Liberteatro In yolotl: la construcción del libreto colectivo

COLECTIVO GRIETA

El nombre del Colectivo Liberteatro In Yolotl está compuesto por un juego de palabras: Teatro libre, e “In Yolotl” que en lengua náhuatl significa: “en el corazón”. El colectivo de teatro libre para el corazón, es un colectivo solidario, que se ha agrupado alrededor del estudio y el teatro.

Son un colectivo conformado por estudiantes, maestros, trabajadores administrativos, un médico homeópata, un carpintero, y una compañera que actualmente trabaja alrededor de la defensa de derechos ambientales y humanos.
Algunos integrantes han salido, se han incorporado otros, pero todos y cada uno de ellos han hecho posible a Liberteatro.

Tal vez sin saberlo, la historia de Liberteatro comienza a gestarse con la iniciativa que impulsaron el CNI y el EZLN durante el Quinto Congreso Nacional Indígena en octubre del 2016 en el CIDECI UNITIERRA, Chiapas, en donde proponen nombrar un Concejo Indígena de Gobierno cuya palabra sea materializada por una mujer indígena, delegada del CNI que contienda para la presidencia del país en el 2018, esto con la finalidad de organizar y fortalecer la resistencia y rebeldía en defensa de la vida; después vendría el proceso organizativo de recolección de firmas para buscar el registro de María de Jesús Patricio Martínez, Marichuy, vocera del CIG.

En el mes de septiembre de 2017, se hicieron dos asambleas estatales en la ciudad de Guadalajara para apoyar la recolección de firmas del CIG y Marichuy: una en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente y otra en la Universidad de Guadalajara; en estas asambleas se propusieron comisiones: de difusión, de adquisición de celulares, entre otras; una de ellas fue la comisión de expresión artística por medio del teatro y la música, desde ese momento, las personas interesadas en participar con el teatro, se dieron cita en el Rincón Zapatista de Guadalajara; no eran previamente un colectivo, eran individuos con interés en el teatro que tenían en común que querían apoyar llevando el pensamiento del CIG a otros espacios, y ser un medio para recolectar firmas utilizando el arte escénico como herramienta.

Durante esas asambleas se acordó que habría que ir a las plazas a presentar la propuesta del CIG y a juntar firmas, esto, tendría que ser buscando formas amables y lúdicas de acercarse a la gente: se hizo una mesa de gráfica, se hicieron carteles, una mesa de música con canciones alusivas a la propuesta y otra de artes escénicas.

Los compañeros decidieron participar en la iniciativa promovida por el CNI y el EZLN después de que analizaron que la propuesta no era exclusiva hacia los pueblos originarios, era una propuesta de vinculación de gente de abajo y a la izquierda con gente también de abajo, que tuvieran problemáticas en común; en este sentido un compañero vio la necesidad de organizarse alrededor de esta propuesta por el miedo y la violencia que se viven en las calles, por la necesidad de empezar a construir un futuro mejor, vio en la iniciativa del CNI “una esperanza para cambiar el país pensando en nuestros hijos”.
Otra compañera se sumó al proceso por ver la propuesta políticamente ética y honesta, “es lo que quiero para mí y para los que están cerca de mí”.
Una compañera estudiante nos comparte: “nunca había visto mas allá de la plática, por ejemplo, en la escuela solo hay el jardín de filosofía y se sientan a charlar y ya, y más allá de las pláticas, nunca había visto una organización que de verdad funcionara y por eso me jalé para acá”
Un compañero de Michoacán que estudia en Guadalajara consideró importante llevar la teoría a la práctica: “lo que entendí y que me llamó, y me hizo ser parte de la propuesta, es llevar a la acción la parte de lo que hemos estado viendo en la escuela y todo lo que platicábamos, y los temas que vemos que van más en este aspecto social, fue como una forma de llevar una idea a la acción y empezar a conocer a otras personas que también están haciendo lo mismo”.
Para otros compañeros que ya se organizaban con el CNI, encontrarse en Guadalajara con otros compañeros y conformar el colectivo de teatro fue importante para continuar con el trabajo que ya no podían realizar por la lejanía con su municipio, vieron en esta iniciativa la oportunidad de volverse a integrar a los trabajos del CNI, no romper vínculos y seguir participando activamente.

