Autopista Toluca-Naucalpan amenaza el bosque otomí (Estado de México)
Raúl Cruz/Plumas atómicas
El imponente bosque otomí-mexica ubicado en el municipio de Lerma, entre Toluca y la Ciudad de México, está siendo partido para construir una autopista.
Según la Comisión Estatal de Parques Naturales y Fauna del Estado de México, dicho bosque es el área de recarga los mantos acuíferos de la CDMX y Toluca. Allí surge el río Lerma, que recorre los estados de México, Guanajuato, Michoacán y llega al lago de Chapala, donde se convierte en el río Santiago.
Durante su mandato presidencial, Enrique Peña Nieto decretó expropiar 186 hectáreas a la comunidad de Huitzizilapan en el municipio de Lerma, Estado de México. Con el fin de conectar la zona de Santa Fe con el aeropuerto de Toluca. El trazo también afecta a las comunidades de Huitzizilapan y Ayotuzco.
“No todo es progreso, no todo es desarrollo. Lo que se ha definido de esa manera es para destruir, para despojar a los pueblos originarios, completamente a los dueños del territorio”, describe Abundio Rivera, representante de Huitzizilapan, quien llama a la población de los valles de México y Toluca a ser conscientes de la afectación.
Los comuneros otomíes apelan a que el decreto de expropiación establece que ”transcurrido un plazo de cinco años no se ha cumplido con la causa de utilidad pública, ejercitará las acciones necesarias para reclamar la reversión parcial o total”, es decir, se debería detener la obra. El plazo venció el pasado 29 de mayo.
Según el Sistema de Autopistas, Aeropuertos, Servicios Conexos y Auxiliares del Estado de México, la autopista apenas lleva un avance del 78%.
Además del vencimiento de la expropiación, habitantes Xochicuautla, Huitzizilapan y Ayotuzco han conseguido seis amparos que, en teoría, suspenden las obras. Sin embargo, en una visita al sitio de la construcción el 25 de junio, Plumas Atómicas constató que los trabajos siguen en marcha.
Los comuneros han intentado detener la autopista de facto, con sus propias manos, pero han enfrentado intimidaciones por parte de la policía del Estado de México.
Para variar, la constructora a cargo de la obra es Constructora Teya: la filial de Grupo Higa, la empresa de la Casa Blanca de Peña Nieto, la cual opera libremente, a pesar de los amparos.
Las comunidades otomíes apelan a que con la llegada de Andrés Manuel López Obrador al gobierno federal se respeten los amparos que ganaron, se revierta la expropiación y el bosque regrese a su estado natural.
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