Festival por el Lago de Chapala reunió a pueblos ribereños en defensa del lago más grande de México (Jalisco)
Imagen: Maro Marlo
Durante más de once horas, habitantes de la ribera, activistas, artistas y comunidades extranjeras en Ajijic participaron en el Festival por el Lago de Chapala, un encuentro cultural y de protesta pacífica que visibilizó los riesgos de los proyectos de nuevos acueductos y exigió la restauración integral de este ecosistema vital.
Mario Marlo / ZonaDocs
El domingo 31 de agosto, el Parque Ecológico La Crucita se convirtió en el escenario de un encuentro que combinó música, danza, teatro, talleres y protesta social. Durante más de once horas, cientos de personas provenientes de los pueblos de la ribera, Guadalajara, colectivos ambientales, activistas, artistas locales y extranjeros residentes en Ajijic participaron en el Festival por el Lago de Chapala. La consigna que unió a todas y todos fue defender el lago más grande de México y exigir que las autoridades asuman un compromiso real con su restauración integral.
El encuentro, convocado por el Frente de Pueblos de la Ribera del Lago de Chapala, tuvo como objetivo central visibilizar la importancia cultural, ambiental y social del lago, al tiempo que se informaba a la población sobre los riesgos que representan los proyectos de nuevos acueductos como el Chapala–Guadalajara y la Presa Solís. Los organizadores denunciaron la falta de consulta a las comunidades ribereñas, lo que consideraron una violación a sus derechos como pueblos originarios y guardianes del lago.
El Lago de Chapala, con una extensión de 1,112 km² y una capacidad de 7,897 hm³, es el cuerpo de agua dulce más grande de México y uno de los más antiguos del planeta, con más de siete millones de años de existencia. Forma parte de la cuenca Lerma–Chapala–Santiago, de la cual dependen alrededor de 20 millones de personas, y se encuentra repartido entre los estados de Jalisco y Michoacán, en once municipios ribereños. Ocho de ellos pertenecen a Jalisco y tres a Michoacán.
Además de su relevancia ambiental, Chapala tiene un valor cultural sagrado para los pueblos originarios cocas, wixárikas y nahuas, quienes han mantenido prácticas ancestrales como la pesca y la agricultura, hoy amenazadas por la sobreexplotación del agua y la contaminación.
Durante el festival, se instalaron mesas de información en las que se compartieron datos y diagnósticos elaborados por organizaciones como el Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (IMDEC), Corazón de la Tierra, académicos y defensores del territorio. De acuerdo con estos documentos, el lago no solo es fuente de alimento y empleo para miles de familias de la ribera, también cumple un papel fundamental como regulador del clima regional, recarga acuíferos y alberga a más de 350 especies de aves migratorias y residentes. Su riqueza natural y cultural fue reconocida internacionalmente en 2009, cuando recibió la designación de Sitio Ramsar, lo que en teoría obliga a su conservación. Sin embargo, los pueblos ribereños han denunciado que dichas medidas se han limitado a lo simbólico, mientras que los proyectos de extracción de agua avanzan sin estudios públicos ni procesos de consulta.
Uno de los principales reclamos del festival fue la denuncia del Acueducto Sustituto Chapala–Guadalajara impulsado por el gobierno de Jalisco, este busca asegurar el abastecimiento de agua para el Área Metropolitana de Guadalajara, pero sin garantizar que los actuales acueductos sean clausurados. La obra se encuentra en fase de elaboración de proyecto ejecutivo, a cargo de la empresa Proyectos y Construcciones de Ingeniería Hidráulica y Civil S.A. de C.V., en asociación con Frais Proyectos y Edificaciones S.A. de C.V. El costo ha sido estimado en 6,500 millones de pesos.
Para los pueblos de la ribera, este acueducto representa un riesgo porque, al priorizar el suministro a la metrópoli, deja de lado los problemas estructurales del lago, como la contaminación, la pérdida de especies y la falta de restauración. Además, cuestionan que se destine un presupuesto millonario a infraestructura en lugar de atender las fugas del SIAPA o reducir las descargas contaminantes en la cuenca.
Otro de los proyectos es el Acueducto Presa Solís, promovido por el gobierno federal y el de Guanajuato,esta obra busca trasladar cerca de 120 millones de metros cúbicos de agua al año desde Acámbaro hacia municipios industriales como León, Celaya, Irapuato, Salamanca y Silao. Con un costo de 15,000 millones de pesos, este acueducto amenaza con reducir aún más los escurrimientos hacia el bajo Lerma y el Lago de Chapala, poniendo en riesgo su nivel de almacenamiento.
Al respecto, los pueblos ribereños advirtieron que este proyecto rompe con los acuerdos de distribución de agua firmados en 2004 y coloca a Guadalajara y León en competencia directa por un recurso vital, lo que implicaría un grave retroceso en la conservación del lago.
El diagnóstico ambiental presentado durante el Festival resaltó que el Lago de Chapala enfrenta 15 de los 19 problemas comunes a los grandes lagos del mundo. La deforestación en la cuenca genera una pérdida anual de hasta 500 mil toneladas de suelo, lo que acelera el azolvamiento. La contaminación industrial, agrícola y doméstica ha introducido metales pesados como arsénico, mercurio y cromo, además de fertilizantes y plaguicidas.
Además de la denuncia contra los proyectos de acueductos, las organizaciones participantes señalaron la falta de políticas públicas de largo plazo para el manejo integral de la cuenca Lerma–Chapala–Santiago. Recordaron que este sistema hídrico sostiene a más de 20 millones de personas y que, sin una estrategia que contemple restauración ecológica, control de descargas contaminantes y una distribución equitativa del agua, la crisis ambiental y social en torno al lago se profundizará en los próximos años.
El encuentro también visibilizó la dimensión cultural y espiritual del Lago de Chapala. Para los pueblos originarios wixárikas, nahuas y cocas, el lago es un espacio sagrado ligado a sus cosmovisiones y prácticas comunitarias. Durante el Festival se realizaron ceremonias tradicionales que recordaron que la defensa del lago no es solo una cuestión técnica o ambiental, sino también una lucha por el respeto a los derechos de los pueblos y su relación histórica con el territorio.
El frente anunció que tras el Festival continuarán articulando acciones legales, comunitarias y de comunicación para frenar los proyectos extractivos y avanzar en un plan de restauración integral. Señalaron que la unión entre pueblos ribereños, organizaciones de la sociedad civil, académicos y colectivos culturales será clave para presionar a las autoridades.
El Festival contó con un amplio cartel artístico en el que participaron agrupaciones como los Charales-K, La Nueva Alineación, Elizzé y el Mariachi Juvenil Axxic, además de artistas locales como Alej Ochoa, Anya Vidal, Kristina Trejo, Leonor Zertuche, Nicolás Cumplido, Gilberto Ríos y Eleazar Soto, entre otros. También se presentaron espectáculos de teatro de títeres, danza polinesia y talleres comunitarios enfocados en el cuidado y preservación del Lago de Chapala.