Durante la entrevista, los compañeros valoran que después del proceso de recolección de firmas para buscar que Marichuy apareciera en las boletas electorales, el proceso de aprendizaje y adquisición de conocimientos ha sido más fuerte, la relación con otros colectivos se ha visto materializada por las diferentes actividades que han realizado en apoyo a éstos o en conjunto, como con el festival que se realizó para juntar fondos para que compañeras de Guadalajara pudieran asistir al Primer Encuentro, Internacional, Político, Artístico, Deportivo y Cultural de Mujeres que Luchan, que a nombre del CCRI-EZLN convocaban las Comandantas Jessica, Esmeralda, Lucía, Zenaida y la niña Defensa Zapatista, en el Caracol de Morelia, zona Tzotz Choj, Chiapas, del 8 al 10 de marzo del 2018.

También se sigue trabajando en una propuesta que impulsan compañeros de la Juventud Comunista en Guadalajara, en donde han invitado a Liberteatro y a diversos colectivos de la ciudad a crear un Frente Anticapitalista.

Dentro del apoyo y el ejercicio de tejer redes, también han participado en el municipio de Tonalá en una iniciativa que trata de usar y recuperar los espacios públicos que están en riesgo de usurpación como es el Cerro de la Reina que ha estado asediado por proyectos inmobiliarios de negocios, y a decir del colectivo estos proyectos inmobiliarios lo que traen consigo son despojo del espacio público: “…ahí por ejemplo en el cerro de la Reina ahí estuvieron juntando firmas y coincidimos recolectando firmas, entonces, ellos tiene un festival que hacen cada año para defender su cerro, su consigna es: ‘defendamos el cerro de la Reina’ y nos invitaron al festival y presentamos la obra, y como la obra tiene esas partes de: ‘esta es la llave de la rebeldía’ o esta es ‘la llave de la autonomía’, también hay una ‘llave que se llama el cerro de la Reina’, porque cuando nosotros hicimos la obra nos inspiramos localmente en la lucha de ellos, entonces, fuimos a presentarla allá, porque ellos nos vieron en el festival que se realizó para juntar recursos para que fueran las mujeres al festival de mujeres en Morelia, entonces fuimos y presentamos la obra y fue otra de las chambas que se hizo ya fuera de la recolección de firmas”.

El trabajo de Liberteatro se realiza fundamentalmente en las calles, eso incluye los ensayos que realizaban los domingos en donde la gente los podía ver en el parque Tucson, o en la Rambla Cataluña del andador Escorza en donde se disputaban el espacio con exposiciones de autos.
La primera presentación que tuvieron para recolectar firmas, la realizaron en el Expiatorio, una zona importante de Guadalajara donde han participado con compañeros artesanos que se han organizado en esa plaza pública.
Igual se han presentado en la colonia popular Polanco, en el tianguis cultural, en el Cerro de la Reina y también en el foro cultural Andén en donde colaboraron para recolectar fondos para que compañeras asistieran al Encuentro de Mujeres en el Caracol de Morelia. Acompañaron a Marichuy en el andador Escorza en Guadalajara y en su paso por Tuxpan.

La solidaridad entre colectivos que se encontraron en la iniciativa del CIG y de recolección de firmas es una constante, esto ha posibilitado juntar esfuerzos y hacer posible el traslado de compañeras en el caso del Encuentro de Mujeres en marzo, o en el caso de Liberteatro, para que pudieran asistir al Encuentro de Redes y al CompArte 2018 que se realizaron en agosto de este año. Una compañera que es parte de un colectivo de teatro sensorial llamado Ecos de nuestro pasado, pudo conseguir y prestarles recursos a Liberteatro para que pudieran presentarse en la tercera edición del CompArte, la compañera del teatro sensorial consideraba importante la participación de Liberteatro ya que: “era una obra muy bonita que representaba mucho de la lucha que estábamos viviendo y que era muy importante que la presentáramos allá y que su forma de apoyarnos y que permitió que fuéramos, fue dándonos dinero de parte del colectivo que ellos tenían”, lo que sigue, dicen los compañeros, será tener una relación más estrecha con ese colectivo de teatro y empezar a juntarnos para otros eventos e ir de la mano.

