Activistas reclaman opacidad sobre instalación de una planta de Heineken en Yucatán; alertan contaminación y estrés hídrico

Eréndira Aquino / Animal Político

Sobre la planta cervecera de Heineken en Kanasín, Yucatán, los pobladores no han sido informados sobre los impactos ambientales del megaproyecto.

Kanasín, un municipio ubicado a 5 kilómetros de la capital de Yucatán, fue escogido para albergar una nueva planta de la cervecera Heineken, cuya construcción iniciará este año y concluirá en 2026, según anunció el gobernador Mauricio Vila en septiembre pasado. Sin embargo, a la fecha los pobladores de la zona no han sido informados sobre los posibles impactos ambientales que tendrá el megaproyecto, ni han sido consultados por las autoridades.

De acuerdo con el Consejo Ciudadano por el Agua de Yucatán, la instalación de la cervecera de Heineken podría contaminar el suelo de Kanasín, que se encuentra cercano a la Reserva Ecológica Cuxtal (15 km) y la Reserva Estatal Geohidrológica Anillo de Cenotes (40 km), además de que podría sobreexplotar los recursos hídricos de la zona metropolitana de Mérida.

Para el gobernador, en cambio, se trata de un proyecto cuya instalación en Yucatán tuvo una negociación de dos años que “vendrá a detonar la economía y oportunidades en el interior del estado” con la creación de empleos, tal como expresó en un evento en el que estuvo acompañado por el CEO de Heineken, Guillaume Duverdier.

En este evento, Duverdier afirmó que la cervecera eligió Yucatán para su nueva planta “por las oportunidades que ofrece, al ser un estado con una belleza única, una importante disposición de recursos y una gran conexión carretera y portuaria”, de acuerdo con un comunicado de prensa del gobierno estatal.

Pese a la promesa del desarrollo y la creación de empleos, los investigadores y activistas del Consejo Ciudadano por el Agua de Yucatán acusaron que las autoridades han evadido responder los cuestionamientos sobre el impacto ambiental y en la salud que tendrá la instalación de la fábrica y tampoco han dado fecha para una consulta sobre el tema, únicamente se ha llevado a cabo una sesión informativa, misma que fue anunciada en medios impresos locales y cuya participación se vio limitada a quienes enviaran sus preguntas por correo electrónico a la SEMARNAT.

Animal Político consultó al gobierno de Yucatán y a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) sobre el proceso informativo y de consulta a la comunidad, así como su postura ante la inconformidad de pobladores, activistas y académicos, con la instalación de la planta cervecera, sin que al momento de la publicación haya tenido respuesta.

La opacidad sobre el impacto ambiental

Yameli Aguilar, presidenta de la Asociación de Estudios sobre el Karst, A.C., comentó que, hasta ahora, las autoridades de Yucatán y de la SEMARNAT no han sido transparentes con la información sobre la instalación de la cervecera, ni han consultado a los pobladores de Kanasín al respecto.

De acuerdo con la investigadora, aunque la dinámica de participación en la sesión informativa se vio limitada a quienes enviaron preguntas previamente y por escrito a la SEMARNAT, algunos activistas y pobladores cuestionaron a las autoridades sobre los proyectos que se establecerán en el predio, a lo que les respondieron que eso dependerá de quiénes paguen por un pedazo de terreno, mismos que tendrán que presentar su respectiva MIA.

Hasta ahora, lo único que se sabe del proyecto es que el gobernador afirmó que la construcción de la planta de Heineken, con una superficie estimada de 133 hectáreas, comenzará este año y estará operando en 2026.

Aunque la SEMARNAT realizó una sesión informativa el pasado 19 de enero con pobladores de Kanasín sobre un megaproyecto, Aguilar señaló que la convocatoria no se difundió ampliamente entre la población, y a quienes asistieron les presentaron una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) sobre un terreno de 1,315,863.49 metros cuadrados, que únicamente contempla la “lotificación y urbanización Desarrollo Inmobiliario no habitacional Indara II”, sin que exista certeza sobre el tipo de construcción o construcciones que se prevén en dicho espacio.

La MIA particular, que aún se encuentra en proceso de la SEMARNAT, indica que el proyecto “se compone de un conjunto de predios en el cual se pretende establecer una zona con vialidades, banquetas, áreas de estacionamiento, planta de tratamiento de aguas residuales y una subestación de CFE, el resto del área será área vendible (lotes cuyos compradores realizarán los trámites pertinentes ante la autoridad competente)”.

