Vinculan a proceso a feminicida que mató a su madre a machetazos, en Oaxaca

Proceso / Pedro Matías.

OAXACA, Oax. (apro).- El Juzgado de Control dictó auto de vinculación a proceso a Julio C. L. S., quien a machetazos privó de la vida a su propia madre, la calcinó y enterró en el patio de su domicilio particular ubicado en la agencia de Agua Dulce, Huajuapan de León, Oaxaca.

De acuerdo con la causa penal 173/2020, el 27 de junio pasado, entre las 5 y 6 de la mañana, el presunto feminicida agredió con un objeto corto contundente (machete) a su madre, Reina, privándola de la vida. Posteriormente prendió fuego al cuerpo y lo inhumó.

Al iniciar una búsqueda por el delito de desaparición, los días 27 y 28 de junio, la Vice Fiscalía Regional de la Mixteca realizó un cateo en la vivienda, luego de lo cual obtuvo la orden de aprehensión.

El 2 de julio pasado, elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) detuvieron al presunto feminicida y lo presentaron ante la autoridad judicial que lo requirió.

En audiencia, luego de validar los datos de prueba proporcionados por la Fiscalía General de Justicia de Oaxaca, el juez de Control determinó vincular a proceso a Julio C. L. S., a quien impuso la medida cautelar de prisión preventiva y otorgó cuatro meses para el cierre de investigación complementaria.

Violencia contra mujeres adultas

Según registros de Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad, los feminicidios, la violencia familiar y las desapariciones suman 89% del total de agresiones contra adultas mayores en lo que va del gobierno de Alejandro Murat Hinojosa. Y son los hijos varones quienes ejercen el 71% de la violencia familiar contra las mujeres de 60 años o más.

En México hay más de 15 millones de personas de 60 años o más, y seis de cada 10 son mujeres. De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2010, en Oaxaca más de 400 mil personas se encontraban en la tercera edad, lo que representa 10.7% del total de habitantes en la entidad.

La vejez es una etapa de vida que comienza a los 60 años. La Ley de Derechos de Personas Adultas Mayores (LDPAM) establece que las personas en esta edad deberían ser protegidas por la familia y la comunidad, y el Estado debería sancionar cualquier acto de violencia que ponga en riesgo su persona, bienes y derechos.

Sin embargo, la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2010 demuestra que en México 17.3% de las mujeres de 60 años o más sufren algún tipo de violencia, ya sea emocional, económica o física.

El registro de Consorcio Oaxaca, realizado del 1 de diciembre de 2016 al 6 de julio de 2020, detalla que 42 mujeres adultas han sido asesinadas. De ese total, 14 fueron víctimas de violencia familiar, ocho están desaparecidas, cinco terminaron con su propia vida y tres sufrieron una violación.

El 88% de los feminicidios en la entidad no cuentan con datos sobre la relación de la víctima con el agresor. Sin embargo, 12% de los asesinatos de mujeres de 60 años o más han sido perpetrados por los hijos, nietos, familiares y conocidos. Los Valles Centrales, Costa y Mixteca suman 69% del total de asesinatos contra este grupo etario.

En la categoría de violencia familiar, Consorcio encontró que 71% de los agresores son los hijos varones y 29% los esposos, familiares y/o conocidos. Las agresiones van desde insultos y golpes hasta el intento de feminicidio.

Por otra parte, la desaparición de mujeres en Oaxaca no respeta condición física ni edad: las adultas mayores representan el 0.9% de los 830 casos registrados durante la administración actual. Las víctimas se encuentran en un rango de edad de entre 64 y 94 años.

Datos del Informe sobre Violencia de Género en el Contexto de la Pandemia por Covid-19 reflejan que en México el sustento de al menos 6.1 millones de mujeres depende de la economía informal y ventas diarias, y la proporción de las que dependen de este tipo de ingresos aumenta en estados con altos índices de pobreza como Oaxaca (Consorcio Oaxaca, 2020), de ahí que muchas adultas mayores se vean obligadas a salir de casa.

Ya sea para vender productos u ofrecer servicios, podemos encontrarlas en las calles y mercados, en espacios públicos y comerciales, urbanos y comunitarios; otras tantas permanecen en casa al cuidado y crianza de sus nietos, sin que esto garantice mayor seguridad, pues la pandemia invisibilizada que representa la violencia feminicida en la entidad termina por convertirlas en víctimas indirectas de desaparición y asesinato de sus hijas que salieron a buscar empleo y jamás regresaron con vida.

En tal sentido, Consorcio Oaxaca exigió al gobierno del estado vigilar que el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) garantice a las personas mayores la denuncia ante las autoridades competentes –cuando sea procedente– de cualquier caso de maltrato, lesiones, abuso físico o psíquico, sexual, abandono, descuido o negligencia, explotación y en general cualquier acto que las perjudique, como lo establece el artículo 22o. Fracción VI de la LDPAM.

Asimismo, sancionar el delito de feminicidio conforme al artículo 412 del Código Penal del Estado de Oaxaca, así como el de desaparición forzada previsto por el artículo 348 Bis D del mismo código.

A la ciudadanía le pidió permitirse conocer más a las personas ancianas de la familia, el barrio o la comunidad, encontrando en su experiencia sabias respuestas que, en este aislamiento físico, mas no emocional, resultan indispensables.

De igual manera, tener a la mano un directorio con datos de instituciones u organizaciones civiles que ofrecen apoyo médico, terapéutico y legal a las mujeres adultas mayores que puedan estar en riesgo de sufrir violencia familiar o cualquier otro tipo de agresión a su persona.

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