Presumen automotrices recuperación, pero GM desprotege a sus trabajadores frente al COVID (Guanajuato)

Obreros denuncian violaciones a sus derechos laborales luego de haberse contagiado, a la fecha van 13 fallecimientos; incertidumbre alcanzaría a los más de 7 mil empleados que regresan a la planta luego del paro navideño

Empleados de General Motors Silao que habrían contraído COVID-19 por contacto dentro de la planta y quienes, a pesar de haber avisado y pactado con las autoridades de recursos humanos sus tiempos de convalecencia, denuncian que no se los hicieron válidos y terminaron despedidos, esto, con la complicidad del sindicato local, afiliado a la CTM.

La industria automotriz y de autopartes representa el 74% del total de las exportaciones de Guanajuato. Luego de una marcada caída del 56% durante el segundo trimestre de 2020, las cifras del INEGI indican una importante recuperación económica durante el tercer trimestre: las ventas al exterior superaron las del mismo periodo de 2019, con un monto de 6 mil 717 millones de dólares, esto, gracias al capital humano, ese que ahora se descuida.

Concluidas las fiestas de fin de año, miles de trabajadores de General Motors están reintegrándose a la planta con miedo a contagiarse de COVID y con incertidumbre de si serán respaldados por su empresa, si finalmente contraen la enfermedad.

Desde al 9 de abril a la fecha se han registrado al menos 13 fallecimientos por esa causa en la planta Silao, dos de los cuales ocurrieron al cierre de año. Son al menos 20 contagios entre trabajadores, sin contar a sus familiares, cinco de los casos corresponderían a trabajadores activos.

Entre las quejas contra la empresa está el que no se da un adecuado seguimiento a la cadena de contagios entre los equipos de trabajo, ya que no aplican pruebas PCR ni se sanitizan completamente las áreas cuando surge un positivo, solo se descarta la enfermedad en el resto del grupo con un cuestionario escrito. Del aislamiento, ni hablar.

Letrero en los baños de la planta. Fotos: especiales
Letreros en los baños de la planta. Fotos: especiales

Sergio Contreras, quien hasta septiembre pasado fuera un destacado LED —Líder de Equipo—, con una carrera intachable de 26 años dentro de la empresa, denunció que tras contagiarse y superar el virus, fue hostigado por GM para renunciar.

Él decidió no atenderse en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), aunque en todo momento estuvo comunicando a la empresa la evolución de su padecimiento y que habían acordado que sus días de convalecencia serían tomados, si no como incapacidad, sí como días con permiso sin goce de sueldo. Finalmente fue despedido por “faltas injustificadas”.

Uno de los directivos de Recursos Humanos que lo presionó para renunciar enfermó de COVID en los siguientes meses y el mes pasado falleció.

Protocolos incumplidos

Aunque el corporativo General Motors manifiesta que “el bienestar y la seguridad de nuestros colaboradores han sido y serán nuestra máxima prioridad”, y que desde marzo de 2020 se cuenta con acciones enfocadas a cuidar de su personal, extrabajadores aseguran que las normas sanitarias realmente no se cumplen. “El que tengas gel en tu área” no es gran diferencia, “¿por qué no instalan túneles de sanitización cuando se entra a las áreas comunes, como la planta, los baños, el comedor?”, cuestionó Sergio Contreras.

También aseguró que no se da el seguimiento adecuado cuando un trabajador que resulta positivo al virus SARS-CoV-2: los contactos inmediatos dentro de la planta son llamados al servicio médico no para hacerles la prueba PCR, sino solo para aplicarles un cuestionario escrito sobre síntomas, y como bien se sabe, se puede ser asintomático y aún así, contagiar a la familia. Tampoco se estarían sanitizando las áreas donde estuvo trabajando la persona contagiada.

“Y el sindicato, en lugar de ayudar a la gente, está del lado de la empresa”, lamentó que de nada sirvan las cuotas que les descuentan a los miles de trabajadores, “¿a dónde van a dar todas esas cuotas?”.

