“Como luciérnagas en medio de la oscuridad y la violencia” celebran el Segundo Encuentro Nacional de Mujeres en San Juan Volador, Veracruz

Plenaria del Segundo Encuentro de Mujeres, San Juan Volador, Veracruz. Foto: Colectivo Grieta

Colectivo Grieta, 31 de julio 2019

Los días 27 y 28 de julio del 2019 se llevó a cabo el Segundo Encuentro Nacional de Mujeres del CNI/CIG en la comunidad de San Juan Volador, al sur de Veracruz. El encuentro da continuidad a aquél que se llevó a cabo en la comunidad de San Lorenzo Nenamicoyan en el Estado de México en julio del año pasado. A través de un país hundido en una dolorosa guerra contra la vida, en donde día a día se cuentan las fosas, las muertas, las desaparecidas, mujeres de la mayor parte de los estados de la república viajaron largas horas en carretera para llegar a la comunidad que abrió sus puertas para que las mujeres pudieran reunirse y compartir dolores, preocupaciones pero sobre todo fuerza y experiencia de lucha para seguir con la tarea encomendada por las mujeres zapatistas de no permitir que la luz de la resistencia se apague.
La comunidad de San Juan Volador, encabezada por un grupo de mujeres que asumieron el reto de llevar a cabo el encuentro en su localidad, recibió con calidez, hospitalidad, pero sobre todo con organización, a 625 mujeres de 27 estados de la República Mexicana y 12 países del mundo quienes se reunieron a platicar, bailar, llegar a acuerdos y seguir tejiendo la red de la resistencia. Asistieron compañeras de los pueblos originarios Afromexicano, Binizzá, Chinanteco, Chol, Coca, Mazahua, Mazateco, Mepha, Mixe, Mixteco, Nahua, Nuntaj+yi (popoluca), Ñusavi, Otomí, Popoloca, Purépecha, Rarámuri, Tarahumara, Tepehua, Tojolabal, Triqui, Tzotzil, Tzeltal y Yaqui de los estados de Veracruz, Campeche, Ciudad de México, Chiapas, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Guanajuato, Querétaro, Oaxaca, Yucatán, Nuevo León, Coahuila, Baja California Norte, Baja California Sur, Colima, Quintana Roo, Tabasco, Tamaulipas, Sonora, Jalisco, Michoacán, Puebla, Morelos, Aguascalientes, Chihuahua y San Luis Potosí. Además, llegaron compañeras de Argentina, España, Estados Unidos, Francia, Chile, Grecia, Canadá, Colombia, Ecuador, Brasil, Alemania e Italia.
El encuentro se inauguró por la tarde del día 26 de julio con una ceremonia para agradecer a la madre tierra y dar la bienvenida a las asistentes a su mar, su costa y su territorio. La inauguración se hizo alrededor de una red de pesca que sirvió como símbolo para el encuentro. Las mujeres de San Juan Volador invitaron a ser como esa red y a estar “agarradas y poder seguir caminando, seguir enfrentando estas luchas y seguir haciendo las resistencias, pero sobre todo seguir construyendo las rebeldías”.
Siguiendo la tradición de esta región nahua-popoluca se ofreció cada uno de los puntos cardinales a distintas causas y personas. El oriente, “lugar del padre sol que motiva a organizarse y a defender los derechos y la vida” se dedicó a las hermanas y a los hermanos caídos en el camino, “a los que han enseñado que otro mundo es posible”. En el poniente “lugar de la tierra, de la oscuridad de la muerte pero también de la esperanza de un nuevo día y de la continuidad de la vida en la tierra” se invitó a las mujeres a ser “como luciérnagas y dar luz en medio de la oscuridad y de la violencia”. Este punto cardinal se dedicó a las hermanas que, día con día, renuevan sus ánimos para luchar. Los siguientes dos puntos, el norte de donde vienen “los aires fríos que traen desgracias a los pueblos” y frente al cual pidieron “un corazón fuerte” para vencer el frío que inunda los corazones de los seres humanos y el sur, donde se une el cielo con la tierra, y lo sagrado con lo humano, se dedicaron respectivamente a las hermanas que tienen logros y avances en la lucha y a las mujeres que sueñan y construyen un mundo mejor. La ceremonia se cerró invitando a la mujeres a llevar juntas esta ofrenda al mar y con esto se dio inicio a dos días de trabajo, compartición y celebración.

