Advierten sobre grandes descargas de agua y contaminación en Yucatán

Ángel Noh Estrada / Diario de Yucatán

En Yucatán, los precios de la extracción del agua subterránea y de uso doméstico son ridículos, casi gratuitos, y esto genera un auténtico derroche de ese recurso, con la consiguiente contaminación del acuífero, advierte Francisco Bautista Zúñiga, investigador del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El doctor en Ciencias, quien ha realizado varios estudios sobre el tema en la región, recalca que la abundancia del agua en la Península de Yucatán y su buena calidad son solo falacias argumentativas, conceptos de validez débil o nula.

“El argumento de la abundancia de agua es muy bueno para algunos porque no hay restricciones de uso”, apunta. “Así se pueden otorgar más de 30 mil concesiones de extracción sin remordimiento alguno”.

¿Por qué el agua es ‘barata’ en Yucatán?

No es la primera vez que el doctor Bautista Zúñiga alerta de este problema. El 1 y 2 de agosto pasado publicamos sus opiniones acerca de una serie de falacias en torno al agua en la Península de Yucatán. Lo cierto, indicó en esa ocasión, es que en la Península ni hay mucha agua ni toda es de buena calidad.

En nuevo análisis, el presidente fundador de la Asociación Mexicana de Estudios sobre el Karst (Amek) señala, entre otras cosas, lo siguiente:

Una búsqueda en internet con la frase “Conflictos por el agua en Yucatán” arroja unos 701,000 casos, y con la frase “Contaminación del agua en Yucatán” los resultados son 1.100,000 casos. A pesar de tan contundentes números, en el nuevo documento del POET (Programa de Ordenamiento Ecológico del Territorio del Estado) encontramos la siguiente frase: “El aprovechamiento de los recursos hídricos no representa hasta ahora una amenaza seria en términos de sobreexplotación, dado que la recarga de agua subterránea supera la extracción del acuífero”.
¿Por qué estas contradicciones? Existe la falacia de que en la Península de Yucatán abunda el agua. Ese argumento se encuentra en documentos oficiales del gobierno del Estado y del gobierno federal. En estos documentos se menciona que el gran acuífero de la Península, maya o yucateco, es casi casi la reserva de agua del país.
No tengo a la mano los precios precisos de las descargas de agua, pero al ser tan baratas, este recurso natural es fuente de riqueza para los que la explotan.

Haciendo una comparación de precios de uso domiciliario por mil litros (un metro cúbico), obtenemos que es de cinco pesos en Mérida y que en Cancún es de $211 por un rango de uno a diez metros cúbicos. Y como no hay drenaje, no se cobra la descarga. Los precios de la extracción del agua subterránea y de uso doméstico son ridículos, muy bajos, casi gratis. En Yucatán hay agua gratis para casi todos los que viven en las ciudades o cerca de ellas.
La descarga de aguas residuales genera pobreza, hace más pobre a la gente que ya está en esa condición. Es la razón de los conflictos ambientales: más pobreza.
La extracción de grandes volúmenes de agua subterránea que después es descargada al acuífero es la causa de la contaminación. En otras palabras, el que usa mucha agua genera muchas aguas residuales que después contaminan de 10 a 100 veces el volumen extraído. Es un auténtico derroche de agua, una auténtica fábrica de pobreza.
Todas las ciudades del karst de la Península de Yucatán, las ya existentes y las que se harán por las megaobras del gobierno federal, tendrán problemas de abasto de agua si no regulan la extracción y la descarga. Las ciudades sin drenaje contaminan su agua y, entonces, requieren forzosamente sus reservas hidrológicas, tipo Cuxtal para Mérida y la reserva geohidrológica estatal, pero si ocupan esas reservas con granjas de cualquier tipo, empresas de agua embotellada, cerveceras o más ciudades, estarán destinadas a padecer conflictos socioambientales.

No hay mucha agua de buena calidad en la Península de Yucatán debido a que las planicies costeras y kársticas se encuentran a menos de 10 metros sobre el nivel medio del mar. Después ya el agua es salina, no útil para uso doméstico. La intrusión salina (agua de mar que va tierra adentro de manera subterránea) contamina el agua dulce y hace menos grueso su lente de agua (como el agua dulce es menos densa que el agua de mar, flota sobre ella). Este fenómeno natural que se presenta en las costas debe ser vigilado.
Las zonas de yeso (roca más soluble que la caliza) contaminan el agua dulce. Por eso en una gran parte del sur de la Península de Yucatán el agua es muy escasa. Allí donde la extracción de agua no se consigue, lo único que queda es captar y utilizar el líquido de la lluvia.
En resumen: agua salina, agua tóxica (yeso), agua contaminada, extracción sin freno por actividades agropecuarias y de empresas (refresqueras y cerveceras), ausencia de drenaje y nuevas ciudades… Y la poca agua dulce de regular calidad es cuasigratis.
Además, un nuevo POET que no entiende el karst. Así no se vislumbra buen futuro para la población peninsular. Urge aprender a vivir en el karst.

Yucatán y el engaño del paraíso

El doctor en Ciencias Francisco Bautista Zúñiga, de la UNAM, recuerda que es común escuchar y leer que en la Península de Yucatán hay mucha agua, llueve mucho y el recurso natural está cerca de la superficie.
Puntos en contra

Sin embargo, subraya el especialista, los paisajes costeros tienen el agua subterránea salina, el espejo de agua dulce es muy delgado y por esa razón el agua potable de las ciudades costeras se trae de tierra adentro.

Otros paisajes geográficos tienen rocas de yeso y eso hace que el agua de lluvia se contamine de manera natural. El agua con yeso no es buena para la agricultura, ni para la ganadería, ni para que beba la población humana. En algunos paisajes geográficos del centro de la Península es agua carbonatada de escasa calidad para el riego. Puede ser bebible para animales y humanos, pero con reservas por la posible formación de cálculos renales.
Abundantes permisos

Además, hay gran número de concesiones de extracción de agua subterránea. Solo en el estado de Yucatán son más de 30 mil.

https://www.yucatan.com.mx/yucatan/en-yucatan-se-vive-un-derroche-de-agua-por-su-bajo-precio