“El horizonte es la autonomía”: Compañeros del municipio rebelde Juan C. Bonilla de Puebla hablan de su lucha (I de II)

Foto: tomada de FB-La Flor Peri Odico

Colectivo Grieta, 10 de abril de 2020

 

Primera Parte

El legado de la lucha de Zapata sigue vivo en territorio poblano. Durante las Jornadas “Samir somos todas y todos” en Amilcingo, Morelos, los compañeros del municipio Juan C. Bonilla nos contaron su experiencia de lucha en contra de los proyectos capitalistas que se han intentado imponer en sus tierras durante los últimos 20 años.
El municipio Juan C. Bonilla se encuentra al Centro-Poniente del estado de Puebla, en la región Cholulteca, y está conformado por los pueblos nahuas de Zacatepec, Nextetelco, Ometoxtla y Cuanalá.

La lucha contra la contaminación del río Metlapanapa
La historia reciente de su resistencia se remonta al 2018, cuando a mediados de mayo empresarios del Corredor Industrial Ciudad Textil pretendieron construir un colector de desechos industriales que desemboca en el Río Atoyac. Los compañeros de la comunidad de Santa María Zacatepec detuvieron las obras y exigieron los permisos correspondientes.  La respuesta de los encargados de la obra arguyeron que los permisos los tenía el presidente municipal de ese entonces, Filemón Aguilar, que era del PRI. Pero era falso, no tenían permisos. Entonces se realizó un cabildo donde el pueblo decidió que rechazaban el proyecto.
Pero el problema no paró ahí ni con la entrada de la nueva administración: un año después, ya con  Joel Lozano Alameda como presidente municipal proveniente de Morena, pretendieron reactivar las obras, nuevamente, sin permisos.

Foto: tomada de FB- La Flor Peri Odico

Los compañeros contaron cómo se volvieron a hacer asambleas, en donde se acordó el rechazo de los proyectos.

“Nosotros pedíamos que nos mostraran el permiso del municipio, permiso de CONAGUA, permiso de SEMARNAT, manifiesto de impacto ambiental y pues nunca los mostraron. Entonces como pueblos decidimos hacer una asamblea pública el 14 de agosto del 2019.”

A esa reunión llegaron representantes de SEMARNAT, de CEAS-Puebla (Comisión Estatal de Agua y Saneamiento), del Aeropuerto Hermanos Serdán, delegados de Gobernación, el presidente municipal, los auxiliares y comisariados ejidales. También estaban los pueblos y organizaciones invitadas por los pueblos: el Centro Fray Julián Garcés por su trabajo para conseguir la recomendación 10-2017 de Derechos Humanos donde se establece que estas empresas se deben hacer responsables de los desechos que han tirado al Río Atoyac. También invitaron a un colectivo de mujeres que se llama “Por un Atoyac con vida”, ya que ellas tienen varios años organizándose porque sus familiares han muerto por cáncer e insuficiencia renal por culpa de la contaminación de este río y sus afluentes (los ríos Xochiac y Xopanac). Además invitaron a expertos en el tema.

 

Foto: tomada de FB-La Flor Peri Odico

 

En asamblea, se pusieron sobre la mesa las dos versiones: la del pueblo y la de los empresarios. La del pueblo estuvo sustentada con información técnica y científica;  las de los empresarios sin información, sin permisos, sin nada, con ningún respaldo. En esa asamblea el pueblo decidió rechazar el proyecto.

“En esa asamblea pública, nosotros como pueblos decidimos, por usos y costumbres, por el derecho a la libre determinación que tenemos como pueblos originarios y por la asamblea, pues negar el proyecto.”

Las empresas y el gobierno rompieron esos acuerdos e intentaron imponer con uso de la fuerza el proyecto. De esos dos intentos, los compañeros de Juan C. Bonilla narraron lo que sucedió el 30 de octubre, cuando fueron atacados por la Guardia Nacional y policías estatales. Nos dijeron que lanzaron gases lacrimógenos, dispararon balas de goma (dispararon así en horizontal, no al suelo ni al aire, dispararon a dar) y piedras, además jalonearon y empujaron a compañeras. A pesar de su despliegue de fuerza no pudieron imponer su proyecto.

