Un barco gigantesco daña un arrecife frente al puerto de Sisal, Yucatán

Texto: Herbeth Escalante / Fotos: Lorenzo Hernández / Pie de Página

Grande Senegal, un barco de 211 metros de eslora y 33 metros de ancho, encalló hace una semana en el arrecife Madagascar, a 40 kilómetros de Sisal. Los pescadores, quienes desde el 2020 enfrentan las repercusiones de la turistificación de ese puerto, reclaman acciones para retirarlo. Pero se requieren tres remolcadoras

HUNUCMÁ, YUCATÁN-Una gigantesca embarcación que transporta vehículos, de nombre Grande Senegal, encalló en el Arrecife Madagascar que se encuentra a 40 kilómetros del pequeño puerto yucateco de Sisal. Hasta el momento no se ha podido cuantificar el daño ambiental y económico que provocó el accidente ocurrido hace una semana.

Es de tal magnitud el siniestro, que se requerirán de tres remolcadores para poder retirarlo de ese bajo arrecifal, el cual es de poca profundidad y de vital importancia para la actividad pesquera y turística de los habitantes del municipio de Hunucmá.

El comisario municipal de Sisal, Miguel Antonio Ek Pech, teme que esa embarcación haya devastado gran parte del arrecife y que al momento de que lo remolquen, ocurra una destrucción mayor.

Los pescadores, quienes desde el 2020 también enfrentan las repercusiones de la turistificación de ese puerto al ser declarado por la Secretaría de Turismo como Pueblo Mágico, han manifestado su enojo por esta imprudencia del barco Grande Senegal, ya que está afectando su principal ingreso económico.

El 90 por ciento de la economía de Sisal depende de la pesca y es ahí, en el Arrecife Madagascar, en donde se reproducen muchas de las especies que capturamos. No es justo que venga un barco a dañarlo y por eso interpondremos las denuncias correspondientes ante las autoridades ambientales y la Fiscalía General de la República (FGR), para que sancionen a los responsables”, apuntó Ek Pech.

El barco pertenece a la empresa italiana Grimaldi Lines, la cual se dedica al transporte marítimo de pasajeros y mercancías. De acuerdo con el servicio de monitoreo de MarineTraffic, salió del puerto de Altamira en Tamaulipas el pasado 20 de julio y tenía programado arribar a Brunswick, Estados Unidos, el día 24.

De acuerdo con fotografías de pescadores y periodistas, transporta decenas de vehículos, los cuales se pueden observar en la parte superior de la nave.

Se trata de una embarcación de gran tamaño, pues tiene 211 metros de eslora y 33 metros de ancho, por lo que no debió navegar por esa zona de baja profundidad frente a Yucatán.

El Grande Senegal no se puede mover, está totalmente atorado. De hecho se evidencia que parte de su propela está fuera del agua, la quilla y el casco están arriba de la estructura arrecifal y la proa con dirección hacia abajo.

El Arrecife Madagascar mide más de 10 kilómetros a la redonda y cuenta con una gran diversidad de especies de flora y fauna marina, además de corales duros y de octocorales propios del Golfo de México.
Descubren maniobras irregulares

El pasado miércoles 25 de julio, aproximadamente cuatro días después del accidente, pescadores y periodistas descubrieron que otra embarcación, de nombre Atlantic Osprey, con bandera de Barbados,intentaba remolcar al Grande Senegal. El problema es que no contaba con permisos de las autoridades ambientales para realizar esa maniobra.

Los hombres de mar comentaron que le avisaron a la Capitanía de Puerto de Sisal sobre lo que estaba ocurriendo y ésta les confirmó que, en ese momento, no contaban con autorización para remolcarlo y por lo tanto desconocían si Grimaldi Lineshabía presentado algún plan de salvataje.

El Atlantic Osprey tiró dos cabos que enlazó al barco italiano para tratar de remolcarlo sin éxito alguno, operación que no estaba permitida y que habría provocado un daño ambiental mayor.

Esta acción generó el malestar de la comunidad pesquera de Sisal, pues sin contar con un plan para remolcarlo y, debido a la posición del barco, es muy probable que haya causado un daño más fuerte al Arrecife Madagascar.

Cabe mencionar que, de acuerdo con información extraoficial, inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) se trasladaron a la zona del siniestro apenas este viernes 28 para iniciar con el dictamen del daño ambiental.

En primera instancia, debido a que se trata de un encallamiento complicado, se requerirán de otros dos remolcadores para poder sacar el barco de la zona arrecifal. Sólo después de extraerlo, podrán evaluar la afectación y saber cuánta estructura se destruyó.
Grave negligencia

El director de Campañas de Santuarios Marinos de la organización civil Oceana, Miguel Rivas Soto, declaró que en este caso hay una clara y grave negligencia por parte del personal de “Grande Senegal”, ya que las rutas de navegación se basan a partir del calado de cada embarcación y, por lo tanto, no debió pasar por la zona del arrecife.

“Se trata de un descuido de alguien, dudo que los sistemas de navegación, que son demasiado complejos y que sirven para que los barcos se muevan por todo el mundo, no les hayan indicado que había un bajo, que es una zona por donde no pueden entrar porque, de lo contrario, encallaría, que fue lo que finalmente pasó”, explicó.

El experto dijo que el encallamiento provocó un daño estructural y éste aumentará cuando lo saquen con los remolcadores, por eso es importante un rápido y eficiente actuar y dictamen de la Profepa.

Rivas Soto recalcó que hay un daño cuando entra el barco y cuando sale, por lo que esperan que pronto se realice la evaluación final de la embarcación para posteriormente imponer una sanción ejemplar.

Estos accidentes no deben ocurrir. Los sistemas de navegación son complejos, no es común que un barco tan grande encalle en un lugar tan bajito, con poca profundidad. No sé quién tiene la culpa, pero sin duda es quien está a cargo de la navegación”, apuntó.

El integrante de Oceana, asociación dedicada a la conservación de los océanos, enfatizó que no se puede minimizar este daño al Arrecife Madagascar, sobre todo porque estos ecosistemas tardan miles de años en crecer.

Abundó que los arrecifes forman estructuras tridimensionales en los océanos, por lo que cuentan con cuevas y espacios que permiten que varias especies marinas puedan existir, encontrar alimento, pareja e incluso agregaciones para la reproducción. Por tal razón, son importantes como centros de biodiversidad.

En el caso específico de este arrecife, destacó que es sumamente valioso para la comunidad de Sisal, porque ahí realizan actividades como pesca y turismo. El accidente ocurrió justo en plena temporada de langosta, una de las principales pesquerías de Yucatán.

La actividad pesquera depende en gran medida de los arrecifes. El Madagascar es refugio de langosta, rubia, canané, entre otros, y también es un atractivo turístico, pues en los arrecifes se observan paisajes únicos”, señaló.

En ese contexto, Rivas Soto recalcó que la destrucción del arrecife no sólo provoca afectaciones ambientales, sino también trae repercusiones sociales y económicas, por eso los habitantes de Sisal exigen a las autoridades ambientales que tomen cartas en el asunto.

“Este tipo de accidentes no se pueden permitir, se tiene que aplicar una sanción ejemplar y, de alguna manera, resarcir el daño, porque están afectando los recursos y la fuente de trabajo de una comunidad entera”, finalizó.

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