‘Strike’ 3 al proyecto de minería submarina “Don Diego” (BCS): un triunfo para la naturaleza

Hace unos días se dio a conocer la noticia de que después de un fallo judicial, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) volverá a negar la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) al proyecto Don Diego, el cual pretende extraer más de 300 millones de toneladas de fosforita del fondo submarino en el Golfo de Ulloa, Baja California Sur.

Alejandro Olvera / Huffpost / 4 Vientos / Foto principal: barco minero frente a las costas de Amsterdam (wordminero.blogspot)

Dado que se trata de un proyecto de enormes consecuencias ambientales y que ha tenido mucha oposición, vale la pena recapitular las razones por las cuales no ha sido ni debería ser autorizado.

La empresa Exploraciones Oceánicas, filial de la transnacional estadounidense Odyssey Marine Explorations (OMEX), promovente del proyecto Don Diego, sometió una MIA ante Semarnat en 2014. Sin embargo, justo una semana antes de que la dependencia emitiera un resolutivo negativo, en un primer strike, fue la compañía quien decidió retirar el proyecto para maquillarlo y someterlo de nuevo al gobierno federal, a la semana siguiente.

Esto no fue porque hubieran hecho nuevos estudios ambientales o porque se hayan mejorado sustancialmente los existentes, sino porque tal y como lo anuncio la empresa a sus inversionistas, acordó con Alonso Ancira Elizondo, presidente del consejo de administración de Altos Hornos de México (AHMSA) y subsidiarias, una inversión y participación en Don Diego ante la deuda que ya arrastraban.

Además porque Ancira tenía conexiones con el presidente Enrique Peña Nieto.

Al mismo tiempo, Exploraciones Oceánicas estaba en pláticas con Pemex, a través de su división de Fertilizantes, para buscar una participación de la paraestatal en el proyecto minero subterráneo. En otras palabras, apostaron a las influencias y alianzas políticas en lugar de mejorar los estudios ambientales.

Así, la segunda MIA ingresó a la Semarnat el 26 de junio del 2015. En esa nueva información ambiental se reconoció que el proyecto se traslapaba con las concesiones de langosta y abulón de los pescadores del Golfo de Ulloa quienes no han sido los únicos opositores. Los concesionarios se suman al gobierno de Baja California Sur al reconocer que el proyecto se presenta en una zona donde hay un grave conflicto de índole internacional con respecto a la protección de la tortuga caguama, y que aprobar Don Diego significaba exacerbar de manera significativa esta problemática de conservación.

Por su parte, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) dijo que si el proyecto se lleva a cabo afectaría gravemente la biodiversidad del Golfo de Ulloa y Bahía Magdalena, y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) afirmó, entre muchos otros argumentos, que las medidas de mitigación para no afectar las tortugas eran “inadecuadas”.

Y así hay más opiniones, como la del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, de la Sociedad Internacional de Mastozoología Marina -la cual agrupa a los mejores expertos a nivel mundial en mamíferos marinos-, del Instituto Nacional de la Pesca, y de la cooperativa de pescadores de Puerto Chale. También de organizaciones no gubernamentales y demás ciudadanos. Todas señalando graves deficiencias al proyecto minero.

Finalmente, casi un año después de iniciado el trámite, en un segundo strike a los promotores del proyecto, la Semarnat decidió negar la autorización.

La Secretaría del Medio Ambiente argumentó que el proyecto podría ocasionar daños irreversibles al fondo submarino y afectaría a especies en peligro de extinción -refiriéndose en específico a la tortuga caguama-, toda vez que la ley en la materia establece que una MIA se debe negar cuando el proyecto pueda afectar a especies en riesgo.

Por su parte Odyssey Marine Explorations, representado por Hamdan, Manzanero & Asociados, apeló la decisión a través de un recurso de revisión ante la misma Semarnat y entabló un juicio de nulidad ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.

Fue hasta hace poco que se dictó sentencia por parte del tribunal, la cual fue comunicada de forma muy positiva a sus inversionistas. Fue tan alentadora esa notificación, que las acciones de OMEX triplicaron su valor después del anuncio; sin embargo, a pesar del fallo unánime del tribunal, la sentencia únicamente obliga a la Semarnat a emitir un nuevo resolutivo, mejor fundamentado, pero no precisa si este debe ser positivo o negativo. Por ello, adelantándose a toda especulación generada por Odyssey, fue la Semarnat quien recientemente, en un tercer strike, comunicó que volverá a negar el proyecto.

Por ahora las acciones de Odyssey -que tiene como principal ingreso la recuperación de tesoros en barcos hundidos- tienen una tendencia a la baja, y mientras no haya una comunicación formal sobre el fin del proyecto se sigue especulando con los accionistas.

Lo cierto es que Exploraciones Oceánicas debe respetar la ley y no apostar a las conexiones políticas, influencias y especulación.

La Semarnat por su parte debe formalizar su promesa en menos de cuatro meses y así “ponchar” definitivamente a Don Diego, con lo que se salvarán para el país importantes recursos biológicos del Golfo de Ulloa y Bahía Magdalena.

* Biólogo marino, ambientalista, profesor, triatleta.

http://www.4vientos.net/2018/04/30/strike-3-al-proyecto-de-mineria-submarina-don-diego-bcs-un-triunfo-para-la-naturaleza/