A 3 años de la explosión en Atitalaquia, continúa el riesgo

Francisco García

PACHUCA, Hgo., 8 de abril de 2016.- A casi tres años de la explosión de la empresa de agroquímicos ATC en el municipio de Atitalaquia, continúa el riesgo latente para una nueva explosión, pues las autoridades ambientales no realizan revisiones constantes en la zona corporativa, lo que puede originar un incidente similar.

El incendio que provocó el desalojo de más de 5 mil personas de la zona el pasado 7 de abril de 2013 ha sido considerado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales estatal (Semarnath) como uno de los percances más grandes en la historia reciente de la entidad.

Aunque la Semarnath a través de la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proespa) clausuró de forma definitiva a la empresa dedicada a la creación de pesticidas, de acuerdo con los pobladores los daños persistieron durante los meses subsecuentes y las autoridades apenas acordonaron la zona.

En su momento, el gobierno estatal se comprometió a la revisión detallada de cada una de las empresas que manejan materiales químicos en el parque industrial de Atitalaquia para evitar un nuevo incidente, sin embargo, para los pobladores el resto de las empresas operan con altos riesgos para la población en general.

Antonio Sánchez Velázquez, uno de habitantes del municipio de Atitalaquia, recordó que el día en que se registró el incendio en la empresa ATC, se observó una nube de humo de más de 50 metros de altura, la cual se veía desde varios municipios cercanos, por lo que la mayoría salió de sus casas ante un latente percance mayor.

El propietario de una tienda de abarrotes relató que los hechos ocurrieron cerca de las 16:00 horas, cuando se escuchó un estadillo que generó inquietud entre los vecinos, quienes al observar las llamaradas alertaron a las autoridades.

Minutos más tarde arribaron las autoridades municipales y estatales, quienes acordonaron la zona, no obstante, el humo que originó el fuego era altamente contaminante para los seres humanos, pues contenía residuos de nitrógeno y Zinc, los cuales eran utilizados para la elaboración de pesticidas, de acuerdo con los peritajes oficiales.

A pesar del arribo constante de camiones y pipas de agua, el fuego no amainaba y duró según el reporte oficial, cerca de nueve horas hasta que fue controlado, por lo que los pobladores fueron llevados a diferentes albergues para evitar una intoxicación por los gases que emanaban de la explosión.

Andrés Guzmán García, otro de los testigos del incendio de la empresa ATC, mencionó que algunos animales de granja murieron por inhalar los gases que emanaban de la zona del incidente, sin embargo, las autoridades negaron pérdidas en ganado.

“Se escuchó un sonido muy fuerte, como un tronido que vibró y luego vimos a lo lejos que en el parque industrial salía mucho humo y nos dimos cuenta que algo muy serio estaba pasando” sostuvo el tlapalero de 56 años de edad, quien reconoció que desde los hechos de la explosión no ha habido mayor vigilancia de las autoridades y por ello en 2015 se registró una nueva explosión.

Aunque los pobladores de los municipios fueron trasladados a escuelas acondicionadas como albergues temporales, en la mayoría de los damnificados se vivía tensión y temor por la falta de información que recibían de las autoridades.

“No nos daban información y tuvimos que dormirnos todo el fin de semana en los albergues y muchos de nosotros pensábamos lo peor” dijo Andrés Guzmán, quien coincidió con su coterráneo sobre la falta de medidas de seguridad para evitar otro suceso similar.

De acuerdo con el reporte oficial, el fuego se observó en Tlaxcoapan, Tetepango y Tlahuelilpan, municipios aledaños a la zona industrial de Atitalaquia, donde operan más de una docena de empresas dedicadas a la elaboración de diferentes productos industriales.

El alcalde de Atitalaquia, Jaime Reyes Galindo, reconoció que el municipio sigue siendo vulnerable para enfrentar otro hecho similar, pues no cuentan con suficiente personal de Protección Civil y Bomberos para atender un incendio de dimensiones similares a las que se registró el pasado 7 de abril de 2013.

Aunque Quadratín Hidalgo intentó contactar a algún representante de la empresa ATC para que diera a conocer su versión de los hechos, éstos se negaron, por lo que desde 2013 el corporativo ha dejado de tener presencia en el estado.

En su momento, Mario Viornery Mendoza, delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en la entidad, aseguró que revisarían en coordinación con el gobierno estatal cada una de las empresas industriales del estado para evitar otro incidente similar, no obstante, dichas inspecciones se realizan cada vez más espaciadas.

Sin embargo, para diversas organizaciones ambientalistas los hechos ocurridos en Atitalaquia produjeron diferentes afectaciones que no fueron reparadas en su momento, provocando la muerte de animales y la contaminación aérea y terrestre de la zona.

La Secretaría de Salud estatal (SSH) implementó durante casi dos meses diferentes módulos de revisión y atención a personas que presentaran síntomas de intoxicación derivados de la explosión, aunque no reveló los daños generales.

Pese a que el 7 de abril de 2013 pasará a la historia como un día de emergencia para las autoridades, para los pobladores significó la vulnerabilidad que viven día a día ante otro suceso de gravedad, del cual no saben cómo responder.

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