Demanda América suspender desarrollo en Peña Colorada

Sergio A. Venegas Alarcón/Plaza de Armas

Al exigir la clausura definitiva y la restauración total de las 12 hectáreas afectadas en el ecosistema de Peña Colorada, la ambientalista América Vizcaíno dijo a PLAZA DE ARMAS, El Periódico de Querétaro, que el daño no debe quedar impune.
Explicó además el modus operandi de los desarrolladores para obtener cambios de uso de suelo. “Cuando un fraccionador adquiere pequeñas o grandes extensiones de terrenos en zonas de protección ecológica , planea sus desarrollos a corto, mediano y largo plazos, que pueden ir de uno a 50 años”.
Van construyendo en fases, indicó Vizcaíno, van devorando nuestras zonas de protección ecológica en fases, y en los terrenos que quedarán próximos a su siguiente fase de construcciones, van impactando ilegal y gradualmente la vegetación.
Y ya que están preparados para urbanizar, señaló, el deterioro ambiental en los terrenos que desmontaron o incendiaron es tal, que al solicitar el cambio de uso de suelo de preservación ecológica o de terreno forestal para uso urbano, la zona esta tan degradada, que las autoridades consideran viable urbanizarla y se les otorgan los permisos.
Así, los desarrolladores al destruir la vegetación, al remover el suelo, favorecen condiciones propicias para que empiece a crecer vegetación no nativa, esta vegetación indica perturbación y es señal de impacto ambiental.
Como la dejan crecer pretenden ocultar la evidencia del ilícito o el tiempo en el que se realizo el desmonte o el incendio, pero la vegetación colonizadora es precisamente el indicador del deterioro ambiental ocasionado.
En el caso que nos ocupa, la reciente destrucción de 6 hectáreas en Peña Colorada, denunciada el 6 de junio del 2016, es muy grave, puntualizó América Vizcaíno, no solo por la afectación ambiental, sino porque no es el único desmonte realizado en ese terreno.
Recordó que en el 2012 denunciaron la devastación de 6 hectáreas y que la denuncia fue atendida por el anterior delegado de Profepa, abriéndose el expediente correspondiente y que obra en esa dependencia.
Esta situación es crítica, insistió la ambientalista Vizcaíno, porque sin lugar a dudas refleja el modus operandi de los desarrolladores. La devastación de 12 hectáreas en el ecosistema de Peña Colorada no debe quedar impune, y es necesario que al desarrollador se le clausure definitivamente el terreno y se ordene.

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