En Tlaxcala “Nos siguen cazando como animales”: Migrantes

Pedro Morales
e-consulta

Apizaco, Tlax; a 22 de febrero de 2016: Sobreviviente del ataque armado que ocurrió en las inmediaciones de La Magdalena Soltepec, del municipio de Tlaxco, confirma que efectivamente “fueron los garroteros que resguardan los trenes de la empresa Ferrosur, quienes sin provocación alguna nos atacaron a balzos con intención de matarnos”.

Agrego que es cierto que “nos cazan como animales, porque su actitud era de la asesinarnos, ya que ni viajábamos a bordo del tren, ni mucho menos queríamos robarnos la carga, lo que queríamos en ese momento era abordar el. tren para seguir el viaje a la frontera con los Estados Unidos”.

EL ORIGEN

Cristian Alexis Baños Mezquita es un joven de 19 años que proviene de El Salvador, es un inmigrante que en su país dejó atrás madre, hermanos y una compañera.

Indica que las condiciones en su patria son muy duras, no hay trabajo, hay mucha violencia y no hay otra alternativa más que seguir a los que ya se fueron al “gabacho”, dice que allá tiene familia y conocidos.

Por eso se dirige a la ciudad de Nueva York, en un viaje que inició el 4 de enero.

Él y sus compañeros han sufrido ataques, provenientes incluso de los “maras” que los asaltan y los policías que les quitan sus cosas y les piden dinero, durante el trayecto de su viaje por el sureste del país.

Reconoce que al pasar de Veracruz e internarse a Tlaxcala, el clima es muy diferente, “el frío no se aguanta, el cuerpo se congela y todos sufrimos porque el frío es insoportable, nos entume el cuerpo y dificulta moverse por el tren “La Bestia”

EL ATAQUE

Relata que él y doce compañeros más se encontraban cenando y descansando en un cuarto abandonado en la estación que sabe se llama “La Magdalena”, mientras esperaban el tren; justo a las 12 de la noche, el tren paró donde ellos estaban y unos guardias se bajaron de los vagones, dirigiéndose hacia ellos.

Cuando se acercaron, casi cerca de 40 metros, los guardias comenzaron a dispararles, ellos tenían fogatas para cocinar su comida; les dispararon con silenciadores, porque según relata el testigo, no se escuchaban los balazos.

Cuando escucharon los zumbidos se echaron a correr todos, al testigo le dispararon en la pie izquierdo, justo cuando comenzaron a correr.

Él al ser herido no pudo continuar y decidió esconderse en tierras de labor, colocándose zacate encima hasta cubrir su cuerpo, lo cual le salvó la vida.

Aún con la herida sangrando, pudo correr para esconderse, ya que entre guardias se decían entre ellos que habría que matar a todos.

UN MUERTO QUE NO APARECE

Entre la lluvia de balas, uno de sus compañeros se perdió y estaba vivo la última vez que el testigo lo vio; cuando los guardias se retiraron todos los que estaban escondidos salieron y asistieron a su compañero herido en un pie, llevándolo al poblado más cercano.

Lo tuvieron que trasladar cargándolo en hombros y casi desvanecido por el dolor; la bala lo atravesó además de que dejaba un reguero de sangre.

.Cabe destacar que un hecho importante fue que en la zona apareció muerto uno de los garroteros, o vigilantes de Ferrosur y los testigos dicen que pudieron haber sido entre ellos mismos.

El testigo afirma que venían de paso y no tuvieron nada que ver, dice que se dio cuenta mientras estuvo en el hospital, ya que lo estuvo custodiando un guardia.

Dice que todos aclararon lo sucedido ante el ministerio público, ya que ellos no tuvieron nada que ver con el incidente.

“Lo del garrotero fue un hecho aislado, fue algo que no tuvo que ver con el ataque de los migrantes y se piensa que pudo haber sido entre los mismos garroteros”, tal vez porque se negó a disparar.

POR LA VISA HUMANITARIA

Mientras, al testigo le están tramitando una visa humanitaria, Cristian aún no sabe que podría hacer si le dan su visa, aunque piensa poder trabajar en México siempre y cuando se recupere.

La herida que recibió le dejó mucho dolor.

Si le dan su visa podría continuar con su viaje a Estados Unidos porque la vida en su país es muy dura, existe mucha delincuencia y poco trabajo, él llegó al grado séptimo del cual para terminar su preparación son nueve años para posteriormente ingresar al bachillerato.

Luego del ataque dice que tiene pesadillas, no puede dormir bien y de sus compañeros de aventura, dice que ya están en la frontera, apunto de cruzar para alcanzar su sueño, el otrora dorado “Sueño Americano”.

TLAXCALA FOCO OJO EN LA RUTA DE LA MUERTE

Por su parte el sacerdote Elías Dávila Espinoza responsable del albergue de migrantes “La Sagrada Familia”, señaló ante medios de comunicación que el estado de Tlaxcala se ha convertido en un paso “peligroso” para los indocumentados, lo anterior tras la muerte a balazos de un viajero centroamericano y dos heridos, presuntamente por los llamados garroteros.

Hizo un llamado al gobernador de Tlaxcala Mariano González Zarur, para que garantice el libre tránsito en la entidad, principalmente en los municipios donde el tren hace escalas hasta la estación del ferrocarril ubicada en Apizaco.

“Yo hago un llamado aquí a las autoridades aquí en Tlaxcala para que se investigue este crimen, que no quede impune que reine la justicia y reine la verdad y donde pues el migrante incluso transite libremente que es un derecho fundamental, el libre tránsito y cuando ya alguien es agredido la forma de como se hizo”, puntualizó.

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