Los entrevistados dicen que el colectivo es muy nuevo, e identifican dos etapas en su proceso organizativo: la primera consistió en empezar a conocer a más compañeros en la recolección de firmas o durante el camino de Marichuy en el estado de Jalisco en donde pudieron encontrase con universitarios y otros colectivos; concluyendo con la recolección de firmas pueden identificar una segunda etapa en donde se dieron cuenta que se habían conformado como colectivo, valoran que comprendieron el espíritu de la propuesta del CIG que era organizarse con otras personas, y en su caso, esto alrededor del teatro, y por otro lado, trabajar con otros colectivos, como por ejemplo, con colectivos del Cerro de la Reina, Ecos de nuestro pasado y las Juventudes Comunistas, entre otros.

El colectivo de teatro libre resuelve la escenografía reutilizando ropa o diversos materiales, para los vestuarios cada quién lleva ropa que tenía que puede servir para interpretar a los personajes o se fabrica. Para la escenografía se llevan diversos materiales: conos de plástico para delimitar un imaginario ring de lucha libre, el compañero carpintero colaboró con madera, otra compañera elaboró una máscara con papel maché y yeso, etc. En el caso del transporte y la alimentación cada quien pone su parte, si a alguien le hace falta, se resuelve de forma colectiva.

No sólo la escenografía, vestuario, transporte y alimentación se resuelve entre todos, el guión de la obra y la lucha también son pedazos de historia del día con día que no sólo viven los integrantes del colectivo, sino que incorporan a la obra luchas que se encuentran en su entorno, las historias de la obra se han construido con los actuales integrantes y con otros compañeros que pasaron por el colectivo.

El guión se empezó a construir desde las primeras reuniones, hacían un ejercicio donde cada integrante llevaba media cuartilla o un pedazo de guión en donde la idea era contar una historia que tenía que ser una lucha: contra quién luchaban y como resistían, esto implicaba contar problemáticas y formas de solucionarlo, así fueron apareciendo diversas luchas: una persona a quien habían querido hacer firmar un contrato fraudulento en su trabajo, era la lucha de un trabajador contra el patrón que quería engañarlos; otra historia de una señora que cuenta desde que sale de su casa, atiende a sus hijos, se la parte en el camión, lucha contra la gente en la calle, se protege, llega a su trabajo, la friegan en el trabajo, etc., y así fueron apareciendo varios guiones que tenían una estructura particular; el objetivo era que el guión fuera colectivo. Lo que siguió fue que tuvieron que formar una comisión que fuera responsable de darle forma al libreto y le dieron todo ese material, fueron los encargados de hacer la redacción final, pero no sólo eso , el guión también iba surgiendo de los ejercicios escénicos que hacían en los entrenamientos y había situaciones que les parecían importantes y los incorporaban al guión, éste constituido por ideas que surgieron por escrito e ideas que surgieron en la acción, todos tenían la tarea de aportar al guión y ya la comisión le dio cuerpo.

Para construir colectivo y guión, es necesario el estudio. De forma paralela y como una necesidad para construir el guión, Liberteatro también se ha constituido como colectivo de estudio político. Leer sobre las propuestas del CIG, comunicados del EZLN, historia del CNI, se hizo necesario para poder construir el libreto, que finalmente se convirtió en una actividad paralela del colectivo.
Una compañera estudiante de licenciatura considera que la realidad se salió de los libros: “en el salón nos dan clase de anarquía, organización social, ética y de todo esto; pero mas allá de la escuela, creo que el CNI nos enseñó que con organización, todo se puede”
Actualmente el colectivo acude junto con otros colectivos a un taller de estudio en el Rincón Zapatista Guadalajara sobre las cuatro ruedas del capitalismo.
Otro compañero nos comparte que se puede imaginar el colectivo sin teatro pero cohesionado alrededor del estudio.