No es justo que manden a los trabajadores al matadero para mantener sus inversiones, ni la empresa ni ese sindicado “charro”, lamentó.

El abogado Francisco Arrona, quien asesora a trabajadores inconformes con la relación laboral y sindical, agrupados en “Generando en Movimiento” asegura que las irregularidades en incapacidades y liquidaciones ocurren desde mucho antes de la pandemia, pero que ahora se vuelven más notorias, porque las demandas están paradas, a veces con razones tan absurdas como que el actuario no encuentra el domicilio de la planta GM, lo que origina cansancio y fastidio, forzando a muchos a firmar una indebida renuncia voluntaria con una liquidación menor.

Foto: GM Silao.


Testimonio de Sergio

A partir el 11 de septiembre me presenté a trabajar, solo para descubrir que “todos los días que estuve enfermo me los pusieron como faltas injustificadas”, pese a que se había pactado en que serían puestos como días con permiso sin goce de sueldo, “eso no lo respetaron”.

Sergio Contreras cuenta que comenzó a sentirse mal el 14 de julio, durante el turno de la mañana en la planta. Acudió normalmente a comedor, fue entonces que empezó a tener dificultades para comer e incluso para respirar, por lo que acudió a su líder de grupo para comentarle la situación. Este le pidió que fuera al servicio médico de la planta, pero él no quiso ir porque era conocido que simplemente los canalizaban al Seguro Social, “pero yo no quería ir ahí por el grado de contagios que ahí había, además de la atención”, que no era la mejor, así que le avisó a su jefe que su esposa iría por él para llevarlo a un médico particular.

Con la anuencia del jefe, el trabajador acudió a un consultorio privado, donde el médico, tras un análisis de sus síntomas, le informó que “lo más probable era COVID”, por lo que ordenó radiografías y otros estudios, que evidenció ser positivo al virus, por lo que comenzó el tratamiento, el cual resultó exitoso “y todavía estoy aquí”.

Sin embargo, tuvo que permanecer incapacitado, por lo que avisó a la planta y cuando su líder de grupo le pidió la incapacidad, algo que solo puede conceder el Seguro Social, para justificar las faltas, “pero yo, asustado y mi familia, asustada, dijimos no vamos a ir al Seguro por tanto contagio. Mi esposa me comentó «Al Seguro entras vivo y a lo mejor sales muerto, por lo que prefiero atenderte con un particular»”.

Por ello, acudió al sindicato de la planta, el “Miguel Trujillo López” de la CTM, para buscar su apoyo, y nada pudieron hacer, tampoco con el servicio médico de GM, la respuesta era la misma: “se requiere la incapacidad”.

Sergio, de 54 años y hasta entonces, una persona sana, se vio obligado a tomar, a falta de opciones, sus once días de vacaciones. Debía regresar a la planta el 7 de agosto, sin embargo, él todavía no se sentía bien ni tampoco recibía aún el alta médica, por lo que trató de convencer al personal de GM para que manejara sus días de convalecencia como permisos sin goce de sueldo, esto incluyó una entrevista con Dora Luz Lara Navarro, coordinadora de Recursos Humanos de General Motors, quien accedió a este acuerdo, para que el trabajador regresara sin ningún problema a su puesto una vez superada la enfermedad.

“Ya con que no me pagaran los días, con que me los dieran como permisos, estaba bien”.

Imagen: Google Maps.

Su regreso a laborar

Ya sintiéndose mejor y con la aprobación de su médico, el trabajador se presentó a trabajar el 27 de agosto, con todas las medidas necesarias, sin embargo, al día siguiente, se sintió mal. Sus compañeros de planta también lo notaron. “Como sea, terminé mi turno”. Y el lunes que acudió con su doctor, este le dijo que tenía una pequeña recaída, por lo que le indicó regresar a su casa para convalecer otra vez.

