Colectivos de producción alternativa convergen en la Feria de Aniversario de la Cooperativa de Consumo de la Unidad Latinoamericana

Feria de aniversario de la Cooperativa de Consumo Unidad Latinoamericana. Foto: Grieta

Colectivo Grieta, 11 de abril de 2019
Ciudad de México.- El pasado sábado 6 de abril se realizó en la Plaza de las Banderas de la Unidad Latinoamericana, la Feria para festejar el 3º aniversario de la Cooperativa de Consumo de dicha unidad. Esta feria fue organizada por el trabajo autogestivo de los vecinos y además de un festejo cultural, se convirtió en un espacio de encuentro de muchos colectivos y cooperativas de producción que trabajan de formas diversas, construyendo alternativas al mercado capitalista.

Desde el día anterior y a tempranas horas del sábado 06 de abril, los vecinos se dieron a la tarea de preparar el escenario en el que se presentaron diferentes trabajos artísticos y culturales así como mesas de compartición de experiencias por parte de otras cooperativas, pláticas de divulgación sobre nutrición, discusiones sobre economías alternativas, etc. Se montó un área de venta de comida preparada y donada por los propios vecinos con el objetivo de generar recursos económicos que servirán para fortalecer el trabajo organizativo de la cooperativa. También se realizaron múltiples actividades culturales y artísticas principalmente enfocadas a los niños, como obras de teatro, presentaciones de mimos y músicos el las que se involucraron los propios vecinos de la unidad. Así, la feria sirvió para que los cooperativistas se integraran más y se construyeran nuevos lazos en el trabajo para organizar este festejo. De manera central se acondicionó un espacio para que diferentes cooperativas, colectivos y redes de productores pudiesen no solo distribuir sus productos sino dar a conocer sus experiencias de trabajo.

Actividades para los niños en la Feria de la Cooperativa.
Foto: Cooperativa de Consumo Unidad Latinoamericana

Entre los proyectos que participaron, se encuentran: redes de pequeños productores de huevo organizados en El Barzón, la cafetería cooperativa Cafeína, productores de amaranto, una red de productores chinamperos, una cooperativa de servicios de salud, redes de artesanos, una cooperativa de empacadores y distribuidores de pescado, la cooperativa “Ya muntsi behña” de mujeres indígenas del Valle del Mezquital, productores artesanales de conservas y de cerveza, diferentes esfuerzos de producción de pan, productores de chocolate e incluso una cooperativa de transporte. Estos esfuerzos son un mosaico de experiencias políticas y organizativas. Éstas son algunas de sus experiencias de producción alternativa anticapitalista que ocurren en los intersticios del sistema.

Venta de hortalizas de la red de PROMESAN durante la feria.
Foto: Grieta

Red de productores PROMESAN: ir más allá del enfrentamiento individual con el mercado

Desde su inicio hasta la fecha, uno de los productos que articula a la Cooperativa de Consumo Unidad Latinoamericana es la distribución de verduras frescas entre los vecinos. Estas hortalizas son distribuidas por un conjunto de productores chinamperos que se han organizado en un tipo de red de productores en la que se apoyan para poder distribuir sus productos. Nos cuentan que PROMESAN tiene aproximadamente 20 años trabajando y que es la forma en la que muchos productores chinamperos de los pueblos de Xochimilco logran distribuir sus productos, pues como productores individuales les era imposible entrar a espacios como la Central de Abastos de la Ciudad de México. Ahora como PROMESAN distribuyen en diferentes puntos de la Ciudad y la cooperativa de consumo es uno importante. La ventaja que han encontrado como red de productores es que, como reciben pedidos directamente de los consumidores, tienen más seguridad en la venta de sus hortalizas y verduras y que esta eficiencia en la llegada de los productos beneficia a ambas partes , pues los chinamperos tienen menos merma (porque no se echa a perder tanta verdura) y los consumidores reciben verduras más frescas.