¿Qué sigue para Liberteatro?, por el momento los compañeros están redactando otro guión para la comunidad del Nuevo Poblado Tuxpan, Jalisco, el guión es una historia oral que cuenta como surge la comunidad a través de varios campamentos que se instalaron hace aproximadamente 50 años, tienen la idea de impulsar la obra para quien desconoce la historia de la comunidad y de esta forma participar en ella. Dos compañeros del colectivo son originarios de esta comunidad y han encontrado espacio en el colectivo para seguir organizados y con esta herramienta artística volver a su comunidad.
También tiene la idea de hacer algo de teatro para niños y seguir divulgando las que ya tienen.

Durante la entrevista, Liberteatro nos platica sobre su experiencia al asistir al encuentro de redes de apoyo al Concejo Indígena de Gobierno, y al Comparte 2018: “Por la vida y la libertad” que se realizó en agosto de este año, en el Caracol de Morelia, Chiapas; tuvieron los tiempos muy ajustados debido a que no tenían claro si podían ir, principalmente, por no poder costear el viaje “no teníamos contemplado del todo la idea de ir porque no podíamos pagar el viaje pero ya después nos dieron el apoyo y pudimos ir, no teníamos como tal un discurso para llevar allá, lo teníamos pero no trabajado, nuestro papel fue mas de ir a escuchar a los demás colectivos y redes, y cual había su proceso organizativo, sus experiencias, ver como había sido para nosotros eso mismo y cómo intentar aprender sobre lo que le había pasado a cada uno, pero era distinto porque la mayoría de los colectivos y las redes que participaron habían tenido una función muy enfocada hacia las firmas, es decir, su análisis era muy técnico de alguna manera, entonces nuestro proceso fue un poco distinto porque fue acompañar esas mesas de firmas con esa herramienta artística y en eso también nuestros balances diferían un poco, pero fue muy reconfortante saber que había otras muchas personas organizándose en algunos otros lados y también uno de los discursos de los que más decían era que entre ellos no se conocían antes del proceso de las firmas, entonces también en eso nos vimos reflejados, en eso que decían porque nos había pasado algo parecido, por ejemplo, conocimos a unas 3 o 4 chicas de Querétaro que no se conocían antes del proceso de firmas, ahora habían viajado juntas a Chiapas y se veían como si hubieran conformado una pequeña familia a partir de esta convocatoria, es otra de las cosas que sentí que sí nos podemos ver reflejados”.

Las iniciativas de los compañeros de los pueblos originarios obligan a organizarte nos dicen: “una de las cosas que más me han movido es: la capacidad y la inteligencia que tiene los compas al hacer una propuesta como esta, y que luego, por ejemplo, nosotros que no nos conocíamos, ahora tengamos un círculo muy cercano, compartamos muchas cosas y nos veamos cada cierto tiempo, también esto se debe en gran parte a que los compas nos convocan a organizarnos y casi nos obligan a hacerlo, nos obligan en un sentido necesario, de acuerdo a lo que piensas y estas sintiendo en el lugar en el que vives, pues nosotros vimos necesario organizarnos, y eso impactó en nuestras vidas al conocer a otras personas, impactó en la forma en que nos relacionamos nosotros mismos y con los demás”.

