GUERRA EN LA CUAUHTÉMOC: “LIMPIEZA” DE PERSONAS EN SITUACIÓN DE CALLE (Ciudad de México)

Maricarmen Gutiérrez Romero y Miguel Ángel Teposteco Rodríguez / EmeEquis

Imagen: Sandra Cuevas en Operativo Diamante y “limpieza” de personas en situación de calle. (Especial)

Primera parte

EMEEQUIS.- Había que mantener la alcaldía Cuauhtémoc limpiaPero la calle no es una pieza de porcelana ni un cajón de cosas desordenadas. Es una constelación de vidas, muchas de ellas en situaciones precarias, al filo de la violencia de la policía, de las instituciones y de los clásicos y antiguos peligros que atacan desde las aceras.

En medio de una de las ciudades más grandes de todo el mundo, Sandra Cuevas, hoy flamante candidata emecista, asumió en 2021 el cargo como alcaldesa por el frente, apoyada por Ricardo Monreal, hoy parte del equipo de Claudia Sheinbaum a la Presidencia de la República. Bajo Cuevas quedó una estructura de gobierno para atender a más de 545 mil 884 personas.

Y durante su mandato vaya que ejerció el poder, ¿pero a beneficio de quién?

Quienes sintieron el martillo fueron las personas en situación de calle. Una clase de personas que está lejos de la ropa cara Dolce & Gabbana y de los vehículos de Polaris RZR PRO XP 4 que acompañaron a Cuevas durante su administración.

La Cuauhtémoc que viven las personas en situación de calle es gris, violenta, amoratada. Como en la merced, un lugar común de ajetreo donde las abejas vuelan cerca de los puestos de dulces de cálidos naranjas y guindas geométricos. En esa circulación de actividad, gritos, taloneros, un hombre desconocido (porque no quiso dar su nombre, porque no deseó hablar), se sienta en una estructura de cemento. Vive en la calle, sobrevive.

En la superficie de su mano, ¿derecha o izquierda?, le falta un trozo de carne; la herida parece infectada; al lado de la piel, un pliegue rosado del tejido desnudo grita que necesita atención médica. Pero no, se queda ahí, al lado de una avenida lejana del oro, los diamantes, los automóviles de lujo y los vestidos de marca.

***

Según el informe “Derechos humanos de las personas en situación de calle de la Ciudad de México”, existen cerca de 4 mil 352 personas en esta condición. Sin embargo, los números institucionales van retrasados, como así lo admite el propio documento publicado en 2023:

“Este organismo participó como un ente observador y de vigilancia en el censo que la Sibiso realizó en diciembre de 2022. Aún no se presentan los resultados, pero la Comisión sigue atenta a la presentación de los indicadores, pues estos permitirán a las instituciones del Gobierno de la Ciudad de México y a la CDHCM elaborar estrategias que contribuyan a garantizar el pleno disfrute y ejercicio de los derechos humanos de las personas en situación de calle”.

Este informe señala que la alcaldía Cuauhtémoc ha sido el lugar que históricamente ha tenido más personas en situación de calle. De las más de 4 mil personas en situación de calle en la CDMX, mil 303 están en la alcaldía que hasta hace unos meses dirigía Sandra Cuevas.

La alcaldesa, que en ese momento estaba en el Frente por la Ciudad de México, expresó que parte de su estrategia de limpieza de la alcaldía implicaba a las personas en situación de calle. En un video subido a sus redes sociales el 12 de enero de 2022, comentó que estaba en la colonia Doctores.

“Quiero decirles que a partir de que inició este nuevo año, dedicamos una semana completa en cada colonia; iniciamos con la colonia Doctores, quiero exponerles una problemática muy grande que tenemos”.

Luego de quitarse el cubrebocas, sobre una calle pulcra y gris, comentó: “Son todos aquellos que no les gusta el orden, tenemos coches en doble fila, tenemos muchos negocios que se están desbordando”.

“Tenemos personas en situación de calle, tenemos mucha gente que tiene problemas con las adicciones y vienen y toman las calles; quiero comprometerme con todos ustedes a tener orden en lo que es la ciudad judicial”. 

Explicó que parte de ese “orden” era balizar, podar, ordenar, “quiero comprometerme a que va a haber cambios significativos alrededor del mercado Hidalgo y por supuesto, a las afueras del hospital”.

“Es mi responsabilidad darles una buena alcaldía (…) necesitan limpieza, necesitamos que se vean bonitas las calles, vamos a dedicar toda esta semana y si es necesario la próxima para poder cambiar la colonia Doctores”.

Detrás del museo del Museo Nacional de Arte y a un kilómetro de Palacio Nacional, está recostado Marvin. Está durmiendo sobre el piso histórico del centro. Su piel está roja en el pecho, sobre su tatuaje negro que le cubre parte del costado superior del dorso. Llama la atención porque debajo de un mechón de pelo negro, que parece haber sobrevivido a una rasurada dispareja, hay una herida que apenas se alcanza a cubrir con las costras.

Porque la vida en la calle es una herida, literalmente.

Dice que tiene 35 años, sin familia. Su rutina, clara, es “andar en la calle, nada más”. Luego, dice que tiene menos años: “Tengo como 30 (…) tengo unos 27 (en la calle) (…) yo aquí nací allá en Perú, en la calle de Perú (…) tengo un tío en Perú”.

Lo que más le gusta hacer es dormir. Se acomoda la mano en la cabeza y usa el codo para recargarse en el piso. Protege su cuerpo con lo que parece un mantel que tiene el color del cielo, clarito.

—Si pudieras decirle algo a la gente de tu vida, ¿qué les dirías? 

—Que no se droguen, ¿no? 

—¿Tú consumes alguna droga? 

—Sí. 

—¿Cuál? 

—Cocaína. 

