Romper con la Lógica de muerte: logro de familias a 10 años de Pasta de Conchos

Aldabi Olvera/Másde131

DESOLACIÓN / RECONSTRUCCIÓN

Con una consigna clara: “La vida vale más que el carbón”, la organización Familia Pasta de Conchos extendió su trabajo de exigencia de la búsqueda de sus deudos abandonados por el Estado en 2006 en una mina propiedad de Grupo México, a la defensa de los derechos de otros mineros, la protección del medio ambiente, la creación de memoriales y la construcción de alternativas de trabajo para trabajadores mutilados. Su propósito: que no se repita lo que ocurrió con sus familiares.

A 10 años de la explosión que dejara enterrados a 65 mineros del carbón, Cristina Auerbach, defensora de derechos humanos e integrante de Familia Pasta de Conchos, cuenta a Másde131:

“El aporte de estos 10 años fue romper ese enclave, romper la lógica de muerte que había. Ese es el aporte que hemos podido dar”.

La región carbonífera de Coahuila es muy grande. Va de Monclova a Piedras Negras. Tan sólo hay 160 mil habitantes para 16,040.1 kilómetros cuadrados. Ahí se encuentran los municipios de Melchor Múzquiz, San Juan de Sabinas, Sabinas, y pueblos como Cloete, Agujita, Barroterán, Esperanzas, Palau, Minas la Luz y Nueva Rosita.

Auerbach describe que en la región del carbón hay un sentir común entre los mineros y sus familias: como nadie consideraba reprobable la violación de sus derechos, su muerte en las minas se volvió natural, una muerte cotidiana. A los mineros se les oye decir que se sabe dónde van a entrar, pero no saben dónde van a salir. Y es que hay familias en el pueblo donde murió el abuelo en una mina, el hijo huérfano muere cuando se vuelve adulto; así, hasta tres o cuatro generaciones.

“Es una historia de muerte con la que es necesario reconciliarse” cuenta la defensora de derechos humanos.

En 1889 murieron 300 mineros en la Mina El Hondo. Es el primer registro documentado de un siniestro en estas minas de carbón. Trece años después murieron ahí mismo otras 135 personas. De acuerdo con un documento proporcionado a Másde131 y titulado “Nuestra historia” que habla sobre los 10 años de trabajo de Familia Pasta de Conchos calcula que hay 402 mineros muertos tan sólo en minas que son propiedad de Grupo México. En total, alrededor de 3000 mineros han muerto en la región desde finales del siglo XIX.

Auerbach explica que el carbón de Coahuila se utiliza para la energía y la fundición del acero que usamos: tanques de gas, vigas, cubiertos; todo: “Este carbón es trabajado por obreros que la sociedad ha olvidado”.

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Romper con la Lógica de muerte: logro de familias a 10 años de Pasta de Conchos

En 1951, los mineros de Nueva Rosita se fueron a huelga por sus derechos laborales. Viajaron en la Caravana del Silencio hasta la capital del país. El gobierno de Miguel Alemán prácticamente los encerró en el deportivo 18 de marzo, y nunca los recibió. Los mineros regresaron a Coahuila, y las condiciones de vida de las familias no mejoraron. La memoria de esa larga marcha sigue viva en la región.

La organización Familia Pasta de Conchos marchó primero a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el 3 de marzo de 2006. Casi un año después, llegaron en caravana al memorial instalado en Polanco, frente a las oficinas del corporativo de Grupo México, pero con familiares de otras minas: Lulú, Pocitos Ferber, Vertical 4, Mina 5 (La Esmeralda) y Mina 7 (Saltillito) de AHMSA. En la caravana había gente de los pueblos de Palaú, Nueva Rosita, Progreso, Barroterán.

Cada 19 de febrero acostumbran viajar al corporativo de Grupo México en la capital y realizar un memorial.

En la región carbonífera: aislada, sola; construir una organización donde la gente se sienta familia es un aporte. Su organización no es sindical, sino de papás, mamás, hijos, trabajadores en activo, sobrevivientes, habitantes de los pueblos afectados por la Minería. Además, muchas de las personas de la región emigraron de San Luis Potosí y Zacatecas. Su organización tiene gente de todos los partidos e iglesias distintas.

Y es que, al principio, el gobierno hablaba de 65 viudas. No era cierto, pero como sabían que eran 65 mineros hablaban de eso, eran 63, uno de los mineros era viudo y, el otro, soltero. A las viudas se les llamaba “beneficiarias” de los derechos del trabajador. Ellas dicen: “Yo no me beneficié de la muerte de mi marido”. La organización, por otro lado, empezó a hacer notar a la familia extendida organizada de los mineros; alrededor de ellos había 650 familiares.

