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Débora Poo Soto

El día de ayer 26 de marzo del 2015 se cumplieron seis meses sin los 46 estudiantes, de la Normal “Raúl Isidro Burgos”, quienes fueron víctimas de crímenes de lesa humanidad la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre del 2014 en Iguala, Guerrero. Daniel Solís, Julio César Mondragón, Julio César Ramírez –todos ellos normalistas- fueron asesinados aquella noche, también asesinados: David Evangelista, jugador de los Avispones Verdes (AV) de Chilpancingo, Víctor Manuel Lugo conductor del camión de los AV y Blanca Montiel, quien iba en un taxi cuando un comando atacó el camión de los AV.

Esa noche cambio la vida del país, la masacre de estudiantes -quizá la peor desde el 2 de octubre de 1968 pero no la única- sumada a la desaparición forzada de la que son víctimas 43 de los 46 normalistas, se ha traducido en rabia, organización, solidaridad y resistencia. De un lado al otro del país la gente se ha movilizado en más de diez “Jornadas globales por Ayotzinapa”. Alrededor del mundo también cientos o quizás miles de personas han expresado su apoyo a las familias de los normalistas y condenado al gobierno mexicano, no solo por estar directamente involucrados –fueron policías  municipales quienes dispararon y se llevaron a 43 normalistas- también por su aquiescencia y sus intentos por cerrar el caso con versiones que siguen siendo amplia y profundamente cuestionadas.

La Asamblea Nacional Popular, junto a las madres, padres y normalistas de Ayotzinapa llamaron una vez más a mostrar el apoyo y el descontento en las calles. En la Ciudad de México por la mañana una comisión de familiares de los normalistas desaparecidos acudió al Instituto Nacional Electoral (INE), donde se entregó un documento en el que solicitaron la cancelación de los próximos comicios que planean llevarse a cabo el 7 de junio en Guerrero, la alternativa que proponen es que se utilice la forma de usos y costumbres para llevar a cabo la elección de las autoridades de las comunidades.

Por la tarde, a seis meses de esa noche de terror en Iguala, las madres y padres, así como los normalistas de Ayotzinapa, junto con sus compañerxs de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) sacudieron el país al marchar otra vez en distintas latitudes de México. En la Ciudad de México, les acompañaron contingentes estudiantiles, el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, el Sindicato Mexicano de Electricistas, varias organizaciones y sociedad civil en general.

La jornada fue la larga, pero las madres, padres y compañeros de los normalistas victimas de desaparición forzada no se dan por vencidos y su energía y empeño empujan a muchxs a seguir acompañándoles y a no dejar de gritar:

¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!

No olvidamos, ni perdonamos, los queremos vivos: Abel, Alexander, Adán, Abelardo, César Manuel, Antonio, Benjamín, Carlos Iván, Bernardo, Carlos Lorenzo, Christian Alfonso, Cutberto, Dorian, Christian Tomas, Giovanni, Everardo, Felipe, Emiliano Alen, Jorge Luis, Jorge Antonio, Jonás Trujillo, Israel, Jorge Aníbal, Jesús Jovany, Jorge, Israel, José Ángel, José Luis,  José Eduardo, José Ángel, Leonel, Luis Ángel, Magdaleno Rubén, Jhosivani, Julio César, Luis Ángel, Mauricio, Miguel Ángel, Miguel Getsemany, Marcial Pablo, Marco Antonio, Miguel Ángel y Saúl.

 

http://www.masde131.com/2015/03/fotogaleria-a-seis-meses-de-ayotzinapa/