Despidos arbitrarios, destino de comunicadores yucatecos

Rosa Santana / Proceso

Despidos sin las liquidaciones de ley o “renuncias voluntarias” ha sido el destino de al menos tres centenas de trabajadores de medios de comunicación de la Península de Yucatán. Se trata de empleados de los periódicos cuya propiedad se atribuye al dirigente priista, Alejandro Moreno… y todo, acusan los afectados, a partir de que la gobernadora campechana les cortó los gastos de publicidad.

CAMPECHE, Camp. (Proceso).–Para los trabajadores de los medios de comunicación de la península de Yucatán, 2021 fue el peor año del que tengan memoria. A los decesos que dejó la pandemia se sumaron los despidos masivos que en medio de ésta, y en condiciones arbitrarias, se dieron en los cuatro periódicos campechanos cuya propiedad se atribuye al dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, Alito, así como en los diarios regionales Por Esto!, de Mario Renato Menéndez Rodríguez, estos últimos ampliamente favorecidos por el gobierno federal con publicidad oficial.

En los medios de Alito y los de Menéndez fueron despedidos unos 300 trabajadores. Entre los afectados hay personas de edad avanzada que estaban cerca de jubilarse y enfermos crónicos o con padecimientos terminales que vieron así interrupidos sus tratamientos médicos.

En Campeche, los despidos en los diarios El Sur de Campeche, Novedades de Campeche, Expreso de Campeche y El Carmelita ocurrieron entre noviembre y diciembre, después de que el gobierno de la morenista Layda Sansores, que entró en funciones el pasado 16 de septiembre, les cortó el subsidio gubernamental a esos “medios de Alito”, como dijo ella, que ascendía a 5 millones de pesos al mes.

Esto fue revelado por la propia mandataria en una de las emisiones de su programa de televisión “Martes del Jaguar”.

Desde que Moreno Cárdenas asumió la gubernatura, en 2015, surgió la versión de que estaba “comprando” los medios locales. No se le pudo comprobar, pero tampoco lo negó.

Además de los cuatro periódicos –de los que presuntamente se apoderó mediante Ernesto Zertuche, un abogado fiscalista de la capital del país que subitamente apareció en Campeche comprando medios–, al exgobernador también se le señala como dueño de la televisora Mayavisión. El propietario original, Miguel Ángel Duarte Quijano, no dejó de figurar como tal y se convirtió en uno de los administradores de todo el conglomerado mediático de Alito e incluso, cuentan extrabajadores afectados, él fue quien personalmente se encargó de vigilar los despidos.

Extrabajadores de Novedades y El Sur relatan que semanas antes de notificarles sus despidos, ambas empresas dieron de baja ante el Instituto Mexicano del Seguro Social a todo el personal. No obstante, con la excusa de la pandemia, los hicieron trabajar desde sus casas, con lo que los gastos operativos de las últimas ediciones impresas, como energía eléctrica e internet, corrieron por cuenta de cada uno de ellos.

Declaran que fueron llamados en grupos de dos o de tres para notificarles sus despidos o hacerles firmar sus “renuncias voluntarias”, con la advertencia de que de nada serviría que demanden, porque las empresas cambiarían de razón y los afectados no tendrían entonces ya con quién pelear en un litigio por sus derechos laborales.

Aunque había trabajadores con más de dos décadas de antigüedad, no les fueron reconocidos todos sus años laborados. Además, el monto de las liquidaciones fueron tasadas según el salario con que los tenían registrados en el IMSS, inferior al real. Es decir, de 90 o 100 pesos diarios.

Los “medios de Alito” ahora sólo existen en su versión digital.

“Por Esto!”

En el caso de Por Esto!, es de dominio público el vínculo que hay entre Mario Renato Menéndez y el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien lo ha divulgado incluso en sus conferencias matutinas así como lo muestra su deferencia hacia el periodista yucateco, cuya empresa, que ahora opera como “asociación civil” con la razón social Centro de Cultura Nuestra América, recibió sólo el primer año del gobierno obradorista 60 millones 821 mil 365 pesos con 23 centavos en publicidad oficial.

Con ese monto, y bajo esa razón social, Por Esto! se posicionó en el número 12 de la lista de los medios nacionales que más dinero recibieron en publicidad oficial en 2019, lo cual fue expuesto por la organización civil Article 19 con base en el escrutinio que hizo al gasto definitivo de comunicación social de ese año que publicó la Secretaría de la Función Pública.

El pasado 29 de octubre el presidente López Obrador, durante su conferencia mañanera, que en esa ocasión tuvo lugar en la base aérea militar de Mérida, saludó a través de las cámaras a Mario Renato Menéndez, su “amigo, compañero, hermano”, quien no estuvo presente.

“No se me va a olvidar nunca de que cuando iniciamos la lucha para transformar al país, ese periódico siempre nos dio espacio y nos ayudó mucho”, dijo el mandatario. E insistió en que, cuando otros medios de información lo ignoraban, “Por Esto! siempre informaba sobre nuestro movimiento.

“Como ya Mario está, pues… joven maduro, aprovecho para enviarle un abrazo… desearle que tenga mucha salud y mucha vida”, añadió, y le expresó: “¡Tú eres parte de esto, Mario!”

El 16 de noviembre López Obrador difundió en sus redes sociales la visita de Menéndez. “¡Me dio mucho gusto recibir en Palacio Nacional a Mario Menéndez, director de Por Esto! en Yucatán. De los poquísimos periódicos que nunca dejó de darnos espacios durante el tiempo que fuimos opositores al régimen de corrupción y privilegios”.

Dos semanas después estalló el escándalo.

El 1 de diciembre la empresa despidió a toda su plantilla de trabajadores en Chetumal, con el alegato de un litigio mercantil en que se enfrascaron los hijos de Menéndez, en pugna por el periódico.

Debido a ello, desde noviembre pasado las instalaciones del diario yucateco en Chetumal, Quintana Roo, y en Ciudad del Carmen, Campeche, fueron embargadas por orden de un juez de la capital del país. Aunque en ese momento, desde sus páginas, la directiva del medio, que ahora encabeza Alicia Menéndez, hija de Mario Renato, culpó a los gobernadores de Quintana Roo, Pedro Joaquín González, y de Campeche, Layda Sansores San Román.

Mientras eso sucedía, explican algunos de los reporteros afectados (quienes pidieron no exponer sus nombres porque se les amenazó con demandarlos), Por Esto! comenzó a despedir también a su personal en Mérida, donde está la matriz. Pero lo hizo gradualmente y en bloques de 10 personas, empezando por “los de la vieja guardia”, es decir, los de mayor antigüedad, muchos de ellos fundadores del medio que vio la luz en 1991, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, y que llegó a ser el periódico con mayor distribución en la península y a tener ediciones locales en Quintana Roo y Ciudad del Carmen.

El 13 de diciembre, extrabajadores de la versión Por Esto! De Quintana Roo se manifestaron en Chetumal contra los directivos de esa empresa y lanzaron un llamado al presidente López Obrador para que vea el trato inhumano y arbitrario con que los dueños se deshicieron del personal, al que primero le redujeron el salario con la excusa de la pandemia. Luego despidieron a algunos y a otros los obligaron a renunciar, pero en ningú caso se les respetó la antigüedad ni se les pagó la liquidación de ley.

Además, los trabajadores despedidos están recibiendo el monto otorgado en pagos mensuales.

https://www.proceso.com.mx/reportajes/2022/2/5/despidos-arbitrarios-destino-de-comunicadores-yucatecos-280400.html