Se reactiva gasoducto que importará gas de EEUU tras acuerdo con López Obrador (Veracruz)

Santiago Navarro F / Avispa Media

Tras casi un año de retaso, en un comunicado fechado este 17 de septiembre, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), anunció que el gasoducto Sur de Texas – Tuxpan comienza operaciones. El ducto tiene una longitud de 772 kilómetros y una capacidad para transportar 2.600 millones de pies cúbicos de gas natural por día, y se interconectará con una serie de otros ductos, incluido el gasoducto Nueces-Brownsville en Texas y el gasoducto Tuxpan-Tula. Proveerá de gas natural a las plantas generadoras de energía eléctrica de la paraestatal y para el sector industrial.

De acuerdo con los datos de la CFE, con el gas importado de los Estados Unidos, el suministro aumentará en un 40% sobre el que ya es utilizado. “Con su puesta en marcha, se proveerá de gas natural a plantas generadoras de energía eléctrica de la CFE y a la industria nacional, a través de las conexiones en tierra con los gasoductos Tamazunchale y Tula (propiedad de TC Energía) y con el Sistema de Transporte y Almacenamiento Nacional Integrado de Gas Natural (SISTRANGAS)”, señaló la CFE.

El gasoducto submarino Sur de Texas-Tuxpan fue planificado para conectar entre los territorios de Texas, EE. UU. y Veracruz, México. En sociedad conjunta entre IEnova y TransCanada (hoy TC Energía), en el año 2016 en México, a través la empresa Infraestructura Marina del Golfo (IMG), mediante el fallo de licitación No. LPSTGN-008/15, firmaron un contrato para ejecutar el diseño, construcción, operación y mantenimiento de este complejo de gas. IEnova tiene el 40% y TransCanada el 60% de los activos.

En el año 2017, mientras avanzaba la construcción de este Gaseoducto, las empresas en conjunto se toparon con la resistencia de cientos de pescadores afectados por el proceso de construcción. La Sociedad Cooperativa de Producción del Mar Océano había interpuesto la demanda 921/2017, donde denunciaban principalmente a la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos por afectaciones al medio ambiente. El 25 de octubre de este mismo año, el gasoducto marino obtuvo una suspensión provisional por parte del Juzgado Décimo Tercero de Distrito de Ciudad Madero, Tamaulipas.

Tras estos acontecimientos las empresas socias comenzaron a recibir el pago estipulado en los contratos por su capacidad de trasporte, aun sin haberlo brindado, como pagos justificados por “Causas de fuerza mayor”, derivados por la oposición social afirmaron en su momento los funcionarios de la CFE y de las empresas.

A principios de este año 2019, en su habitual conferencia matutina, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, junto a Manuel Bartlett Díaz, director de Comisión Federal de Electricidad (CFE), calificaron estos contratos como “Leoninos y ventajosos” y anunciaron que recurrirían a las cortes internacionales para llegar a un acuerdo con las empresas que había cobrado por estos conceptos. Posteriormente, el 27 de agosto, el mandatario había informado que se había llegado a un acuerdo con las empresas dueñas de cuatros gasoductos inconclusos, entre ellos Sur de Texas-Tuxpan.

Al parecer este acuerdo, al que ha llegado el gobierno López Obrador, permitirá continuar con estos gasoductos detenidos que estaban cobrando sus servicios sin haberlos brindado. “Este gasoducto es un proyecto estratégico para el sector energético del país. Con una inversión aproximada de 2,500 millones de dólares”, ha remarcado la CFE refiriéndose al gasoducto Sur de Texas-Tuxpan que tenía estimado iniciar operaciones el 31 de octubre del año 2018.

Para llegar a estos acuerdos, según Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), aseguró que se establecieron con la condición de que las empresas devolverían al Estado los montos pagados por ‘causas de fuerza mayor’. “A cambio de más plazo en el contrato o de hacer una mezcla de otras condiciones”, dijo en conferencia de prensa.

Por su parte, las empresas inversionistas expresaron, “TC Energía y lEnova reconocen al Presidente López Obrador por su participación directa y por su liderazgo en las negociaciones de los contratos que concluyeron con los acuerdos comerciales que respaldan este vital proyecto de infraestructura”.

