“Sólo respondimos a la agresión”, afirman policías que mataron a dos jóvenes en Tabasco

Armando Guzmán

VILLAHERMOSA, Tab. (apro).- Agentes federales que asesinaron a dos jóvenes y lesionaron a otros dos, en esta capital, justificaron que lo único que hicieron fue responder al ataque armado de las víctimas.

De acuerdo con los policías José Ángel Guzmán Monroy, Santos Mario Texcalpa y Camilo Iván Serrano Saavedra, quienes participaron en los hechos y accionaron sus armas, fueron atacados por el grupo de muchachos luego de una persecución y después de que éstos intentaron arrollar a dos agentes.

Según el parte informativo que los tres policías rindieron ante el Ministerio Público Federal, difundido por el diario ‘Tabasco Hoy’, todo inició a las 9:15 de la mañana, frente a las oficinas de la Vice Fiscalía de Alto Impacto, dependiente de la Fiscalía General del Estado (FGE), donde se encontraban resguardando las instalaciones, en la calle Porfirio Díaz de la colonia El Águila, el pasado 27 de septiembre.

De repente, la camioneta Dodge Ranger blanca en la que iban los cuatro jóvenes pasó a toda velocidad, rozó el espejo retrovisor de una patrulla y el antebrazo del policía Adrián Quijada Márquez, que estuvo a punto de ser arrollado y quien además observó que los muchachos portaban una pistola con la que hicieron una detonación al aire.

Lo anterior, apuntan, provocó que otro agente federal llamado José Vargas Coranguez les marcara el alto sin que el conductor de la camioneta se detuviera. Incluso el policía tuvo que arrojarse al asfalto para evitar ser atropellado, al tiempo que los jóvenes presuntamente realizaban disparos con un arma de fuego.

Ante la supuesta agresión, los federales iniciaron una persecución por las calles Porfirio Díaz, Niños Héroes, Venustiano Carranza y Francisco Sarabia, hasta Belisario Domínguez, donde los muchachos detuvieron su marcha.

En ese momento, de la parte trasera de la camioneta Ranger descendió un hombre que vestía pantalón de mezclilla y playera negra, portando un arma larga con la que realizaba disparos hacia las patrullas, por lo que los uniformados repelieron la agresión, “real e inminente de la que éramos objeto, al estar en peligro nuestras vidas y la de otras personas, y al estar en cumplimiento de nuestro deber”, según el parte de hechos.

En el enfrentamiento resultó herido de bala el suboficial Esteban Pérez Portugués, a la altura de los hombros y el oído, a quien presuntamente el agresor sorprendió por la espalda y luego huyó, perdiéndose entre las casas de la calle Belisario Domínguez. Aquel quedó imposibilitado de darle alcance, ya que había fuego cruzado.

Una vez controlada la situación, el policía Camilo Iván Serrano Saavedra descendió de la patrulla 14678 y se acercó a la camioneta Ranger para auxiliar a las víctimas y observó el cuerpo de unos de los jóvenes, a quien le tomó los signos vitales y se percató que ya estaba sin vida.

Además, Serrano Saavedra asegura haber visto al interior del vehículo un arma corta sin precisar el calibre.

En una segunda acción, el policía José Ángel Guzmán Morroy revisó a otra de las víctimas y confirmó que también estaba muerto.

Las personas fallecidas son: Miguel Ángel Martínez López y Alejandro Contreras Sierra.

Según los agentes Santos Mario Texcalpa, Juan Alberto Alonso Ortega y Sergio Hernández Sanabria, posteriormente brindaron auxilio a los lesionados Roberto Contreras Osorio y Jorge Luis Gómez Estrada, de 27 y 29 años, igual que al suboficial Esteban Pérez Portugués, herido a bordo de la patrulla 15091.

Finalmente, destacan en su declaración que al revisar la camioneta Ranger hallaron una botella de Whisky Buchanan vacía en la batea y latas de cerveza.

En su informe también mencionan que una persona de aproximadamente 55 años manipuló la escena del crimen y se apoderó de las pertenencias de los occisos.

Y en el lugar de los hechos, precisan, fueron cercados por vecinos de la colonia y familiares de las víctimas que los insultaron, amenazándolos con quemar las patrullas y sacar machetes, al tiempo que les gritaban: “De aquí no se van vivos”.

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