Llevaron otros casos que ya no eran pasta de Conchos. Hace tres años la organización debatió sobre si se querían llamar así, pues ahora la mayoría de sus integrantes ya no son dolientes de la tragedia de hace 10 años; sin embargo, eligieron seguir llamándose así ya que la lucha de Pasta de Conchos les da sentido de pertenencia desde 2006. Hoy, junto a las familias de aquel entonces, hay 15 mil personas de seis pueblos mineros.

“Algo de lo que hicimos fue tomar el campo de lo simbólico” recuerda Auerbach, y relata que el #1DMx, durante la toma de posesión le Enrique Peña Nieto, el Movimiento de Colectivos de Bordado por la Paz en México les hicieron llegar pañuelos. Las familias de los mineros comenzaron entonces a realizar la labor de bordar los pañuelos, pero de manera distinta.

“Resultan muy fuertes porque viene el nombre del culpable, de quien fallece, el nombre de la mina, la fecha, y empezamos a recuperar la memoria”, explica.

En el 2007, primer aniversario de la tragedia, levantaron cruces afuera de la mina con los nombres de cada trabajador, del dueño y la fecha de muerte. “Las primeras 65 fueron Pasta de Conchos, pero luego poníamos las siguientes”.

Cada viernes santo se colocan las cruces de mineros muertos de otros años a la vuelta de la curva donde está Pasta de Conchos, porque ahora las autoridades impiden a las familias ir hasta el lugar. Hoy deben de haber 300 cruces. Cada año, al pasar, se le llevaron flores a unos, a las dos semanas ya había flores nuevas.
Cada viernes santo se colocan las cruces de mineros muertos de otros años a la vuelta de la curva donde está Pasta de Conchos, porque ahora las autoridades impiden a las familias ir hasta el lugar. Hoy deben de haber 300 cruces. Cada año, al pasar, se le llevaron flores a unos, a las dos semanas ya había flores nuevas.

Cada viernes santo se colocan las cruces de mineros muertos de otros años a la vuelta de la curva donde está Pasta de Conchos, porque ahora las autoridades impiden a las familias ir hasta el lugar. Hoy deben de haber 300 cruces. Cada año, al pasar, se le llevaron flores a unos, a las dos semanas ya había flores nuevas.

“Es un referente que han intentado, dicen los alcaldes municipales y empresarios que las van a quitar: Como vienen sus nombres, ya no les gustó; porque si viene el minero, no importa, pero el nombre de la mina y el empresario ya no les gusta” cuenta Auerbach.

CERRAR TAJOS

El tema de la Minería del carbón es complejo. Abarca tres niveles de gobierno. La concesión la entrega la Secretaría de Economía, pero el alcalde da permiso de uso de suelo. Casi todo el municipio de Sabinas se encuentra concesionado a mineras, ahí se encuentra Cloete.

Familia Pasta de Conchos trabaja con varios pueblos en la región, incluido Cloete, donde adentro de tierras ejidales, en las calles, casi debajo de las casas, hay tajos de Minería. La gente bromea: En Cloete es el único lugar donde los tajos tienen dirección y código postal.

Los habitantes de Cloete y Familia Pasta de Conchos lograron que, oficialmente, se pararan los ruidosos, polvorientos y contaminantes trabajos en los tajos. Su siguiente paso es plantear que sean tapados.

Mapa anidado de concesiones mineras en la región:

Fuente: http://www.cartografia.economia.gob.mx/cartografia/
Fuente:
http://www.cartografia.economia.gob.mx/cartografia/

“Se sienten más libres, estaban agobiados y agotados por temas de muertes y lo que les hacían en los pueblos que ya ni se salía de las casas por el miedo” relata Auerbach, “la época de (el gobernador Humberto) Moreira y los Zetas fue pavorosa para la región”.

Auerbach denuncia que muchos empresarios se hacían pasar por Zetas. La policía levantaba a quien se oponía a la apertura de minas. Entregaban a las personas a los cárteles o los llevaban a la cárcel. Para dejarlos libres, acusa la activista, tenían que firmar que estaban de acuerdo con las minas.

Este 17 de febrero, a un día de que se cumplan los 10 años de Pasta de Conchos, la organización paró un nuevo tajo de Minería de carbón ilegal en Cloete. La mina es propiedad del primer regidor del municipio de Sabinas, Jaime Arellano. Hasta hoy, la organización Familia Pasta de Conchos ayudó a cerrar 30 tajos ilegales.