El documento presentado por la promovente particular Ana Ligia Cetina, establece que “la propuesta que se presenta es un proyecto de inversión, que produce un impacto social benéfico. Las obras (que) se realizarán sobre el terreno están encaminadas a proveer de áreas para el crecimiento industrial de la zona”.

“El área del proyecto actualmente posee un uso de predio rústico con cubierta de vegetación secundaria de selva mediana caducifolia. Sin embargo, el proyecto contempla la permanencia de un área de conservación en donde se seguirán prestando servicios de suma importancia como la conservación del suelo, la filtración del acuífero, conservación del hábitat para la fauna silvestre, germoplasma y en general la biodiversidad de la región”, asegura la MIA.

Los riesgos de la contaminación

Cuauhtémoc Jacobo, consejero ciudadano por el Agua de Yucatán, subrayó que Kanasín es un municipio que la Asociación de Estudios sobre el Karst ha catalogado como altamente sensible a la sobreexplotación y la contaminación del agua.

“Expertos estudiosos del tema han elaborado mapas del estado para identificar zonas donde pueden establecerse proyectos y donde definitivamente no, por el tipo de suelo y la presencia de acuíferos, y Kanasín se encuentra dentro del territorio vulnerable y altamente sensible”, indicó Jacobo.

El Dr. Ángel Polanco, también integrante del Consejo Ciudadano por el Agua de Yucatán, explicó que la “vulnerabilidad extrema” de este tipo de suelo se debe a que es rocoso y está conformado por carbonatos de calcio y magnesio, lo que hace que sea “de muy fácil filtración cualquier tipo de contaminante al acuífero subterráneo”.

“Desde hace años, Yucatán está por arriba de la media nacional en cánceres, malformaciones congénitas, afectaciones al sistema nervioso central, así como otras enfermedades relacionadas con la contaminación ambiental, y desde el programa de monitoreo del agua en cenotes y pozos de agua potable se ha encontrado que el líquido no cumple con las normas oficiales mexicanas por la presencia de contaminantes, lo cual es muy delicado”, agregó.

Como ejemplos de la contaminación del suelo en el estado y sus consecuencias en la salud pública, Polanco mencionó que los estudios científicos han encontrado altos niveles de contaminantes en las reservas de agua, agua subterránea, agua de pozos, agua de cenotes y aguas costeras, por las actividades agropecuarias que abundan en el estado, así mismo, han registrado que existe presencia de plaguicidas en la sangre de mujeres mayas con cáncer y en leche materna.

Es por ello que consideró que la instalación de la planta de Heineken podría tener un impacto negativo en el medio ambiente de Kanasín y toda la zona metropolitana de Mérida: “a nivel estatal no contamos con infraestructura hidráulica para el saneamiento y para la potabilización de agua, y por ello nos preocupa lo que pueda suceder con un megadesarrollo como el que se pretende hacer”.

“Si tú vas a la población, o lees los medios locales, ya existe un estrés hídrico en Hunucmá, municipio donde está una cervecera, la población reporta que el nivel de agua en los pozos que tienen en sus casas bajó significativamente, y lo mismo puede suceder en Kanasín y área metropolitana de Mérida, pudiendo ocasionar incluso intrusión salina por las grandes cantidades de extracción de agua subterránea. Por otra parte, nos preocupa que los desarrollos vertirán los contaminantes que produzcan cerca de asentamientos humanos y zonas de conservación ecológica”, alertó Polanco.

La promesa de una industria “responsable con el medio ambiente”

Sin que se conozca cuál será el impacto ambiental de la cervecera, el gobernador afirmó que se trata de un proyecto “alineado a la estrategia de sustentabilidad de la firma internacional a nivel mundial, responsable con el medio ambiente y la comunidad desde el origen, con prácticas de circularidad que aseguren el uso eficiente de los recursos”.

De acuerdo con el anuncio del gobierno estatal sobre la fábrica, se prevé que utilizará 2 litros de agua por cada litro de cerveza producida e integrará una Planta Tratadora de Aguas Residuales, con potencial reúso en procesos propios, para otros usos e industrias.

Para el Consejo Ciudadano por el Agua, es necesario que se valoren los riesgos y que se tome en cuenta que para mantener a toda la industria que se pretende instalar en Kanasín se va a requerir millones de litros.

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