San Bartolo Ameyalco: empujan elección para defender su agua (Ciudad de México)


Texto: Arturo Contreras Camero
Fotos: María Ruiz y Especial
Pie de Página

Vecinos de San Bartolo Ameyalco eligieron en asamblea a sus nuevos representantes ante la alcaldía Álvaro Obregón. Acusan que quienes desempeñan ese cargo actualmente son parte de una asociación coptada que se dedica a lucrar con el reparto del agua

Para defender el acceso al agua en San Bartolo Ameyalco, un grupo de vecinos decidió organizar sus propias elecciones. Designaron a sus representantes ante la Alcaldía Álvaro Obregón.

La Asociación Civil Ameyalli usurpó la representación del pueblo ante la alcaldía, acusan, y ahora se aprovecha de eso para vender el acceso a tomas de agua. “Hay vecinos que les han pagado la instalación. Ellos están lucrando con el líquido”, asegura uno de los pobladores que pide reservar su identidad.

San Bartolo es un pueblo multicentenario. Se encuentra al poniente de la Ciudad de México. En tierras altas y boscosas, húmedas. De hecho, Ameyalco significa: “lugar donde brota el agua”, en referencia a su ojo de agua. Sin embargo, desde hace años ya, el líquido escasea, llega por tandeo. En algunas casas solo ciertos días, a ciertas horas, e incluso hay otras zonas a las que sólo las pipas auxilian.

Abandono institucional

El domingo 27 las autoridades del pueblo se organizaron y convocaron a elecciones de consejeros vecinales, quienes serán sus representantes ante la alcaldía. Hay un detalle, las elecciones no cuentan con el visto bueno o el aval de ninguna autoridad.

En este ejercicio democrático reciente, pidieron la presencia de la Sepi, así como al gobierno de la alcaldía de Álvaro Obregón y ala Comisión de Derechos Humanos de la ciudad. No recibieron respuesta de ninguna de las tres instancias.

Los vecinos de este barrio reconocen que, como en muchas otras colonias de la ciudad, existe un proceso de destrucción de las instituciones vecinales a partir del cual los gobiernos de las alcaldías ganan poder y legitimación vecinal.

“Ayer, cuando estábamos en la asamblea, nos mandaron policías, asegura Cynthia Perea, vecina del lugar. “Venían de la policía bancaria en una camioneta de la delegación Álvaro Obregón, con armas. No tenían nada a que ir, porque era un proceso interno que se estaba llevando en paz.

5 años por que se reconozca su origen

A pesar de que San Bartolo es un pueblo multicentenario, en los censos, no está contemplado como pueblo originario.

En 2014, estalló un conflicto por el agua. Hubo heridos, detenidos y enfrentamientos. Los pobladores y ancianos del lugar se dieron cuenta de que necesitaban hacer valer sus derechos como pueblo originario. así que trazaron una ruta singular. Una parte de los pobladores empujó la figura de “subdelegado” y así eligieron un consejo de cuatro personas. Este consejo a su vez, gestionaría que San Bartolo fuera reconocido como pueblo originario. Con ello tendría más poder de decisión sobre los bienes naturales.

Los vecinos fundamentan la legitimidad de sus elecciones en el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, que reconoce la autodeterminación de los pueblos, y en el artículo segundo de la Constitución de la Ciudad de México, que reconoce la conformación plurilingüe, pluriétnica y pluricultural de sus habitantes.

No ha sido fácil. Apenas el año pasado, la asamblea de San Bartolo Ameyalco hizo la autoadscripción como pueblo originario ante la Secretaría de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes (Sepi) de la Ciudad de México.

En la gaceta de la Ciudad de México se enlistó como pueblo originario, pero hasta la fecha todavía no se devuelve la nomenclatura como pueblo originario.
Será hasta que se concluyan algunos trámites de delimitación de territorios y peritajes antropológicos que se dé su nomenclatura como tal.

Una asociación controla el agua

Según su registro ante el entonces Instituto Electoral del Distrito Federal, la asociación Ameyalli persigue fines medioambientales. Sin embargo, sus acciones distan de serlo, acusan los vecinos. En la asociación trabaja una persona que, con la anuencia de la Alcaldía manipula y trabaja con las válvulas de agua.

“No sabemos cuál es el criterio para que ellos controlen el flujo”, dicen los habitantes del lugar. “El Sistema de Aguas de la Ciudad tampoco nos han dicho cómo es que funciona, o por qué lo puede hacer”. Históricamente el pueblo ha aprovechado el líquido que brota de un ojo de agua. De hecho, Ameyalco significa bosque de que brota el agua, aunque hoy su acceso es restringido.

La asociación es operada por Silvia Zumaya, quien a través de Víctor Saldívar Nava no sólo controla los recursos hídricos del pueblo, sino también algunos recursos económicos, pues llevan a cabo diferentes obras que consiguen a través de su cercanía con la alcaldía. “Nunca han rendido cuentas de los proyectos que han llevado a cabo”, se quejan los pobladores.

2014: la batalla por el agua

Hace casi seis años, el 21 de mayo de 2014 el pueblo de San Bartolo vivió un episodio doloroso, que definió la historia por venir.

Aquel miércoles por la mañana, el pueblo amaneció con más de mil 500 policías en sus calles. El propósito de Seguridad Pública fue resguardar a trabajadores del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, para que conectaran el manantial que se encuentra en el pueblo con el sistema hidráulico del Cutzamala.

Pero los pobladores no tenían ninguna información de lo que pasaba. Así que se opusieron. Se desató un zafarrancho. El saldo: varios vecinos y policías heridos (uno de estos últimos estuvo en coma por varios días). Cinco pobladores estuvieron presos durante varios meses.

Divididos

En aquel entonces proyecto hidráulico dividió la población de San Bartolo: los vecinos de las colonias “de arriba” (como dicen allá) estaban a favor del proyecto, ya que no cuentan con un suministro regular de agua potable. Les decían, del grupo Ameyalli, que la obra les surtiría de agua del Cutzamala. Por el contrario, los vecinos del centro (que componen la población más antigua) se opusieron. Temían que ese proyecto otorgara infraestructura hidráulica a futuros fraccionamientos de lujo.

Esta acusación, no estaba avalada con documentos concretos. Pero sí tenía un antecedente en la historia de la zona. En los años noventa, se dieron procesos de venta de tierras ejidales que fueron utilizadas para la creación de fraccionamientos de lujo. Estos fraccionamientos, a diferencia del pueblo, sí que cuentan con suministro de agua.

Finalmente, ese proyecto sí se construyó y abastece de agua a algunas calles. De acuerdo con los vecinos, en 2014, Silvia Zumaya había tenido encuentros con el entonces delegado Leonel Luna para llevar a cabo el proyecto a partir de su asociación.

En noviembre pasado, sin embargo, de nuevo las autoridades emprendieron otra obra, ahí en el manantial, de la cual no informaron nada a los vecinos.

La esperanza de la representación

El próximo domingo Alejandro Ugalde e Irene Galloso, quienes fueron designados como consejeros del pueblo, tomarán protesta de sus cargos. A partir de eso se decidirán las acciones del pueblo para obtener la representación ante la alcaldía.

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