Por otro lado, Robert Jones, Presidente de TC Energía en México, hizo alusión a los bajos costos del gas proveniente de su país. “Tras haber alcanzado el acuerdo con la CFE y con el Gobierno de México, este importante proyecto de infraestructura energética provee un vínculo fundamental entre el abundante abasto de gas natural de bajo costo (en Estados Unidos) y los mercados crecientes en México para las décadas por venir”, señaló el empresario.

El gas de EEUU

El informe 2019 de la Agencia Internacional de Energía (AIE por sus siglas en inglés), denominado Annual Energy Outook 2019, anuncia que gracias a la implementación de tecnología de punta y un área de explotación aproximada de 500,000 millas cuadradas, el crecimiento de extracción de Gas Shale en los Estados Unidos va en aumento. La proyección hacia el año 2030 es alcanzar 6 mil millones de barriles por día, un aumento del 38% en relación al año 2018. El documento asegura que este crecimiento ha permitido el crecimiento de las exportaciones de gas natural a México. “Las exportaciones de gasoductos a México y las de Gas Natural Licuado (GNL) aumentarán hasta 2025”, registra el documento.

Por otra parte la Oficina de Responsabilidad del Gobierno de EE. UU. (GAO) asegura que, esta sobre oferta de gas, ha provocado en el sector energético en México cambios estructurales. “Además, las relaciones comerciales de los Estados Unidos con Canadá y México han experimentado cambios importantes”, como “la reforma energética de México”, dice su informe de agosto del 2018.

En relación a estos cambios estructurales, a partir de los cuales ha comenzado el gobierno de López Obrador, la CFE se había encargado de construir en el periodo de gobierno de Enrique Peña Nieto, en los Estados Unidos, los gasoductos Waha – San Elizario y Waha – Presidio. La paraestatal justificó su construcción, por “la insuficiencia de la infraestructura para atender la creciente demanda de gas natural, la saturación del Sistema Nacional de Gasoductos y los bajos precios del gas en el mercado norteamericano”, señala el documento obtenido por Avispa Midia de la Auditoría Cumplimiento Financiero: 2017-6-90TVV-15-0519-2018519-DE.

Desde al año 2012 ya existían 16 interconexiones para la importación de Gas Natural de los Estados Unidos hacia México. Hasta 2018 se sumaron 8 más, de ellos 6 están en manos de IEnova, filial de Sempra Energy. En su conjunto, estos puntos de interconexión tienen capacidad de transportar 10,000 millones de pies cúbicos diarios (MMpcd), un gas extraído en su mayoría por el sistema de fractura hidráulica, mejor conocido como Fracking. Los puntos de interconexión son: Mexicali; Los Algodones 1 y 2; Nogales; Naco; Agua Prieta; Cd Juárez/ El Hueco; Acuña; Piedras Negras; Cd Mier; Reynosa; Argu?elles; Río Bravo; Sàsabe; Camargo; Waha – San Elisario (San Isidro); Waha – Presidio (Ojinaga); Nueva Era / Howard (Colombia); Nueces – Brownsville.

Sempra Energy es una de las primeras empresas que comenzó a invertir en el sector energético de México un poco después de la firma del Tratado de Libre Comercio (NAFTA por sus siglas en inglés). A través de sus subsidiarias ha invertido más de 8 mil millones de dólares en infraestructura en las últimos 23 años. Brinda servicios en 17 estados de México. Los activos de la Compañía están distribuidos en dos segmentos de negocios: (1) el segmento Gas, que incluye el transporte por medio de ductos y almacenamiento de gas natural y Gas LP, compresión de gas natural, transporte de etano en fase liquida y gaseosa, el almacenamiento y distribución de Gas Natural; y (2) el segmento Electricidad, que incluye la generación de electricidad de la Termoeléctrica de Mexicali, una planta de ciclo combinado alimentada con gas natural, así como los parques eólicos de los complejos llamados Energía Sierra Juárez y Ventika.

Proyectos estratégicos

Durante el periodo de gobierno de Peña Nieto, a través del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 (PND), en el eje VI.4 “México Próspero”, afirmaba que para garantizar el suministro de este gas natural en las centrales generadoras de energía eléctrica y el sector industrial, la CFE requería contratar el servicio de transporte de gas natural a través de gasoductos, por lo que en este periodo se intensificaron los procesos de licitación para su construcción, operación y mantenimiento. Uno de los principales objetivos era según el documento “fortalecer el mercado de gas natural”, principalmente el gas Shale proveniente de los Estados Unidos.