Dice que lo que más le late es el trago. Tonayan: “Pero a veces, también, tengo que tomar muchi agua y comer porque, cuando duermo, duermo hasta cinco días”.

“Duermo aquí y si no en Filomeno Mata (…) o si no allá en Madero”. 

¿Cómo se hirió la cara? Relata que fue por una pelea amorosa; que una novia, “La Harley”, que le gusta mucho, que está muy guapa, tiene un esposo. Que ese hombre lo golpeó.

Marvin es un hombre delgado. De su alimentación, cuenta que come pizzas, pollo: “Y luego voy a los restaurantes, ya me topan, él señor viene y le dice a los trabajadores que me den”.

—¿Y tú sientes que el gobierno ha hecho algo por ti?

—¿Pues qué?

—¿Sabes quién es la Jefa de Gobierno?

—La Shembac.

—¿El presidente?

—El Peje.

***

Luis Enrique Hernández Aguilar es una autoridad en la defensa de las personas en situación de calle en toda la ciudad. Su organización, Caracol A.C. recopila decenas de testimonios de personas protegidas que han sufrido violencia por formar parte de estas poblaciones. A él le queda muy claro el papel que ha tenido Sandra Cuevas en la violencia contra las poblaciones callejeras, junto con el gobierno central, antes encabezado por Claudia Sheinbaum y hoy por Martí Batres Guadarrama.

En entrevista, explica un poco de cómo funciona el mecanismo que excluye a las personas, dejándolas a la merced de las calles. 

“Nosotros desde el Caracol hemos insistido que desde 2018, cuando llegamos a la nueva administración, en noviembre, empezaron (…) los operativos contra la población de calle”.

Los operativos han hecho que la población se disperse “y evidentemente no queda en grupos, como lo conocíamos antes, sino como en grupos más pequeños”.

Para él, la gente en situación de calle sufre “a dos fuegos”, por un lado “el gobierno central que tiene estos operativos, te digo que desde el 2018, 2019 y ahora que está Sandra Cuevas en la alcaldía, los operativos (…) ella todo lo hace público, de la manera más cruda los desalojos”. 

“Como ustedes han documentado, ( la población en situación de calle) sufre daños más graves a nivel físico y mental (…)” derivados de esta situación.

Señala que en su organización tienen testimonios de personas cerca del metro Garibaldi: “Donde hablan del hostigamiento por parte de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana adscritos a la alcaldía, personal de la alcaldía, SIBISO (Secretaría de Inclusión y Bienestar Social)”.

“Hay un testimonio de una familia que de manera directa señala a la alcaldesa que los amenazó con quitarle a sus hijos; tenemos otra familia a la cual sí se llevaron (a infantes) en un operativo donde la alcaldesa de manera directa señaló a esta familia”.

“Le quitan a sus hijos por lo tanto, es más difícil encontrarlos y hemos tenido que ir a buscarlos a zonas mucho más complicadas; tenemos niños y niñas con alto estrés, con miedo, hay un testimonio de un niño que un policía sacó su pistola y le disparó a su perro, porque su perro lo iba a defender del operativo”. 

Hernández explica que la pistola quedó a 10 centímetros de la cabeza del niño “que estaba abrazando a su perro protegiéndolo”. Fue una escena más de brutalidad policiaca para una de las poblaciones más vulnerables de la ciudad.

***

Es 2023. En esas historias, y en los recorridos por la alcaldía, aparece la mano de Sandra Cuevas. Las casas construidas con trozos de cartones, muchas veces encontrados en la basura, son retiradas ante la aplanadora impulsada por la entonces alcaldesa y su Operativo Diamante, cuya intención es eliminar a los comerciantes  y otros intrusos. Sin embargo, los comerciantes siguen colocando sus extensiones sobre las banquetas, amparados por trámites que se pueden realizar en la alcaldía.

Para otras personas, las que sobreviven en las inclementes calles, la historia es un torbellino de rápidos avances de patrullas, gritos y golpes policíacos. 

Incluso la activista Victoria Sámano mostró cómo los equipos de “limpieza” de Cuevas se llevaron las pertenencias de una mujer en situación de calle. Un convoy de al menos diez personas comenzó a desarmar el lugar. En las imágenes se puede apreciar a una mujer que intenta rescatar sus pertenencias, pero los uniformados se lo impiden, la acorralan e incluso provocan que se golpee contra la cortina de un comercio.

“Lo que hace @SandraCuevas_ y la @AlcCuauhtemocMx con las personas en situación de calle, se llaman actos de limpieza social y vulneran derechos humanos”, escribió Sámano en la cuenta X (antes Twitter).

***

En uno de los recorridos por las calles de la alcaldía Cuauhtémoc, Hernández dice que es “muy fácil” llegar a estar en situación de calle: “Basta con quedarse sin redes de apoyo”.

Es un recorrido con reporteras de EMEEQUIS para hidratar a personas en situación de calle. En el  camino, Hernández dice que el llegar a la calle no distingue entre personas con o sin profesión, con familia o sin ella. Tampoco distingue edades.

Porque cualquiera puede acabar en esa situación. 

En el recorrido, un hombre de la tercera edad, moreno, alto, camina con muletas. Se le ofrece un suero, aunque dice que no le es posible dejar el vicio de la Coca-Cola. Es una broma banquetera. El hombre es un ex profesor pensionado que ha decidido vivir en la calle. Su familia tiene casa, pero él se desplaza bajo el abrasador calor de junio. La Cuauhtémoc es su hogar, al igual que el de cientos de personas como él, que cruzan semáforos, calles y tiendas, hasta que alguien los vuelva a molestar.

https://m-x.com.mx/investigaciones/guerra-en-la-cuauhtemoc-limpieza-de-personas-en-situacion-de-calle/