Ausentes: desaparecer en Veracruz



En su búsqueda por obtener respuestas estas familias se enfrentaron a una aterradora red de poder e impunidad. No las detuvo. La historia de las fosas de Colinas de Santa Fe, en Veracruz, es una radiografía del sufrimiento que viven las familias de las víctimas y de la indolencia gubernamental

Texto: Stephanie Nolen* / Pie de página

Foto: Félix Márquez

*Este proyecto fue publicado el 17 de diciembre del 2020 y se publica la traducción (realizada por Alejandra Cuéllar) con autorización de The Globe and Mail. Narración digital de Aura Blenkinsop, Jeremy Agius y Timothy Moore.

VERACRUZ.- En Colinas de Santa Fe se encontró una fosa clandestina con 298 personas sepultadas ahí. La mayoría de esas personas siguen sin ser identificadas.

Ausentes, proyecto de The Globe and Mail, narra la historia de esa fosa común a través de las experiencias de 9 familias que allí encontraron a sus familiares desaparecidos.

Este proyecto periodístico reconstruye la historia de la desaparición y recuperación de las únicas personas identificadas. El equipo de narración digital del diario canadiente The Globe construyó un modelo 3D de la fosa, lo combinó con imágenes del suelo y testimonios de los voluntarios que lo excavaron, para ayudar a los lectores a comprender la escala del espacio, su ubicación junto a un fraccionamiento habitado y a comprender cómo se siente estar ahí.

 

La desaparición forzada tiene un impacto devastador sobre las familias y las comunidades. La creación de cada fosa clandestina es una poderosa demostración de la impunidad y una herramienta de terror y control social.

La investigación de The Globe encontró que las autoridades sistemáticamente fallan en su trabajo: no brindan seguridad básica, no investigan las desapariciones y no siguen pistas, incluso cuando las familias son capaces de identificar a los sospechosos. Fueron las familias de personas desaparecidas quienes identificaron la posibilidad de que existiera la fosa común en Colinas de Santa Fe, y ellas mismas tuvieron que excavar, cavar para encontrar a sus propios hijos, cuando el estado no brindó ni siquiera ese servicio.

El estado perdió repetidamente muestras de ADN, tardó años en identificar los restos (sólo el 6 por ciento de las víctimas fueron identificadas) y en un caso le dijo a un padre que era «demasiado costoso» devolver todos los restos de su hijo, por lo que debería estar satisfecho con tener sólo su cráneo.

En los nueve casos de personas desparecidas que Ausentes documentó ha existido una impunidad casi total en la investigación de su desaparición y asesinato. Nadie ha sido considerado responsable de la desaparición o muerte de cuatro de ellos. Para los otros cinco sólo los actores de bajo nivel en los crímenes fueron identificados o acusados. El autor intelectual continúa impune.

La cobertura mediática diaria de la violencia tiende a encubrir el impacto que sufren las víctimas. Por eso, este proyecto en el que las familias cuentan sus propias historias ayuda a aclarar la magnitud tanto de su sufrimiento, como de su resiliencia.

La historia completa en su versión al español puedes leerla aquí:

https://www.theglobeandmail.com/world/article-los-desaparecidos-una-mirada-dentro-de-las-familias-que-arriesgan-todo/

 

https://piedepagina.mx/ausentes-desaparecer-en-veracruz/