Severo, daño al Río Sonora: UNAM

Hermosillo, Sonora (DP).- En un estudio, investigadores de la universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se desprende que el daño ecológico y ambiental ocasionado por el derrame de tóxicos por parte de Buenavista del Cobre al Río Sonora, es severo y permanente.

El investigador César Domínguez Pérez Tejada, director del Instituto de Ecología de la UNAM señala que “se aportan elementos necesarios y suficientes para acreditar el daño ambiental y el nexo causal entre las afectaciones al ecosistema y el derrame, identificar de manera preliminar las acciones necesarias para evitar que se incremente el daño ocasionado al ambiente, y justificar el sistema de seguimiento que se debe implantar para medir el grado en el cual cada una de tales acciones logra reparar el daño ambiental”.

Las evidencias concretas de daño al ambiente dentro de la fase crónica son: Alteración adversa del estado base de los ecosistemas, que se manifiesta en las concentraciones de metales pesados mayores a los valores de fondo en suelo y sedimento en el Río Bacanuchi a seis meses y un año después del derrame; y el patrón de concentraciones máximas de metales pesados que se trasladan de norte a sur a lo largo del cauce del Río Bacanuchi y del Río Sonora, durante un período de 70 días posteriores al derrame.

Además se comprobó una afectación adversa al hábitat acuático, que se manifestó en el cambio de la estructura poblacional de especies de peces endémicas y amenazadas; el cambio en la estructura poblacional se observa con la ausencia de estadios juveniles un año después del derrame (es decir, dejaron de nacer especies de peces y aumentó la edad de las que siguieron vivas).

Tres casos de cáncer y alrededor de 500 personas afectadas, es el resultado que la Dra. Reina Castro Longoria tiene documentados en los municipios que fueron afectados por la contaminación de la minera Buenavista del Cobre en el Río Sonora.

La investigadora del DICTUS en la Universidad de Sonora, comentó a Dossier Político que las personas afectadas ocupan estudios clínicos para saber cuál es el nivel de riesgo en su salud por la contaminación de agua y que llegó a los terrenos de cultivo.

“Hay daños visibles en la piel y tres casos de cáncer, uno en el Molino de Camou y el resto en Baviácora”; siendo el pueblo de Ures el lugar donde más afectaciones hay en la piel, “más allá de la dermatitis ya se nota la necrosis en sus extremidades”, reveló la académica.

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) está dando consultas que no son de alta especialidad, es sólo una revisión médica y solo se les da medicamento que mitigue nada más, agregó que lo que se necesita es atención especializada.

Lo anterior, además de las afectaciones psicológicas y morales, que para resolverlos se necesita mucha voluntad política; por ello, pidió Castro Longoria a la gobernadora Claudia Pavlovich darse una vuelta por los pueblos afectados y emprender una acción humanitaria.

Criticó a Grupo México que invierte millones de dólares en Cananea y no da empleos a sus habitantes, solo se dedican a saquear los recursos minerales y lo misma pasa con las empresas de capital norteamericano y canadiense.

El 5 de abril, en entrevista para Dossier Político, la enfermera norteamericana Cadelba Lomelí, reveló que de los resultados de un estudio realizado a más mil personas de la región ribereña se desprende que además de los daños físicos y fisiológicos, los pobladores sostienen que también padecen de ansiedad, depresión y daño psicológico por no saber a ciencia cierta si tienen metales pesados en sus cuerpos ni cuándo sanarán.

El tratamiento médico a los afectados por el derrame de tóxicos de la minera de Cananea no ha sido suficiente pues el 78 % de los afectados registra algún tipo de secuela por daños en la piel, ojos, caída de cabello, manchas en la cara, cuello, dolores en huesos y presentan llagas por más de 18 meses.

De las 6 comunidades donde aplicaron las mil encuestas en plazas que arrojó el 78 por ciento de personas enfermas, se estima que aún existan más afectados por los tóxicos derramados por la empresa del Grupo México el pasado 8 de agosto del 2014.

Describió que “por más de un año no querían salir de las casas por tener manchas grandes…también de los que llenaron las encuestas el 78 por ciento padece problemas de los ojos, lloran los ojos constantemente, arden los ojos por casi 2 años, los hijos no pueden ver bien”.