Otra vez tuvo que hablar con la gente de GM… “Unos dos días antes de entrar, mi jefe inmediato, Francisco Castillo, vino y me preguntó cómo me sentía. Le dije que ya me sentía mucho mejor”, por lo que le preguntó su situación como trabajador, si podía regresar a la planta. Castillo le dijo que sí, “me dijo Todos estos días que no has podido venir a trabajar, te los he estado poniendo como permiso sin goce de sueldo, estás dado de alta en todo, puedes regresar”.

Confiado, Sergio regresó a GM.

Esa mañana fue requerido en Personal por Dora Luz Lara, quien lo entrevistó a un pequeño cuarto no sin antes, pedirle que dejara su teléfono celular afuera. Aunque Sergio afirma que protestó, fue obligado a eso.

Durante la entrevista se enteró que sus ausencias se estuvieron manejando en realidad como faltas injustificadas, y le exigieron firmar un acta administrativa bajo ese concepto, pero Sergio se negó, ya que con una sola falta provocaría su baja como LED —Líder de Equipo— “y que me manden a la peor estación de ensamble para que renuncie y no va a pasar eso”.

La licenciada le dijo que solo firmando podría continuar trabajando, Sergio lo rechazó, ya que no fue lo acordado: que sería permiso sin goce de sueldo. Todo esto ocurrió en presencia de un representante del sindicato, quien se excusó de brindar su apoyo, pues comentó que solo estaba ahí para ser testigo de la firma del mismo. El trabajador pidió entonces que esta persona se retirara, puesto que en realidad no le estaba prestando ninguna ayuda.

Se retiraron tanto el representante sindical como Dora Luz, y se presentó ante él el gerente general de Recursos Humanos, Julio Arce, quien reconoció el expediente intachable, sin faltas, sin retardos en 26 años en GM y su trayectoria como LED. Sergio comenta que el directivo le cuestionó “¿Qué pretendes?”, él le dijo que lo único que quería es seguir trabajando. “Si yo no me hubiera contagiado en planta, yo ahorita estaría trabajando a gusto y no teniendo problemas con ustedes”.

Posterior a esto, regresó a su turno y le avisaron que al día siguiente tenía que presentarse nuevamente ante la dirección de Personal; él, comprendiendo que seguiría el acoso para firmar ese documento que equivalía a la renuncia voluntaria, decidió ya no asistir y comenzó a buscar un abogado.

El equipo de sanitización que se le provee a los trabajadores. Foto: especial

Un virus que llega a ser fatal

Sergio recordó que uno de los integrantes de su equipo, Gilberto “N”, fue de los primeros que se contagió de COVID y poco después falleció. Y a los tres o cuatro días, el propio Sergio presentó síntomas de la enfermedad, por lo que él cree que de ahí procedió el contagio.

“Él se enfermó un sábado, el lunes ya no regresó, sólo me habló por teléfono para avisarme que se sentía mal y que se iba a ir al Seguro, duró incapacitado 3 días, regresó a valoración en servicio médico de la planta, y lo regresaron porque no estaba bien”. A los dos días, Gilberto falleció.

“Para mí fue una noticia muy fuerte, porque era mi muchacho, éramos muy buenos amigos, …él fallece y a los tres días, yo comienzo a sentirme mal”. Gilberto habría sido el quinto trabajador de GM fallecido que se atendió en el IMSS, de ahí que Sergio le haya tomado desconfianza a ese servicio médico y que su familia decidiera que no se atendiera ahí.

Cabe destacar que el propio gerente de RH, Julio Arce, con quien Sergio discutió ese último día en la planta, se contagió de coronavirus en los siguientes meses y falleció en diciembre pasado.

Otro caso fue el de Fidel “N”, quien el último día de labores antes del paro navideño, el 19 de diciembre, trabajó casi toda su jornada con evidentes síntomas de COVID y solo fue atendido en Servicio Médico hasta las 3 de la tarde. Falleció seis días después, el Día de Navidad. ¿Cómo fue que pasó los supuestos filtros, que iniciaron antes de las 6 a.m., que los trabajadores se bajan del transporte e ingresan a planta?, se cuestionan los integrantes de “Generando Movimiento”.

