Química Central sigue sin retirar 300 mil toneladas de residuos tóxicos

Chiara Fiorenza, León, Gto.

Aunque ya transcurrieron cuatro meses de que recibió un ultimátum para remover las 300 mil toneladas de residuos tóxicos que acumuló en sus instalaciones, la empresa Química Central de México (QCM) todavía no ha efectuado ningún movimiento, señaló el delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), José Isaac González Calderón. Los residuos contaminantes continúan sin ser removidos.

Hasta el momento, tampoco en ninguna de los ocho observaciones señaladas por la Profepa a Química Central de México ha habido avance, es decir que ninguna se ha cumplido, explicó el delegado a correo. Desde el 5 de septiembre de 2015, la Procuraduría dio a la empresa un plazo de seis meses para el retiro del material tóxico. Sin embargo, cuando ha transcurrido ya más de la mitad del tiempo, y pese a la cantidad de residuo, “no hay ningún cambio”, señaló el delegado.

Hace cuatro meses, el subprocurador de Inspección Industrial de la Profepa, Arturo Rodríguez Avitia, vino a Guanajuato y notificó que Química Central debía retirar el tóxico y subsanar ocho irregularidades encontradas en el predio; de lo contrario, se haría acreedora a una multa por 28 millones 40 mil pesos en total.

Entre ellas, destacó que la compañía no contaba con medidas y condiciones de seguridad para el almacenamiento temporal de residuos peligrosos y no acreditó que los equipos no contuvieran substancias de alta toxicidad, ni acreditó haber caracterizado los lodos o biosólidos que genera de acuerdo a la norma nacional.

Rodríguez Avitia señaló que tampoco probó haber presentado ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) el informe anual de residuos peligrosos, ni tampoco se acreditó como empresa productora de residuos peligrosos ante la instancia federal ni contaba con bitácoras de generación de residuos peligrosos. Además, no almacenó los residuos peligrosos por más de seis meses, y por último, no llevó sus desechos a ningún centro de acopio, tratamiento y disposición final.

Los vecinos de la zona reclamaron por las enfermedades causadas por los contaminantes, mismas que habían afectado a niños y jóvenes de la comunidad. Asimismo, realizaron denuncias penales para exigir que la empresa subsanara el pago de los tratamientos médicos requeridos.

Elevado costo

En octubre pasado, el titular de la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT), Juan Pablo Luna Mercado, expuso que el retiro del material podría costar a Química Central de México (QCM) hasta 800 millones de pesos, de acuerdo con un estimado que realizó una empresa de Monterrey.

Según la PAOT, una posibilidad para la disposición del material sería que este se enviara a Nuevo León, que es donde se le puede dar el tratamiento adecuado, pero todo el costo que esto implique sería responsabilidad íntegra de la compañía.

Recuento

Desde junio de 2014, la instancia federal clausuró la planta de la compañía.
Química Central se amparó el 9 de julio del año pasado contra la clausura.
El 21 de agosto 2015, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Décimo Sexto Circuito en Guanajuato, ordenó levantar el emplazamiento.
Ante el ordenamiento, la Profepa retiró los sellos de clausura el 2 de septiembre.
Al día siguiente, la procuraduría estableció un nuevo emplazamiento a la empresa, en el que daba sólo seis meses para retirar las 300 mil toneladas de cromo hexavalente abandonadas a cielo abierto.
Posteriormente, el subprocurador de Inspección Industrial de la Profepa llegó al estado para declarar que, además de la limpieza, había ocho irregularidades que QCM aún debía subsanar.

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