El mismo compañero agrega: “En el encuentro de redes, a mí me toco estar en una de las mesas escuchando, nunca había estado en una mesa tan grande con los compas zapatistas, fue algo chido, me traje muchas cosas para trabajar en lo personal y como colectivo, me vine nutrido, traje muchas cosas en las que creo que podemos trabajar como colectivo, muchas ideas, como la seguridad, muchos colectivos hablaban sobre la seguridad que hacen entre ellos, como hacer un grupo de contactos colectivo para estarse llamando por teléfono y avisarse a que hora salen de casa, a que hora regresan y en qué punto de la ciudad están, se me hizo interesante, fue una propuesta que hicieron unos compas de la Ciudad de México, y se me hizo chido traer ese tipo de ideas para sentirnos un poco más protegidos entre nosotros.
En relación al Comparte la neta fue una experiencia muy chida, me vine muy contento, haber participado fueron muchos nervios, yo creo que todos, antes de la obra una 1 hora antes ensayamos y fuimos un desastre, no nos salía la obra pero al final pues ya nos controlamos y dijimos: a divertirnos”.

Para otra integrante del colectivo fue importante sentir el aprecio, la aceptación y compartir la felicidad de los compañeros que se encontraban en el encuentro de redes, sobre todo de los compañeros de las comunidades Zapatistas con quien también se identificó cuando presentaban sus obras de teatro, era significativo que tanto en los barrios de Guadalajara como en las comunidades autónomas, el teatro fuera una herramienta más para contar sus experiencias organizativas, su historia y hacer llegar el pensamiento sobre la necesidad de luchar contra un enemigo en común: el sistema capitalista.

Liberteatro fue el primer colectivo que se presentó en el CompArte, un día antes en la noche les asignaron lugar y hora, tuvieron que ensayar antes de presentarse: “ nos levantamos temprano y ensayamos, estábamos tensos, nadie nos hablábamos y se nos olvidaba el texto, tuvimos ahí una plática, y ya nos dijimos que nos íbamos a divertir y salió lo que salió, y el hecho de que los compas lleguen ahí y te presten toda la atención nos hacía sentir bien, y, al mismo tiempo un poco presionados por no saber como nos iba a salir; ese sentimiento de estar rodeado de los compañeros de las comunidades fue muy reconfortante para empezar a actuar y creo que nos salió chido, y pues ya dejando de lado nuestra experiencia escénica, también el ver como los compas conciben su propio arte y su forma de hacer teatro está chido, y eso nos da algunas ideas para hacer otras cosas, o gentes de otros países también tuvieron ahí su acto, fue algo que como grupo nos hizo sentir mas cohesionados, más en conjunto, en colectivo y fue una experiencia chida”.

Para otra compañera, las obras de teatro eran clases de historia que se entendían de manera sencilla, pero también de cómo funciona el colectivo para resolver cuestiones técnicas escenográficas: “me agradaron mucho las obras de teatro que presentaron ellos, porque eran muy entendibles por la forma en que estaban organizados para montar y desmontar el escenario, así como muy a tiempo, en cada una de la obras fue una clase de historia del Zapatismo, lo entendí y lo asimilé muchísimo mejor que cuando lo leo; una de las cosas que yo me acerqué a decirle a un grupo de participantes del Caracol de Oventic, era el agradecimiento por hacer más sencillo a través del arte el compartir su experiencia de su proceso de autonomía, quedó tan claro, que es como un aprendizaje para nosotros que queremos seguir en este proceso, es realmente un aprendizaje de sencillez y honestidad a través del arte”

Después de terminar de presentar la obra, compañeros zapatistas se acercaron para pedirles el guión o algún número para poder comunicarse, tuvieron que repartir los guiones que llevaban sin importar que estuvieran subrayados y tachoneados, “un compa insurgente nos dijo que le gustaría montar la obra en el lugar de donde es él, no recuerdo de dónde era, le gustó mucho la obra y quería compartirla con la gente”.

Por el momento Liberteatro prepara otros guiones, se encuentra en un taller de estudio sobre las cuatro ruedas del capitalismo y sigue conformando redes para caminar juntos en la lucha por una vida digna.

Para quienes pidieron una copia del guión durante el evento y ya no alcanzaron, pueden contactar al colectivo por medio de facebook: Liberteatro in yolotl