“Lo que nos une es la certeza de que la vida vale más que el carbón y de ahí no nos mueven, está encima de contratos, concesiones, acarreo. Si para sacar el carbón vas a afectar la vida no te dejaremos sacarlo” explica Auerbach.

“No es que uno aprenda a vivir con el conflicto, pero sí se aprende a llevar la vida en el conflicto”, cuenta.

Minero Pasta de Conchos

Cooperativa de chiles

No es que uno aprenda a vivir con el conflicto, pero sí se aprende a llevar la vida en el conflicto”, cuenta.

En la región es común ver mineros mutilados y en sillas de ruedas que ya no tenían trabajo y no encontraban qué hacer. Hay algunos que hasta piden limosna. Armaron entonces cooperativas de socios que hacen una inversión, lo regresan; generan después un fondo para multiplicar y es una alternativa.

En el Ejido Minas de Barroterán, algunos trabajadores sobrevivientes de siniestros en las minas tienen una cooperativa para siembre de una hectárea de chile piquín y japonés. El próximo diciembre cumple tres años. En el primer año, los mineros no se preocupaban por reemplazar las matas, sino por sacar chile como si fuera mina de carbón.

Pasta de Conchos cooperativa de chiles

En una región sin sustrato comunitario y sentido de pertenencia, ha tenido que cambiar una cultura basada en el extractivismo a una que se sustente en la vida de las personas. Por ello, mineros de toda la región buscan a la organización: “permitió que se visibilizara la situación de derechos humanos”.

RECIBIENDO DENUNCIAS

Los años que le siguieron a la tragedia de Pasta de Conchos empeoró la situación para los mineros, especialmente en 2011. En aquel año, murieron en promedio dos mineros por mes.

En el memorial del 2011, Familia Pasta de Conchos presentó el informe “Dime desde allá abajo”. Ahí mostraron el estado de las minas entre 2008 y 2010 con documentos oficiales. Desde entonces, la organización lanza informes anuales en los que prueba que las tragedias en la región carbonífera en las minas de carbón no son accidentales, espontáneas ni irremediables. En 2012, murieron 33 mineros del carbón dentro de las minas.

Después de la renuncia aquel año del secretario del trabajo calderonista Javier Lozano, quien en reiteradas ocasiones operó a favor de Grupo México, la Secretaría del Trabajo otorgó a Familia Pasta de Conchos las actas de inspección de la mina desde el 2000. Ahí se dieron cuenta de cómo los mineros denunciaban las mismas condiciones varios años antes.

También se dieron cuenta de la complacencia y corrupción de la mayoría de las empresas mineras, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, la Secretaría de Economía, el IMSS y el Gobierno del Estado de Coahuila. Se enteraron incluso de que había una lista de precios por cada irregularidad cometida: las empresas realizaban pactos o depositaban regularmente para no ser inspeccionadas.

Entonces cambiaron la estrategia. Desde agosto de 2013 acompañan a los inspectores de la Secretaría del Trabajo. Hicieron campaña entre los mineros y sus familias para que se atrevieran a denunciar los lugares donde se violaban normas de seguridad e higiene y derechos laborales. Repartieron 30 mil tarjetas con teléfonos, direcciones para denunciar de manera anónima.

En 2012 murieron 33 trabajadores, en 2013 murieron dos; en 2014 murieron tres y en 2015 murió uno. Además, fueron despedidos 14 inspectores, el jurídico de la Delegación de Coahuila de la STPS, el Delegado en Coahuila de la STPS, todos por actos comprobados de corrupción y negligencia.

Al principio denunciaban esposas e hijas de lo que los padres les contaban en la comida. Los trabajadores se oponían porque dejaban de ganar por turno, después se dieron cuenta que su vida iba de por medio.

“Vieron que no era que se acabara la Minería, sino que no hubiera que sacarlos muertos” explica Auerbach, quien cuenta que incluso, ya les llegan denuncias por Facebook y Twitter.

“Eso no significa que está resuelto el problema. Con una extensión territorial tan grande y el abuso institucionalizado impune, no quiere decir que no se repita”.

