cuales la Fiscalía del Estado está investigando a elementos de las policías municipales, pero al momento no hay elementos que den información sobre que exista la presunta participación de elementos de Chapala; por ello, hasta el momento, no se tomará el control de la corporación”.

En Chapala, en lo que va del año se han presentado más de 30 desapariciones cuyo principal modus operandis involucra a grupos de hombres armados que se llevan a las personas de sus propias casas o de espacios públicos; esto con la ayuda por acción o inacción de las autoridades municipales.

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