La enfermera voluntaria añadió que “también es importante mencionar que coleccionamos información de familias, de niños de 18 meses hasta ancianos de 86 años, otro porcentaje grande son personas que padecen dolores de cabeza frecuentes, caída del pelo, cansancio, dolencias en los huesos, no pueden hacer sus quehaceres de manera normal”.

Detalló además que “o estamos hablando aquí solamente de ancianos sino de niños de 10 años con dolores en los huesos, también encontramos mucha ansiedad y depresión por la incertidumbre de no saber qué tienen en sus cuerpos porque hay muchos que no saben si tienen metales pesados ni saben cuándo se van a recuperar”.

Planteó que “el tratamiento médico hasta ahora no ha sido suficiente porque todavía persisten los síntomas, por ello tenemos las siguientes recomendaciones:

Llevar a cabo un estudio profundo de los efectos negativos de ser expuestos a los metales pesados, hacer análisis de sangre para los metales pesados de toda la gente que siga con los síntomas y dar visitas con especialistas en dermatología, oftalmología, toxicología, entre otros y lo más importante escuchar a la gente afectada en los diferentes pueblos del Río Sonora y tomar en serio sus problemas de salud y sus exigencias para tratamiento adecuado y de largo plazo”.

Explicó que “nosotros hablamos solamente con gente que llegaron a las plazas, pensamos que hay mucha más gente afectada de las 6 comunidades… Bacanuchi, Baviácora, Huichopa, Buena Vista, Ures y El Molinito”… empezamos el sábado y terminamos ayer”.

La enfermera especialista Cadelba Lomelí dijo además que “persisten las enfermedades porque los mismos cuerpos de la gente muestran que todavía están enfermas…nosotros encontramos que todavía presentan síntomas y como expliqué, en la piel”.

Para el activista estadounidense David Bacon es inevitable otro derrame de tóxicos de la mina de Cananea porque el Grupo México aunque hoy produce más que nunca e invierte en una concentradora de cobre, no invierte en protección del medio ambiente ni en la seguridad de propios mineros”.

En entrevista para Dossier Político, el también ambientalista y periodista expresó que “Cananea es un lugar histórico muy importante en nuestros países, tengo un gran interés en el tema de los mineros, en la cultura trasnacional porque son las mismas familias que trabajan las minas en Arizona y Nuevo México y aquí en Sonora y Baja California; tengo interés en documentar la vida de esas familias, especialmente su cultura de protesta social, organización social, el movimiento sindical”.

Expuso que “la mina de Cananea está ahora operando a un nivel más alto en términos de su producción que cualquier momento en su historia, esa es una de las raíces de los problemas que hemos visto con el derrame y la falta de seguridad y condiciones saludables en la mina”.

El periodista describió que “la empresa está gastando mucho dinero por ejemplo en una nueva concentradora pero no tanto en la protección del medio ambiente y en la protección de las condiciones de los mineros, además en esos años la empresa y los gobiernos del pasado han cobrado en negar los derechos de los mismos mineros y por eso van a huelga, están fuera de la mina, mientras que la mina está produciendo tanto, con tanta rapidez”.

“Los trabajadores que tienen más experiencia, también que en el pasado han sido los más responsables en términos de asegurar de tratar que la mina opere en condiciones seguras, ya están afuera, es una situación que es casi inevitable que va a haber otros problemas, otros accidentes, entonces tiene que haber un cambio en la operación de la mina”, destacó.

Agregó que “yo veo que Cananea, la mina, está en una situación de crisis obviamente, es una crisis medioambiental y de salud… hoy todos los pueblos están en crisis, el único actor que no está en crisis es Grupo México”.

David Bacon indicó que “Grupo México, ahora, es dueño de Asarco, es la empresa que opera minas y una fundición, a costa de mucho trabajo, ha rehusado a negociar un nuevo Contrato Colectivo con el sindicato minero en el otro lado… entonces la crisis está cruzando la frontera”.

Apuntó que “no es justo porque la empresa tiene la capacidad de mantener condiciones muy altas en el medio ambiente, en la salud de las comunidades, con los mismos mineros con respecto a sus organizaciones sociales, sindicatos… tiene la capacidad, el problema no es la falta de capacidad, el problema es la falta de disposición”.