Foto: Grieta

Cooperativa Tepepan: de depender del Estado a ser dueños de su propio trabajo

Hasta 1989 el Estado Mexicano poseía una paraestatal dedicada a la distribución de pescados y mariscos. En 1989, Carlos Salinas de Gortari vendió o despareció varias paraestatales. En ese contexto, el Sindicato de trabajadores de la Refrigeradora de Tepepan se enfrentó a una disyuntiva: añorar el imposible retorno del Estado Benefactor o luchar por hacerse con parte de los medios de producción. Lograron que en lugar de una indemnización simple el Estado les vendiera parte de las instalaciones, maquinaria y camiones frigoríficos para establecer una cooperativa.
Así surgió en 1990 la Sociedad Cooperativa de Trabajadores de Productos del Mar Tepepan. Esta cooperativa procesa y distribuye pescados y mariscos a diferentes espacios en la Ciudad de México, desde los comedores de la Universidad Autónoma Metropolitana, hasta espacios como la Cooperativa de Consumo de la unidad Latinoamericana. Los trabajadores de esta cooperativa nos contaron que el proceso no ha sido fácil, se enfrentan a grandes corporativos a los que “el mal gobierno da preferencia para monopolizar el abasto a hospitales públicos” (lo cual era una función que cumplió mucho tiempo la cooperativa). Al mismo tiempo les es muy difícil acceder a los pescadores de las costas mexicanas para comprar directamente el pescado; según nos explicaron, existe un número muy reducido de grandes capitalistas que controlan la compra de la pesca en los puertos grandes y pequeños de México y con ello controlan los canales de distribución (además de explotar a los pescadores a través de comprar la pesca a precios injustos): “los empresarios tienen comprados peces que no se han pescado todavía”. Por eso aún mantienen cierta dependencia de los espacios clásicos de distribución del pescado, como el mercado de La Viga.

Venta de Calamar de la Cooperativa Tepepan.
Foto: Grieta

A pesar de ello, la Cooperativa Tepepan ha logrado avanzar pues en sus instalaciones se limpia, prepara y en algunos casos (como el calamar precocido y o las barritas de pescado) se precocina el pescado. Los propios trabajadores nos explicaron que manejan dos políticas de precio: por una parte el precio de venta general, con el que venden al gobierno o a almacenes comerciales y por otra parte cuando se trata de espacios como la cooperativa de consumo, buscan dar un precio preferencial, de manera que “como pueblo nos podamos ayudar entre nosotros, dándoles un precio accesible a los que son pueblo como nostros”. Mientras platicamos con ellos vimos pasar las bolsas de filete de Dorado, camarones de diferentes tipos, filetes de sierra, picadillo de pescado, barras empanizadas, calamares, etc. que eran vendidos directamente por las mismas manos que des-escamaron, filetearon, limpiaron o cocieron esos productos. La Cooperativa Tepepan está por cumplir 30 años y sus miembros parecen animados de encontrarse con otros espacios organizativos.

El semillero: panadería militante

Los compañeros que atienden el puesto de la panadería El Semillero se definen como una panadería militante. Este proyecto surge como proyecto productivo para apoyar un proyecto político, pues fue fundado por parte de los universitarios miembros del espacio llamado “Telar de Raíces” un colectivo de defensa del territorio fundado en 2009. Como estudiantes comenzaron trabajando en espacios rurales impartiendo talleres y realizando trabajo político “para reconstruir el tejido social y contra el despojo territorial”, inicialmente recibiendo financiamiento de agencias internacionales como la Fundación Rosa Luxemburgo.

Foto: Grieta

Como parte de su proceso organizativo comenzaron a hacer trabajo político urbano y decidieron buscar implantarse en la colonia Santo Domingo, donde adquirieron una casa. Al mismo tiempo vieron la necesidad de dejar de depender de fuentes externas para financiar su actividad, por lo que comenzaron a buscar formar un proyecto productivo para sustentarse. Así surgió la idea de “El semillero” como proyecto de panadería, el cual distribuye pan dulce y salado a cafeterías y redes de cooperativas en el sur de la Ciudad de México.

Foto: Grieta

El proyecto ha ido creciendo al punto de hornear diariamente entre 200 y 250 panes de distintos tipos: panes dulces, baguettes, pan de caja, incorporando diferentes especias, hierbas y cereales. Estos panes se distribuyen principalmente en cooperativas de cafetería como “La 30-30” o “Cafeína”, pero en varios de esos puntos además de surtir a las cooperativas, es posible que personas en lo individual hagan pedidos de pan de un día para otro. Según nos cuentan, en los últimos años han logrado volverse autosuficientes en albahaca a partir de la producción de la misma en un huerto urbano. En este caso, el proyecto de panadería busca lograr un balance entre la calidad e inocuidad de los insumos que usan y que el pan se siga manteniendo a precios accesibles. Pero su objetivo no es tanto crecer como una panadería en sí, sino apoyar el proceso de organización política del cual ser derivó la panadería: luchar contra el despojo de tierras y territorios.

