Mi mayor miedo es morirme sin encontrar a mi hijo: Marina (Sinaloa)

Con fotografías de sus desaparecidos, cartulinas y globos, Las Rastreadoras extensión Guasave realizaron una marcha silenciosa por las principales calles de la ciudad

Fernanda Ruíz / El Debate

Guasave, Sinaloa.- El Día de las Madres no fue motivo de festejo para decenas de mujeres que viven la agonía de la desaparición de sus hijos, y en un grito silencioso de protesta las integrantes del grupo Las Rastreadoras de El Fuerte, extensión Guasave, realizaron la Marcha del Dolor por las principales calles de la ciudad.

Lonas con las fotografías de sus desaparecidos, cartulinas con mensajes como “Sin nuestros hijos no hay nada que celebrar”, y globos blancos, las mujeres se hicieron acompañar de familiares y amigos para iniciar el recorrido.

El dolor de una madre

Para Marina Luque García es el segundo Día de las Madres que el dolor y la agonía de la desaparición de su hijo no le permite celebrar.

Isaac Alfonso Cázarez Luque desapareció el 10 de enero del 2018 en la comunidad de Gambino, desde entonces Marina no ha dejado de buscarlo y no va a parar hasta encontrarlo.

“Es muy difícil pasar este día sin él, desde que desapareció no hay celebración, desde entonces no he dejado de buscarlo y no dejaré de hacerlo hasta encontrarlo.”

¿Tiene la esperanza de encontrarlo con vida? se le cuestionó, y entre lágrimas solo pudo hacer un gesto de negación.

“Ya no, es mucho el tiempo que ha pasado, lo que quiero ya es tenerlo en un lugar digno. Hay muchas preguntas que se quedaron sin respuesta, ya se las tendré que hacer el momento en el que nos volvamos a encontrar”, dijo con las palabras entrecortadas por los suspiros que realizaba para contener el llanto.

A las autoridades solo les pidió apoyo y protección cuando realizan las búsquedas, y aunque señaló que sí tienen temor cuando acuden a sitios remotos en busca de sus desaparecidos, es más grande el miedo de no encontrarlos.

“Sentimos miedo cuando visitamos lugares en donde pudieran estar enterrados muchos cuerpos, pero es más el miedo de saber que a lo mejor me llego a morir y no lo voy a encontrar; es una de las cosas que siempre digo, mi mayor miedo es morirme y no encontrar a mi hijo.”

La marcha

Como Marina Luque existen muchas más; mujeres para quienes el 10 de mayo perdió significado desde que sus hijos desaparecieron.

Ellas, las integrantes del grupo Las Rastreadoras de Guasave, iniciaron la marcha a la que denominaron Marcha del Dolor, por la calle Juan Carrasco, y finalizaron en las oficinas del Ministerio Público.

Frente a las oficinas de la Fiscalía gritaron al unísono: “¿Por qué los buscamos?, porque los queremos”, “Hijo te sigo esperando”, “Seguiremos buscando  hasta  encontrarlos”.

El final de la marcha fue muy emotivo y entre lágrimas las madres rastreadoras hicieron el llamado a la juventud para que cuiden su camino, para que no existan más madres como ellas, que tengan que salir a buscarlos con palas y herramientas en mano tras una desaparición.

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