EN PASTA DE CONCHOS TAMBIÉN FUE EL ESTADO…

“Creo que señalamos claramente desde el inicio al Estado, más allá de si era Fox, Calderón, Peña Nieto, hay una institucionalización de la impunidad”, denuncia Auerbach: ” Para nosotros como Familia Pasta de Conchos, da lo mismo si es del PAN, del PRI, el resultado es igual: No es un asunto ni de personas ni de partidos, sino del Estado, el que está obligado de tutelar, promover los derechos humanos y laborales”.

“Entreguen a los de Pasta de Conchos para que la sociedad les crea que van a entregar a los desparecidos”, le dijeron las familias de Pasta de Conchos al ex titular de la PGR, Murillo Karam.

En julio de 2013, él mismo les dijo que el rescate de los cuerpos era una decisión presidencial; pero cambió de parecer: Ni los mineros de Pasta de Cochos, ni los desaparecidos, ni los muertos.

El 1 de septiembre de 2015, tras varios malabares de distintos jueces que no le permitieron entrar a la mina, la PGR se declaró incompetente para continuar con la indagatoria abierta el 13 de noviembre de 2013. Karam se fue y ahora Arely Gómez les manda a decir que los delitos ya prescribieron. Pero la Familia Pasta de Conchos se pregunta cómo la PGR después de 10 años dice que los delitos ya prescribieron si ella misma los dejó prescribir.

Auerbach insiste:

“Saben dónde están, saben cómo sacarlos, saben quiénes son y no los entregan, para nosotros es un mensaje para todos: En Ayotzinapa no saben, según, pero aquí sí saben y dónde están y no los sacan. El mensaje de no rescatar a las familias de Pasta de Conchos es: no vamos a entregar a los 26 mil desaparecidos”.

A pesar de los informes de entes extranjeros como la Organización Internacional del Trabajo, el gobierno mexicano no cambió su decisión. Germán Larrea, dueño de Grupo México, era cercano al gobierno de con Fox mediante la fundación Vamos México. Fernando Gómez Mont es el abogado penalista de Germán Larrea.

Son conocidas las muestras de complicidad, opacidad y protección a Grupo México por diversos funcionarios locales y del gobierno de Humberto Moreira, acusado por el padre Raúl Vera en una entrevista a Proceso de ser responsable por la tragedia.

Grupo México sigue cometiendo crímenes en México y en el extranjero (Sonora, Perú). Ningún presidente, ni Vicente Fox, ni Felipe Calderón (quien desoyó cuatro veces las peticiones de las familias), ni Enrique Peña Nieto ha querido siquiera reunirse con las familias de los 65 mineros.

Cristina Auerbach fue golpeada, hostigada en su hogar; recibió amenazas y estuvo a punto de irse del país. Actualmente, quince integrantes de Familia Pasta de Conchos tienen averiguaciones abiertas. Ya vivieron un desalojo policial en 2009 cuando estuvieron en plantón frente a la mina donde se encontraban sus muertos.

Para Cristina; Atenco, Oaxaca, Lázaro Cárdenas y Pasta de Conchos tienen en común una reivindicación laboral, y todos los casos de distintas maneras fueron criminalizados. Se pregunta: “¿Qué pasó con los campesinos, con los maestros?”. Y agrega: “La criminalización de la protesta sirve para distraernos del conflicto original”.

El peritaje del 2007 pagado por la empresa al “experto” D.G. Wooton dice que a la mina no pueden bajar rescatistas por riesgos de contraer VIH y tuberculosis mediante agua contaminada. Este peritaje fue retomado por diversos medios este 17 de febrero, pues todavía es la excusa de la empresa para no entregar los cuerpos de los mineros. Además, existe el rumor de que Pasta de Conchos reabra en 2016 con otra denominación social: “Mina Reunificación Fresnos”, lo cual es legalmente imposible, pues la Secretaría de Economía suspendió hace dos años la concesión. Familia Pasta de Conchos espera desde el 2010 que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos admita su caso.

“Después de 10 años de este proceso diría: Hay que mantener la vista levantada y ver más allá de lo que diga Murillo, la minera, o el presidente pasado, presente y el que sigue. Estamos llamados a la vida, que está por encima de todos ellos”, opina Auerbach.

La defensora cuenta que escuchó a un comentarista de radio que urgía al rescate de los mineros para que se acabara su organización: “Yo creo que aunque fuera el rescate mañana de los mineros, no hemos acabado, la Minería del carbón va a seguir, las familias del carbón van a seguir. La expectativa de las familias ha cambiado, respeto a DH, condiciones de vida digna y eso está todavía por hacerse”.

Y culmina: “Familia Pasta de Conchos es un órgano que se va a quedar para reconstruir la vida”.

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