 

La Cooperativa Panamédica y la promoción de la salud desde abajo

Surgida en 2007, la Cooperativa Panamédica estuvo presente en el festejo, realizando un levantamiento sobre el estado de salud de los vecinos de la Unidad Latinoamericana. Esta cooperativa está integrada por nutriólogos, psicólogos y dentistas, además de otros profesionales de la salud que participan como colaboradores. Su objetivo, más que curar, es la promoción de la salud a través de talleres, pláticas y trabajo de seguimiento. Sus talleres y espacios de promoción de la salud buscan ser integrales, interdisciplinarios, por lo que no se quedan en una sola especialidad.

Foto: Grieta

Una de las compañeras nos cuenta que a contrapelo de la tendencia individualista que el capitalismo vende para que cada nutriólogo, psicólogo o dentista busque su enriquecimiento individual, ellos trabajan bajo el principio de que “juntos pueden más que separados y de que lo importante no es la competencia, sino el apoyo mutuo”. Esta cooperativa da servicios dentales, de nutrición y de salud en general, buscando acercarse en primer lugar a “los colectivos que caminan con un rumbo diferente al capitalismo”, para estos colectivos y cooperativas, Panamédica ofrece un “Esquema mutual de salud” en el que por una anualidad se brindan servicios de promoción de la salud y descuentos en otros servicios de salud como consultas médicas, dentales, de nutrición o de atención psicológica. Ubicada en la calle de Comercio y Administración, esta cooperativa da servicios de lunes a viernes de 0900 a 1400 hrs (www.panamedica.mx/).

Pan y transporte autogestivo

En otra mesa, compañeras del colectivo de Autodefensa Alimentaria vendían pan elaborado en la colonia Santa María la Ribera, en el marco de un trabajo de promoción de las monedas alternativas como una forma de intercambio no mediada por el mercado capitalista. Este colectivo elabora el pan buscando conseguir insumos orgánicos o bien lo menos industrializados posible, incluyendo harina de trigo que produce uno de sus compañeros.
Un poco más tarde llegó un miembro de la Cooperativa Autónoma de Transporte (CAT), que participó en la Feria trasladando algunas lonas y materiales diversos. Nos contó cómo un grupo de estudiantes de doctorado, militantes anarquistas que realizaban desde hacía tiempo proyectos educativos en comunidades rurales y urbanas se planteó el tema del transporte como un problema advertido durante el sismo de 2017 en la Ciudad de México. Vieron con angustia cómo había dificultades para movilizar los acopios que se organizaron en esos días. Al mismo tiempo, estaba el problema de cómo sostenerse tanto en el trabajo político como en la vida en general a largo plazo.
A partir de una crítica a lo que ellos llaman “la lógica del asalariamiento” y de la toma de conciencia de que las becas de posgrado son solo un paliativo, decidieron dar el paso y conformar una cooperativa de transporte. Juntaron dinero de sus becas doctorales y otros apoyos y con eso pudieron comprar a plazos una camioneta que les permite mover más de una tonelada en cada viaje. Para la CAT, la autonomía se entiende como un desdoblamiento de lo político hacia la esfera económica. Su proyecto productivo busca fortalecer no solo su propio proceso organizativo, sino apoyar otros procesos “como el de esta cooperativa de consumo y muchos otros espacios colectivos, siempre respetando las formas internas en que esos procesos se organizan”. La CAT ofrece diferentes tarifas dependiendo de si la gente que solicita sus servicios está dispuesta a trabajar junto con la CAT en la carga y descarga del flete o mudanza. Pero si se trata de apoyar un proceso organizativo, si quien se acerca a ellos es un colectivo o cooperativa, se da prioridad a eso, se da un precio preferencial, se pide un costo básicamente de recuperación.

Foto: Cooperativa de Consumo Unidad Latinoamericana

Ésta es una pequeña parte de los muchos esfuerzos de producción que estuvieron presentes en el aniversario de la Cooperativa de Consumo Unidad Latinoamericana, no pretende ser una revisión exhaustiva. El trabajo colectivo de los miembros de una cooperativa de consumo generó el espacio de encuentro de un mosaico de experiencias, que con trayectorias y perspectivas políticas diversas parecen apuntar hacia el centro del problema, la producción. La producción crea tanto los objetos que se consumen como la forma en que se consumen, la producción anticapitalista crea el consumo anticapitalista. Por eso, el encuentro de este consumo y esta producción es un buen motivo para festejar.