Concejalas a la orilla del mar. Foto: Colectivo Grieta
“Caracol, tambor y flauta”: ceremonia a los puntos cardinales. Foto: Colectivo Grieta
Mujeres llevando la red al mar. Foto: Colectivo Grieta

Los trabajos del día 27 se centraron en la discusión en mesas en donde mujeres de varias geografías y procesos se encontraron para platicar en torno a las preguntas de ¿cómo se puede responder a la violencia desde una visión antipatriarcal y anticapitalista, construyendo vida ante tanta muerte? y ¿cómo se construye desde distintas realidades y con distintas herramientas un tejido común que permita fortalecer la organización en pueblos, colectivos, barrios y organizaciones?. Mujeres de diversas “latitudes, geografías y edades” se reunieron y se encontraron como espejos de realidades distintas con dolores y miradas compartidas sobre la manera en que el sistema capitalista patriarcal va destruyendo la vida a su paso y sobre cómo han hecho para enfrentarlo. Entre estas voces de las mujeres que asistieron se oyeron las palabras enviadas por las mujeres de Rojava (Kurdistán), las de madres que se han organizado y luchan por encontrar a sus desaparecidos en la región de Coatzacoalcos y quienes siguen luchando sin claudicar por encontrar a los 43 de Ayotzinapa, las mujeres de Honduras, quienes sufren una terrible violencia provocada por las políticas neoliberales en sus regiones que orilla a la gente a abandonar su país, las compañeras de Black Live Matters quienes combaten la violencia a través del apoyo mutuo en sus comunidades en varios estados de la unión Americana, las mujeres zapotecas de la comunidad de Cuatro Venados en el municipio de Zachila en Oaxaca quienes denunciaron el violento despojo de tierras al cual se han enfrentado en días recientes, así como las mujeres mixes organizadas por la defensa de su lengua y cultura, las mujeres istmeñas, mayas y morelenses que luchan contra distintos proyectos de muerte que buscan acabar con sus pueblos y transformar la geografía de sus distintas regiones, entre muchas otras.

Colectivos de madres de desaparecidos. Foto: Colectivo Grieta

Al término de la discusión en mesas de trabajo se realizó una plenaria para llegar a acuerdos sobre los puntos discutidos en las mesas. Entre los acuerdos alcanzados y vertidos en la declaratoria final del encuentro, destacan la necesidad de construir redes para compartir saberes ancestrales y formas de autodefensa integral (jurídica, física, emocional y acompañamiento), dichas redes deberán permitir la organización regional, transversal o nacional; la tarea de mapear los procesos de despojo en los lugares de cada quien; además, acordaron mantener la lucha no partidista con el referente de lucha y resistencia del EZLN.

Para cerrar los trabajos de este primer día, ya caída la noche, las compañeras de San Juan Volador invitaron a las asistentes a formar un caracol y entregaron velas a las asistentes para recordar la invitación de las mujeres zapatistas de no permitir que se extinguiera la luz de resistencia y rebeldía de la mujeres. Las compañeras expresaron su deseo de también haber compartido esa luz de resistencia con las mujeres que viajaron hasta su comunidad para conocerlas y reconocerse. La ceremonia fue animada por una canción de lucha compuesta por las mujeres de San Juan Volador. Posteriormente se llevó a cabo un evento cultural de música y baile en donde el hip hop, la poesía, y la música tradicional se fundieron para celebrar la diversidad de formas de resistir como mujeres que somos.

Caracol de luz. Foto: Colectivo Grieta

Jarana, palabra y baile. Foto: Twitter @MujeresKluchan
Mujeres bailando. Foto: Twitter @MujeresKLuchan.

El día 28 se dio pie a la compartición de saberes organizados en talleres y conversatorios simultáneos que fueron desde el diálogo con la mujeres de la organización estadounidense Black Lives Matter, el conversatorio entre mujeres familiares de víctimas de feminicidio y madres de desaparecidos, pasando por talleres de medicina tradicional, reciclaje, expresión corporal entre otros.

Los trabajos de este segundo día concluyeron con las palabras de la compañera Marichuy del Concejo Indígena de Gobierno con las que invitó a las asistentes a regresar a sus comunidades y seguir fortaleciendo el proceso organizativo desde sus lugares ya que “solamente esos procesos que vamos a ir construyendo desde donde estamos, es lo que va ir acabando con este sistema de muerte, porque ya no queremos seguir siendo despojados, ya no queremos seguir escuchando que hay más muertas y muertos, desparecidas y desaparecidos y que solamente nosotras las mujeres organizadas que luchan, podemos revertir todo eso”.

La Declaratoria Final del 2ndo Encuentro Nacional de Mujeres del CNI, afirma que la mujeres que luchan son protagonistas de la transformación del mundo hacia adentro y hacia fuera: “somos las vainas llenas de semillas, somos los frutos de los árboles de raíces profundas, es tiempo de desgranar la mazorca y volvernos semillas. Llevemos la luz que nos entregaron las compañeras zapatistas y ahora nuestras compañeras de San Juan Volador y seamos el sonido del caracol para que resuene en cada rincón a donde vayamos para llamar a mas mujeres a organizarse.”

Taller de medicina tradicional. Foto: Twitter @olitademarrrr