Ignoran a jornaleros (Zacatecas)

NORMA BERNAL/NTRZACATECAS.COM, 19 de agosto de 2019.

Miles de jornaleros llegan cada año a El Mineral a trabajar y obtener recursos que les permitan sobrevivir, al tiempo que su presencia genera un cúmulo de discursos de las autoridades municipales, estatales y federales, sobre la atención y apoyo a este sector, aunque sólo se quedan como letra muerta, pues las acciones no se concretan.

Desde abril y mayo, principalmente a las comunidades Río Florido y San José de Lourdes, llegan los trabajadores del campo a levantar las cosechas de lo sembrado en El Mineral, principalmente tomatillo.

NTR Medios de Comunicación realizó un recorrido por la zona jornalera donde se constató que su vida nómada les da para medio comer, pero la realidad es que viajan familias de más de 20 personas con grandes carencias en alimentación, salud y vivienda, ante la simulación de gobiernos que dicen invertir millones de pesos a favor de los jornaleros; sin embargo, no reciben lo prometido.

El lugar en el que se encuentran huele a inmundicia, la mayoría son cuartos de lámina y bodegas que carecen de servicios, como agua y luz; lo que salta a la vista permite conocer de golpe la precariedad y las pésimas condiciones de sanidad.

Este año, en especial, desaparecieron varios programas de los tres órdenes de gobierno, por lo que no existe apoyo para instalar un lugar digno para la alimentación de los trabajadores, a pesar de que abrieron un comedor, el cual sólo duró un mes.

En la comunidad Río Florido cientos de jornaleros vagan por las calles, las cuales, cabe señalar, estaban llenas de basura y sin ningún control sanitario; los entrevistados aseguraron que nunca recibieron beneficios por parte de alguna autoridad federal, estatal o municipal.

“La comida que nos echamos a la boca es la que nosotros preparamos o que compramos; el comedor es para niños, pero ya no les dieron nada y ahora pues quién sabe qué hagan esas mamás que ahí los dejaban en el día”, expuso José Hernández, jornalero originario de Guanajuato.

José es uno de los jornaleros de mayor edad, quien a sus 88 años aseguró que todavía trabaja en el campo como cualquier otro; afirmó que su salud está bien, sólo que los años ya le pesan y los dolores de pierna lo llevaron a acudir al Centro de Salud de la comunidad, donde no tenían medicina, por lo que tuvo que gastar lo que ganó en el día para comprar el medicamento en una farmacia.

A su lado estaba su compañera y amiga Margarita Ramos, de 76 años, quien entre risas mencionó que ellos estaban mejor de salud que cualquiera.

Explicó que siempre en todos los lugares que visitan, incluido Fresnillo, nada más les prometen cosas buenas, pero nunca les cumplen, aunque es algo a lo que están acostumbrados.

Para muchos jornaleros ya es tiempo de partir, el corte de tomatillo y tomate terminó, aunque ahora tienen que hacer lo posible para reunir recursos para el pasaje de regreso a sus lugares de origen, ya que no todos lograron ahorrar, en especial los hombres, quienes gastan gran parte de lo que ganan en bebidas embriagantes.

Tal es el caso del esposo de Alicia, quien es de Guerrero, entre las calles de la comunidad se encontraba con tres de sus cuatro hijos en búsqueda de una limosna para comer, mientras su esposo estaba tomando, sus hijos enfermos de gripe y de la piel, con zapatos que apenas les cubrían los pies y ropa rota.

“Trabajo para mis hijos, pero ya acabó; íbamos a irnos, pero el marido ya tomó, ahora hay que esperar para ir a Michoacán a trabajar”, explicó.

Otras mujeres apenas y pueden hablar si está cerca el esposo, ya que por sus usos y costumbres no se los permiten, así que sólo ven, escuchan y callan, como Juanita, que apenas empezaba a hablar de su vida y en cuanto su esposo la vio, se retiró entre gritos de reproche.

La mayoría de los jornaleros mencionó que ganan 200 pesos por camión lleno de producto, dinero que apenas les alcanza, pues hay que pagar renta y necesidades personales; el alimento es deficiente, un desayuno raquítico de café y huevo y por las noches una comida, principalmente frijoles.

Foto: NTR, Zacatecas

Jorge Méndez Sifuentes, nutriólogo y encargado del comedor de jornaleros en Río Florido, lamentó que de los apenas 55 niños que se atendieron, por lo menos 12 tenían desnutrición y dos de ellos de manera severa, pero al no saber quiénes eran sus padres se les atendía lo mejor posible con lo que se tenía.

Sin embargo, en este año el comedor tan sólo abrió un mes, a pesar de que autoridades del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (SEDIF), Municipio, secretarías del Campo (Secampo) y de Desarrollo Social (Sedesol) estatal, afirmaron que este año brindarían apoyo.

“Los niños jornaleros cuando no son bien alimentados se les ve un abdomen abultado, su piel manchada, pero al venir al comedor se les trataba de dar una buena ración”, expuso Méndez Sifuentes.

La vida de un jornalero es cíclica y mientras la salud se los permita regresarán cada año a levantar las cosechas de tomatillo, ajo y tomate, por lo pronto se preparan para emprender un nuevo viaje a otra entidad, para trabajar en el campo.

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