El periodismo en México se escribe entre violencia y precariedad laboral

Blanca Juárez / El Economista

A pesar de su contribución social, el trabajo periodístico en México no ofrece condiciones laborales dignas como regla general. El cuadro que bosqueja un grupo de investigadoras e investigadores muestra a periodistas con bajos salarios, jornadas de 50 horas semanales, cobertura simultánea de varios temas, violencia y una muy baja organización sindical.

El periodismo es fundamental para las democracias liberales, se señala en el informe Periodistas en México: Encuesta de sus perfiles demográficos, laborales y profesionales. Pero para que éste realice su función, las reporteras y los reporteros deben trabajar “libres de presiones externas, internas y agresiones” y con respeto y garantía de los derechos económicos.

La precariedad laboral en este sector está determinada por el género y por si la persona labora para un medio digital o un medio local o regional, dice en entrevista Frida Rodelo, doctora en Economía y autora de correspondencia del reporte.

Según los resultados del estudio, la mayoría de las y los periodistas (35.2 %) percibe entre 9,000 y 15,000 pesos mensuales. Sólo una de cada 10 personas que se dedican al periodismo gana más de 24,000 pesos al mes. Debido a los bajos salarios, el 41% tiene que complementar sus ingresos con un trabajo adicional en otra actividad.

Además de esto, la totalidad de las personas encuestadas señaló haber sufrido algún tipo de violencia. “Se asume que por ser periodista tienes que aguantar las agresiones, muchas son normalizadas”, señala la académica, “y ahora los datos de la encuesta demuestran que es algo generalizado”.

Para Frida Rodelo, profesora de la Licenciatura en Comunicación Pública de la Universidad de Guadalajara (UdG), las empresas periodísticas tienen la obligación de subsanar la situación de precariedad laboral a la que han llevado a su fuerza de trabajo. Y la obligación del gobierno es dejar de solapar a esas compañías, agrega.
El perfil de las y los periodistas en México

La investigación es parte de un estudio internacional coordinado por Worlds of Journalism, organización fundada en 2010 para evaluar el estado del periodismo en el mundo. Desde entonces, se han aplicado tres encuestas.

Esta vez, en México participaron 486 periodistas a nivel nacional, lo que permite identificar algunas características sociodemográficas del gremio. Por ejemplo, sólo 3% se identifica como indígena, lo cual muestra “que las minorías étnicas continúan marcadamente subrepresentadas en el ecosistema mediático del país”, señala el reporte.

En lo que respecto a la preparación educativa, sólo 9.2% tiene estudios inferiores a la educación superior y 76% cuenta con nivel universitario.

“Los resultados sugieren un periodismo sofisticado en sus valores, roles y perspectivas éticas a pesar de las limitaciones que las inadecuadas condiciones laborales y la falta de autonomía le imponen”, indica el reporte.

El 74.5% tiene un trabajo de tiempo completo y 9.5% labora de forma independiente (freelance) o por proyecto. Apenas dos de cada 10 se dedican a cubrir una sola fuente, por lo que se han podido especializar en él, mientras que el 81% abarca varios temas.

Además de la carga de trabajo con riesgo al agotamiento extremo (burnout) que provoca la cobertura multitemática, esto también limita las posibilidades de un desarrollo profesional, pues la cobertura especializada se relaciona “con mayores oportunidades para realizar periodismo de investigación y de largo aliento”.

Otro dato relevante que contiene el informe es sobre la jornada laboral. El 61% trabaja más de 49 horas a la semana, por encima del máximo que marca la legislación federal. El 26% trabaja entre 35 y 48 horas semanales y el 13% se dedica a actividades periodísticas menos de 34 horas en el mismo periodo.

Una cuarta parte de las personas periodistas en México gana menos de 9,000 pesos al mes. La mayoría, 35%, percibe entre 9,000 y 15,000 pesos. El 24% gana hasta 24,000 pesos, el 10% gana entre 24,000 y 36,000 pesos mensuales, y un grupo muy selecto de 6% percibe más de esta última cifra.

De las prestaciones básicas que señala la Ley Federal del Trabajo (LFT), el aguinaldo es el derecho más respetado, pues lo recibe el 76.5 por ciento. El segundo es las vacaciones pagadas, el 76% puede gozar de ellas; en tercer sitio está la seguridad social, el 66% cuenta con ella.
¿En qué condiciones reportaron la pandemia?

Además de Frida Rodelo, el resto del equipo de investigación estuvo conformado por Mireya Márquez Ramírez, Grisel Salazar Rebolledo, Celia del Palacio Montiel, Martín Echeverría, Armando Gutiérrez Ortega, Karles Daniel Antonio Manzo, Julieta Brambila, Josefina Buxadé, Rubén Arnoldo González, Sallie Hughes y José Luis Lemini Camarillo.

Dicho grupo académico proviene de la UdG, de la Universidad Iberoamericana (UI), la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Universidad Autónoma de Baja California (UABC), la Universidad de las Américas Puebla (UAP) y la Universidad de Miami.

El estudio también muestra las diferentes formas en la que vivieron la pandemia de covid-19 quienes se dedican al periodismo. Una buena parte del gremio estuvo “en riesgo de contagio en la calle, los hospitales y los lugares públicos para cumplir con su función de llevar la información a las personas”.

La encuesta Worlds of Journalism revela que el 89% modificó sus rutinas de trabajo para reducir el riesgo de exposición a la covid-19. También la mayoría, 77%, indicó que más de la mitad de sus artículos o contenidos fueron sobre la pandemia. Fueron las mujeres quienes más investigaron y escribieron al respecto.

En una emergencia sanitaria como la vivida en 2020, la información jugó un papel fundamental para que las personas pudieran protegerse. En este contexto, la labor de las y los periodistas fue clave para ello, pero también implicó una saturación para muchas reporteras y reporteros.

Los resultados revelan otro apunte primordial: el 42% de quienes se dedican al periodismo tuvo “un cambio en su situación laboral, su contrato de trabajo o su condición de trabajador autónomo a partir de la llegada de la covid-19”.

En menor medida, pero en una porción significativa, las y los periodistas declararon “haber sido con frecuencia obligados a trabajar en un entorno con rápida propagación de la infección”; el 20% vivió esta situación.
Baja sindicalización, menos derechos

Al hablar de las condiciones laborales en el periodismo, hay que analizar el nivel de organización gremial para la defensa de derechos humanos laborales. El equipo tras la investigación les preguntó a las personas encuestadas si forman parte de alguna asociación profesional o colegiada de periodistas, el 28% dijo que sí.

En esta medición hay un crecimiento de 3 puntos porcentuales respecto a la segunda encuesta, señala Frida Rodelo. “Pero incluso así el porcentaje es relativamente bajo y cuando comparas ese dato a nivel latinoamericano, México es el segundo país más bajo en esa variable de membresía”.

La historia de una buena parte del sindicalismo mexicano que le dio la espalda a las trabajadoras y los trabajadores es una de las causas para desincentivar la organización colectiva. En Iberoamérica, prevalece esta desconfianza, pero en México “es extrema”, señala la académica.

Y de las organizaciones existentes, son pequeñas. “Falta ver que logren tener éxito estos pequeños intentos de crear sindicatos que sean independientes y realmente cumplan su función. Porque, haciendo entrevistas, lo que me he encontrado es que la mayoría no hablan de sus sindicatos, y quienes lo hacen, refieren situaciones en las que no fue efectiva la representación”.

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