Foto: tomada de FB-La Flor Peri Odico
Foto: tomada de FB-La Flor Peri Odico

La lucha es larga, no empezó hace 2 sino hace 20 años
Pero la lucha no empezó ni hace dos, ni hace diez años. Los compañeros cuentan que la lucha empezó en el 2002, en contra de las múltiples formas en que los proyectos del capital para la región han querido imponer sus formas a costa de los pueblos:

“Es desde el 2002, cuando se llamaba “Transportadora de Gas Zapata” que pasaba por San Lucas Nextetelco. Los compas más grandes se organizaron y dos veces lo replegaron a ese gasoducto.” Años después, ya se impulsó lo mismo como Proyecto Integral Morelos; pero es que -explican- todo está relacionado: el gasoducto, la contaminación del Río Atoyac, la construcción del recolector de desechos industriales… todo es parte de un gran proyecto que quiere imponer el capital en la región.

“Nosotros somos compañeros de la lucha en contra del gasoducto, de hecho el Corredor Industrial es consecuencia del Proyecto Integral Morelos, es que quieren hacer toda esa zona el corredor industrial más grande de toda Latinoamérica. Somos los mismos, digamos que el problema del capital sigue siendo el mismo, pero las problemáticas se van haciendo de diferente nombre pero se van entrelazando.”

En el 2006 quisieron imponer una carretera que iba a ir desde el Aeropuerto de Huejotzingo (Aeropuerto Internacional de Puebla) hasta la autopista siglo XXI. Viendo un mapa, queda claro que ese proyecto de carretera que amenazaba la región desde el 2006, es el mismo que hoy ocasiona los conflicto de la ampliación de la carretera La Pera-Cuautla y de la autopista Siglo XXI y que se enlazan con el desarrollo del Proyecto Integral Morelos.

Años después, en 2009, quisieron bajar una línea de alta tensión, con sus torres y todo, desde Cholula hasta la Ciudad Textil: dicha ruta atraviesa tierras de los pueblos. Otra vez se organizaron los pueblos y otra vez lo impidieron.

Los compañeros de Juan C. Bonilla explicaron cómo todo el proceso está conectado. Es decir, de la misma manera que su resistencia durante estos 20 años está enlazada por una línea de tensión, lo está el proyecto del capitalismo para la zona:

“Si nos damos cuenta, ha sido sistemático. Si nos vamos por años, 2006 es el intento de la carretera desde el aeropuerto a Siglo XXI; luego 3 años después lo de la línea de alta tensión; luego lo del gasoducto en 2012 y ahora esto del drenaje, de la ciudad industrial, bueno de la ciudad textil. La idea del mal gobierno y de los empresarios, era de que esa zona la quieren convertir en la zona industrial o el parque industrial más grande de Latinoamérica. Se está proyectando… ahorita ya hay 80 empresas asentadas, pero se está proyectando que haya más de 500. Entonces el gasoducto para ellos es fundamental porque van a conectar ramales a toda esa zona industrial, va a rodear el volcán, que es zona sísmica, zona volcánica y todo el peligro que eso representa.”

Foto: tomada de FB-La Flor Peri Odico

Los compañeros de Juan C. Bonilla explican su lucha, a través de 20 años y distintas generaciones, como una lucha en contra de un proyecto transexenal del capitalismo: no importa qué partido administre, la lógica detrás de los proyectos en la zona siempre es la misma. El capitalismo quiere sacarle dinero, quiere convertir la tierra en un territorio del gran capital. La tarea de los pueblos es clara frente a eso: nunca dejar de luchar.

Esta nota continua en una segunda parte, donde los compañeros de Juan C. Bonilla explican su horizonte de lucha…