Río Atoyac: responsabilidad compartida o corrupción ininterrumpida (Puebla)

Por Denisse Ortiz Pérez

“El mundo es un lugar peligroso, no a causa de los que hacen el mal sino por aquellos que no hacen nada para evitarlo” Albert Einstein.

El objetivo de las políticas sociales deberá retomarse en protección de los derechos sociales a nivel general señalizando las obligaciones que tiene la sociedad para salvaguardarlos en beneficio de cada uno de sus integrantes, dichas políticas sociales se encuentran en manos de nuestros legisladores y representantes públicos a los que tendremos que preguntarles la manera en la que se ha apoyado a los más de 2 millones 300 mil pobladores de 22 municipios de Puebla para aminorar las consecuencias de la continua contaminación de nuestro Rio Atoyac.

Conociéndolo como uno de los más contaminados del país y provocando un número importante de enfermedades, todas ellas detectadas por especialistas en contaminación ambiental no sólo este año sino desde hace más de una década. Al otorgar 400 permisos a particulares para realizar descargar al río de diferente índole por parte de la Comisión Nacional del Agua de Puebla sin que estas empresas favorecidas cuenten con equipo de pretratamiento de aguas sólo le conviene a aquellos que cobran las multas impuestas a dichas empresas ya que el año pasado ascendieron a casi 5 millones de pesos de acuerdo a informes del director de la CNA, Germán Sierra.

Existen 3,500 empresas de Tlaxcala y Puebla que descargan sus residuos a este río, diariamente se lanzan 146 toneladas de materia orgánica, 62 toneladas de sólidos y metales pesados, estudios realizados, se realizaron 592 visitas el año pasado a estas empresas por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausurando 30 de ellas y emitiendo 60 recomendaciones a Tlaxcala y Puebla para evitar la descargas de contaminantes al rio; de estas 30 clausuras 23 fueron parciales y 7 totales, imponiendo multas por 7.48 millones de pesos declaró el procurador Federal de Protección del Ambiente, Guillermo Haro Bélchez en febrero del 2015.

Hasta la fecha las empresas responsables de diferentes enfermedades causadas a la población que vive en la cuenca del rio (anemia hemolítica, leucemia e insuficiencia renal) nunca han otorgado indeminización o apoyo para solventar el gasto causado por la contaminación a los afectados.

Las políticas sociales son para beneficio de la comunidad y nos queda claro que este no es el caso, las empresas sancionadas se limitan a pagar multas sin reparar daños a pobladores, o cierran sus empresas esperando verse favorecidos con un nuevo permiso tramitado a esa misma empresa sólo que con diferente razón social y los que pierden como siempre son los vecinos de nuestro río y con eso perdemos todos.

Los legisladores deberán centrarse en beneficiar a la sociedad que los eligió para representarlos y cubrir sus necesidades, la realización y aplicación de leyes que beneficien a nuestros habitantes, leyes reales para problemas reales, no esperemos solucionar problemas de salud cuando podemos prevenirlas.

Movamos conciencias, aportemos lo que nos corresponde desde el lugar en el que nos encontremos, nuestro derecho a una mejor condición de vida, a la salud.

“La tierra ama nuestras pisadas y teme nuestras manos” Joaquín Araújo.

http://www.e-consulta.com/opinion/2016-07-18/rio-atoyac-responsabilidad-compartida-o-corrupcion-ininterrumpida