María fue detenida sin pruebas, la torturaron y lleva 5 años presa sin sentencia (Oaxaca)

Animal Político / Itxaro Arteta,

Los delitos por los que lleva poco más de cinco años presa María son tráfico de personas y delincuencia organizada, por supuestamente pertenecer a una organización transnacional que cruzaba migrantes hacia Estados Unidos.

María de la Concepción Sibaja Ramírez acaba de pasar su sexto Año Nuevo separada de su familia, encarcelada por delitos que no le han probado y sin sentencia. El caso lleva tres años totalmente parado porque no se ha presentado el perito ni la supuesta víctima de tráfico de personas por la que se abrió la causa penal 131/2015, en manos del Juez Séptimo de Distrito en Oaxaca, y con la emergencia por la pandemia de COVID-19 se ve más lejano todavía que vaya a avanzar.

Pero está en la cárcel porque firmó una confesión. Sí, la firmó porque asegura que los elementos de la entonces Procuraduría General de la República (PGR, hoy Fiscalía) que la detuvieron la torturaron física, sexual y psicológicamente durante horas, la manosearon desde que la aprehendieron y la amenazaron con hacerle daño a sus hijos. Eso último, sobre todo, la dobló a aceptar lo que fuera.

Sin embargo, el abogado de oficio que ha llevado su caso le dijo que mejor no denunciara la tortura, porque la aplicación del Protocolo de Estambul para comprobarla iba a atrasar más las cosas, y aunque lo ha manifestado por escrito, el juez no lo ha tomado en cuenta para investigar y descartar dicha confesión.

Su caso acaba de ser retomado para el documental “Cana”, sobre tortura a personas encarceladas, y por la organización Instituto de Justicia Procesal Penal (IJPP). En México el 64% de las personas que han sido detenidas sufrieron violencia física en ese proceso. Además, las mujeres o personas LGBTIQ+ son víctimas de tortura sexual por parte de los agentes del Estado hasta cuatro veces más que los hombres: 72% de quejas de derechos humanos de mujeres detenidas incluyen este tipo de actos.

A María se le corta la voz cuando recuerda las vejaciones que sufrió en su detención, en entrevista telefónica con Animal Político desde el penal femenil de Tanivet, a 35 kilómetros de la ciudad de Oaxaca.

“Desde que me detuvieron me dijeron que yo me tenía que declarar confesa de eso… Al principio preguntaba por qué me habían detenido, con muchas groserías me dijeron que, pues que yo me dedicaba al tráfico de indocumentados con mi exesposo y con otras gentes, y que yo lo tenía que aceptar… si no, ellos iban a ir por mis hijos. Yo les dije que sí, que yo iba a decir lo que ellos me dijeran… pero que no les hicieran nada a mis hijos… que yo iba a decir lo que ellos me dijeran que yo dijera”, cuenta sollozando.

“Después empezaron a manosearme… De ahí nos llevaron un rato a la PGR de acá de Oaxaca, y nos llevaron a SEIDO (Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada) por carretera. En el camino a México me llevaron sola, iban dos hombres, uno de cada lado de mí, atrás del coche, otros dos adelante, el que manejaba y otro. Y también me fueron manoseando. No lograron violarme porque yo iba menstruando. Y así me lo dijeron, que eso me había salvado porque a ellos les daba asco”.

Después se enteraría que por la misma causa penal habían detenido en esas fechas a otras nueve mujeres y que varias de ellas sí fueron violadas. Otra, dice, iba embarazada de ocho meses, así que le sacaron al bebé y la amenazaron con dejarlo en un albergue del DIF en lugar de con su familia para obligarla a firmar su confesión.

Cuando María se encontró en un calabozo en la Ciudad de México pensó que pronto se iba a acabar esa pesadilla porque ella no había hecho nada. Pero apenas empezaba.
De intentar migrar a ser acusada de traficante

Los delitos por los que lleva poco más de cinco años presa María son tráfico de personas y delincuencia organizada, por supuestamente pertenecer a una organización transnacional que cruzaba migrantes centroamericanos hacia Estados Unidos, y que fue desarticulada en una operación conjunta entre ese país, México, Guatemala y El Salvador.

Pero la línea del tiempo de los supuestos hechos ni siquiera tiene sentido para quienes analizan el caso. En 2012, María cruzó la frontera sin papeles, fue interceptada y deportada; el IJPP cree que ahí puede estar la clave, en que su nombre se haya quedado registrado y en los papeles que firmó sin siquiera entender, porque algunos eran en inglés.

Volvió a su natal Oaxaca, donde vivió tranquilamente tres años, hasta que en agosto de 2015 llegaron agentes federales a buscarla y se la llevaron detenida. Pero la causa penal fue por hechos supuestamente ocurridos en 2010, denunciados por un testigo protegido, del que por esa razón no hay más información, y con una mujer salvadoreña como supuesta víctima, que nunca se ha presentado a las audiencias. Sólo la agregaduría de la PGR en Estados Unidos fue la que proporcionó sus declaraciones.

“Parece que lo que hicieron fue fabricar imputaciones de migrantes que estuvieron detenidos contra otras u otros que también estuvieron detenidos, y convertir a unas en víctimas y a otras en victimarios”, explica la coordinadora de proyectos del IJPP, Araceli Olivos.

https://www.animalpolitico.com/2021/01/maria-detenida-sin-pruebas-tortura-presa/