Según reportes en redes sociales, Artemio desapareció en el trayecto al mismo rancho donde elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) localizaron 487.2 kilogramos de sustancia con características de la metanfetamina, en un operativo que la tribu yaqui rechazó y atribuyó a la intención de justificar la presencia del Ejército Mexicano para luego entregar el territorio a concesiones mineras.

Esto ocurrió la noche del pasado 11 de julio y, al día siguiente, las autoridades tradicionales ofrecieron una conferencia de prensa para asegurar que, de ser necesario, defenderán sus tierras con las armas.

La desaparición de Artemio no es la primera en las últimas semanas en territorio yaqui, pues el 17 de junio se perdió comunicación con Lorena Josefina Valenzuela Esquer, joven originaria del pueblo de Vícam y hermana de Mario Luna, activista y vocero yaqui. Lorena desapareció cuando iba a trabajar a una maquiladora en el municipio de Empalme, a poco más de 40 minutos de distancia, pero fue localizada con vida por la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE), cuatro días después, en el municipio de Puerto Peñasco, a más de siete horas de distancia de su comunidad.

 

El mismo día en que Lorena desapareció, se localizó el cuerpo del activista yaqui Tomás Rojo, desaparecido desde el 27 de mayo.

Además, el 8 de junio, Luis Urbino, líder yaqui y defensor del agua en Sonora fue asesinado en Ciudad Obregón al retirar dinero de un cajero automático.

Artemio Arballo, otro integrante de la tribu yaqui, desaparece en Sonora