“Tiempo suspendido”: un documental sobre la desaparición forzada, la memoria y el olvido.

Colectivo Grieta

El pasado sábado 11 de mayo se proyectó el documental “Tiempo suspendido” de Natalia Bruschtein en el Rincón Zapatista, ubicado en la calle Zapotecos 7 en la Colonia Obrera. La proyección contó con la asistencia de la directora, quien contestó preguntas al público asistente.

En el documental, Natalia filma y entrevista a su abuela, Laura Bonaparte, durante los últimos 3 años de la vida de ésta. Laura Bonaparte fue una de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. A lo largo del documental vemos grabaciones donde Laura, de 85 años, rememora, y batalla contra la desmemoria de la demencia senil, las experiencias de su vida y de su lucha; también vemos grabaciones de Laura más joven, tomadas de un documental de 1979, donde narra y denuncia las desapariciones de 3 de sus hijos, dos yernos y una nuera, y la desaparición del padre de sus hijos.

La lucha de Laura por justicia y memoria, comenzó en 1975 con la desaparición de su hija ‘Noni’, durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón, antes de la dictadura de Videla. Los hijos de Laura militaban en un partido político de izquierda, el PRT-ERP (Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo). De sus cuatro hijos, Aída ‘Noni’, Irene y Víctor fueron desaparecidos entre 1975 y 1977.

En la sesión de preguntas y respuestas, Natalia Bruschtein dijo que este documental no recupera toda la historia de lucha de su abuela, prefirió enfocarse en los aspectos más cercanos al tema de la memoria y que fuera universal. Sin embargo, contó cómo Laura participó toda su vida en luchas de derechos humanos, fue observadora de Amnistía Internacional en los conflictos de Líbano, Guatemala y El Salvador, y cómo apoyó a las Mujeres de Negro en Bosnia; además en México, Laura, participó en el comité Eureka para denunciar el terrorismo de Estado y la desaparición forzada. Natalia Bruschtein también comentó como en 2010, cuando empezó el proyecto del documental, las cifras de desaparecidos en México empezaban a ser alarmantes pero no tenían la magnitud que tienen hoy en día. Por esto, el documental se vuelve incluso más relevante hoy. Las cifras oficiales en Argentina dicen que en el periodo de la dictadura, del 76 al 83, hubo 30,000 desaparecidos; en México la cifra oficial que se maneja al día de hoy es de 40,000. Natalia comentó cómo las desapariciones en México tienen un carácter distinto a las de Argentina, pues no todas se pueden achacar al terrorismo de Estado. Sin embargo, comentó que la experiencia de la desaparición es la misma: un desaparecido no está muerto, y los familiares no tienen siquiera el cuerpo para poder hacer luto.

Al preguntarle a Natalia qué pensaba ella de la conflictiva relación entre una vida de lucha por la memoria y la desmemoria vinculada a la edad, respondió que ella se había preguntado si acaso Laura Bonaparte había decidido olvidar; sin embargo, concluyó que su abuela tenía derecho al olvido, pero que nosotros no tenemos derecho a ello, y que la lucha por la memoria es algo fundamental y que es una lucha viva, como lo atestiguó en la marcha del 10 de mayo pasado.