Lo interesante es que estos ductos donde se trasporta el gas de CFE no son propiedad de la paraestatal, la licitación para construcción y operación celebra un contrato con quien presente la tarifa más baja por transportar el gas, durante 25 años, la capacidad de gas solicitada por la CFE. “Cabe señalar que los contratos de los gasoductos revisados, suscritos entre la CFE y los transportistas, establecen que estos últimos son los propietarios del sistema de transporte de gas natural (STGN), quienes deberán realizar su diseño, ingeniería, suministro, construcción, pruebas y puesta en servicio”, señala el informe adquirido por Avispa Midia de la Auditoría Cumplimiento Financiero: 2017-6-90TVV-15-0519-2018519-DE.

Para dar continuidad a lo señalado en el PND, con la aprobación de la Comisión Reguladora de Eenergía (CRE) y la Secretaría de Energía (SENER), entre los año 2014 y 2015 se instruyó a la CFE la licitación de siete proyectos considerados estratégicos, donde los ganadores fueron: Transcanada con El Gaseoducto Tula-Villa de Reyes y Tuxpan-Tula; la empresa IEnova con el Gaseoducto San Isidro-Samalayuca y el proyecto Sur de Texas-Tuxpan, donde también participa Transcanada con el 60% de inversión; Fermaca con el proyecto Villa de Reyes Guadalajara y La Laguna-Aguascalientes.

Pero también, la empresa IEnova Pipelines, antes Gasoductos de Chihuahua, S. de R.L. de C.V., adquirió sin una licitación otros complejos estratégicos durante la Reforma Energética. Primero tenía una participación del 50% del capital social de Ductos y Energéticos del Norte, S. de R.L. de C.V. (“DEN”), propiedad de Pemex Transformación Industrial (“Pemex TRI”). El 6 de octubre del año 2017 IEnova adquirió el otro 50% por 547 millones de dólares. Con el cierre de esta operación se le permitió una participación del 100% en DEN y 50% en el gasoducto Los Ramones II Norte, que parte de la estación compresora Los Ramones, en el estado Nuevo León y, se extiende 450 km al sur hasta Villa Hidalgo en el estado de San Luis Potosí.

Previo a este acuerdo comercial, IEnova, filial de Sempra Enegy, ya tenía en sus manos el 100% del proyecto del gasoducto Los Ramones I, un sistema de transporte de gas natural con una longitud de aproximadamente 114 km. A su vez, Ramones I conecta con el gasoducto “Agua Dulce-Frontera”, un sistema que transporta gas desde nueve interconexiones en el centro de Agua Dulce, en el condado de Nueces, Texas, hasta un punto cerca de Rio Grande City, Texas en el condado de Starr, en los Estados Unidos.

La reactivación del Gasoducto Sur de Texas-Tuxpan, es importante sostiene Tania Ortiz Mena López, Directora General de lEnova, porque “garantizará el abasto confiable y seguro de un combustible económico, eficiente y amigable con el medio ambiente”, pero además porque promoverá, “el desarrollo económico, la creación de empleos y el bienestar de los mexicanos”.

La directora de IEnova asegura que el equipo del ducto Sur de Texas “trabajó de la mano con reguladores, propietarios de tierras, los gobiernos estatales de Tamaulipas y de Veracruz, autoridades locales y otros grupos de interés para completar la construcción de manera exitosa, logrando índices de desempeño en cuanto a calidad y seguridad líderes en la industria”.

TC Energía (Transcanada) también asevera que “tiene un gran compromiso por trabajar y contribuir al desarrollo de las comunidades que se encuentran ubicadas en las zonas de influencia de nuestros proyectos y con la protección del medio ambiente”.

Aunque los rastros que van dejando estas empresas en comunidades indígenas se repiten en la mayoría de los gaseoductos. No existen consultas previas y no se brinda información clara de los impactos ambientales y sociales. Por ejemplo el proceso de construcción del ducto Tuxpan-Tula, también propiedad de Transcanada, afectó los territorios ancestrales de los indígenas Totonacas, Nahuas, Otomís y Tepehuas en el estado de Puebla, así como Tenango de Doria en el estado de Hidalgo. Un contexto donde estos pueblo interpusieron varias demandas logrando que el Juzgado Segundo de Distrito del estado de Puebla concediera la suspensión a favor de pobladores de Coatepec, en la zona norte de Puebla.

Solo resta esperar los empleos prometidos, los bajos costos del gas y el cuidado del medio ambiente. Los resultados hablarán por si mismo.

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