El sindicalista precisó que “Lo de Grupo México no es algo singular, no es algo único, no es una empresa afuera de lo normal, hace lo mismo que hacen las grandes empresas mineras y eso es sacar dinero al máximo que pueden hacer, por eso nosotros como afectados queremos tener mejores condiciones por ello debemos organizarnos, debemos forzar las condiciones, forzar la ley”.

Por último, dijo que “necesitamos tener la fuerza popular para cambiar las condiciones actuales para asegurar estar de acuerdo con lo que dice la ley, ese es un problema no solamente aquí en México, es problema en los Estados Unidos, necesitamos organizar una manera más efectiva y con más fuerza para asegurar que las empresas operen de una manera responsable”.

Depredación en el Mar de Cortés

Pero no solamente en el Río Sonora existe depredación y contaminación.

El modelo bajo el cual se efectúa la actividad económica de pesca en Sonora está caducado e inoperante, convirtiéndose en un verdadero lastre para el país, consideró José de Jesús Presiche Olachea.

En un férreo posicionamiento hecho llegar al presidente Enrique Peña Nieto, al Senado de la República, a Claudia Pavlovich Arellano y a los titulares de Conapesca y Sagarpa, el representante legal de la Federación Regional de Sociedades Cooperativas de la Industria Pesquera “Puerto de Guaymas”, expone que el ordenamiento pesquero y el trabajo sustentable en el mar son “letra muerta”.

Precisa que “la gradual pero sostenida reducción de capturas de las distintas especies marinas de interés comercial, desde escamas hasta camarón y hasta la notoria ausencia de un sinnúmero de especies como pulpo, langosta, callo de hacha, calamar gigante, aguamala, bola de cañón, algunas variedades de almeja, invitan a la reflexión e indican que el anhelado ordenamiento pesquero es letra muerta”.

Presiche Olachea indica que no sólo eso, “el modelo bajo el cual se efectúa la actividad económica de pesca en Sonora está completamente caducado e inoperante, convirtiendo esta potencial fuente de desarrollo económico en un lastre para el país”.

El representante de la Federación Regional de Sociedades Cooperativas de la Industria Pesquera “Puerto de Guaymas” apunta también que desde hace 20 años esa cooperativa “advirtió que de no regularse la pesquería de la sardina y de no fijarse reglas caras para la acuacultura, amén de considerar los esteros y bahías como zonas de reproducción y categórica prohibición, la pesca artesanal estaría en peligro de extinción y ese tiempo ha llegado”.

La pobreza en la que viven miles de familias de pescadores, especialmente ribereños, son prueba palmaria de ello.

Agrega que durante una exposición en un foro nacional, exhibió la grave problemática que significa la voraz depredación de la flota sardinera, el chinchorro de arrastre y los estanques acuícolas establecidos en zonas costeras.

Lamenta que “el primer artefacto, sobre todo el que utiliza la flota sardinera que levanta todo tipo de escama para llevarla a la reducción o quema aplicada a la fabricación de harinas forrajeras, es el peor depredador de los mares según los especialistas, mientras que el llenado de las grandes ´piscinas´ acaba triturando por igual a camarones en su período reproductivo y diversos productos marinos en etapa larvaria”.

Además, apunta que esas atrocidades ocurren actual e impunemente “dejándonos en franco estado de indefensión ante la depredación de nuestro sustento; la única abundancia que tenemos es de membretes que supuestamente representan a los pescadores ribereños y en realidad representan otros intereses”.

Por ello, dijo, es necesario atender las miles de voces que exigen ir en busca de especies de alto valor comercial hacia aguas profundas y explotar la maricultura en los ricos litorales sonorenses para la siembra del pepino del mar, pulpo, langosta, varias especies de escama y de bivalvos.

Dijo que es inconcebible que en los mercados escasee la proteína de mar para consumo humano y en cambio, se encuentren diversas marcas de alimentos para perros, gatos, gallinas y hasta suministros para granjas acuícolas y centros atuneros.

Por lo anterior, “urge retomar el ansiado reordenamiento pesquero, premisa que data desde los tiempos de doña Julia Carabias Lillo, así como incursionar en modernas y sostenibles pesquerías, con diseños de artes de pesca amigable con el entorno, dejando en el olvido el depredador chinchorro sardinero, mejor conocido como ´cerco de la muerte´, así como los mal afamados palangres o cimbras de kilómetros de longitud, que tienen en vías de extinción a varias especies en el mar”.

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