Luego está el hecho de que hay empresas proveedoras que sí hacen pruebas PCR a sus trabajadores, mejor ellas que General Motors, una empresa que se enorgullece de ser “de fama mundial”, “¿es que acaso no tiene dinero para eso?”, cuestionó Israel Cervantes, otro trabajador que pelea una indemnización justa previa al problema del coronavirus.

Al respecto, la justificación que da el sindicato, a donde también se llevó esta queja, es que “el contagio no fue dentro sino afuera de la planta”.

Entre los derechos que Sergio y otros dentro de este grupo pelean es que se respete el reconocimiento oficial de la enfermedad COVID-19 como riesgo de trabajo en trabajadores IMSS, durante el periodo de contingencia, y que se les paguen sus sueldos.

Respecto al sindicado, el trabajador contó a POPLab cómo ha dejado en el desamparo a sus agremiados: uno de los contagios más recientes, el de José Luis, una persona en el grupo vulnerable, tuvo que volver a trabajar y quien al sentirse mal acudió con el sindicato en busca de apoyo económico para atenderse de forma privada, pues no quería ir al IMSS. Ellos solo le dieron 600 pesos. El trabajador tuvo que acudir a los servicios públicos. El 19 de diciembre falleció.

Foto: GM.

Contagios, fuera de planta: GM

En respuesta al cuestionamiento de POPLab sobre las medidas que General Motors está tomando en la planta de Silao ante la contingencia sanitaria por el COVID, la empresa respondió que cuenta con medidas de mitigación de riesgo de contagio y trabajo seguro en las plantas.

“Es necesario precisar que no consideramos que haya riesgo al interior de GM Silao, porque tenemos un estricto protocolo de seguridad sanitaria que incluyen el uso de equipo de protección personal, lavado constante de manos, el suministro de gel antibacterial, toma de temperatura, distancia física y flujo de personas controlado en los accesos, entre otras medidas. Sin embargo, tenemos conocimiento de que personas en Silao han dado positivo a COVID-19 tras haber estado expuestos fuera de la planta. Por respeto a la privacidad de nuestros colaboradores y sus familias, no compartiremos más detalle”, explica el comunicado enviado a este medio por Ireri Herrera Sandoval, coordinadora de Comunicación Corporativa.

Además, la empresa asegura que en sus instalaciones “fue piloto de las pruebas que realizó el IMSS para el regreso seguro a la reactivación de actividades económicas en México y se puede consultar nuestra Guía de Estrategias Operativas COVID-19 de forma pública en (este enlace)”.

En otro comunicado emitido sin firma y que circuló esta tarde, se asegura que “En meses anteriores recibimos tres inspecciones de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y una del IMSS, sin que se hayan presentado observaciones respecto al cumplimiento de protocolos o riesgos a la salud de los trabajadores. Todas las revisiones han sido satisfactorias”. En el mismo también se afirma que cuando algún empleado ha resultado positivo al virus “tras haber estado expuesto fuera de la planta”, se les identifica y se aisla oportunamente para mitigar cualquier riesgo.

Testimonios de trabajadores afirman que “fue el año pasado donde fueron con una visita programada”.

LAMADO A LA CORDURA

Durante un foro realizado este martes, los integrantes de Generando Movimiento expusieron sus recomendaciones a las autoridades, a la empresa y al sindicato: que ahora que hay semáforo rojo se pare la producción con sueldos completos, que la planta sea sanitizada por completo al igual que el transporte de personal y que si un compañero va a trabajar con síntomas, el conductor tenga la capacidad de bajarlo o reportar la situación para que tome otro vehículo o alguna otra medida emergente de seguridad sanitaria. Que las incapacidades se den como enfermedad de trabajo y no general, para no afectar la economía familiar y sobre todo, que hagan las pruebas COVID necesarias para que cada persona tome los cuidados que se requieren para cortar la cadena de contagios.

https://poplab.mx/article/PresumenautomotricesrecuperacionperoGMdesprotegeasustrabajadoresfrentealCOVID