Movilizan asesinatos a médicos en Culiacán

José Abraham Sanz, Sinaloa.

Al menos medio millar de trabajadores de la salud salieron ayer a marchar por la avenida Álvaro Obregón, desde las escalinatas del Templo de La Lomita hasta Catedral, para exigir un alto a la violencia en contra de médicos.
El grupo también exigió detener una ley de violencia obstétrica que los criminaliza, desde su punto de vista, de manera exagerada, por la falta de condiciones y equipamiento para laborar, hostigamiento de los superiores y líderes sindicales, y para manifestarse en contra de un Sistema Nacional de Salud que se pretende aplicar, sin haber sido conocido por el gremio.
El llamado de los médicos en Culiacán se unió al que se hizo en otras 22 ciudades del país y coincidió en la exigencia por el asesinato del cuarto médico en el año, en Culiacán.
La marcha comenzó al mediodía; se reunieron médicos, enfermeros, trabajadores de otras áreas de los sistemas de salud públicos y privados y estudiantes, para tomar los dos carriles de la izquierda de la Obregón.
El avance de la marcha blanca fue custodiada por unidades de Tránsito Municipal, que escalonaron con el ritmo, bloqueos momentáneos de la avenida por el peligro que corrieron al avanzar en sentido contrario.
“Trabajadores de la salud nos solidarizamos al paro nacional contra la violencia hacia el gremio médico”, se pudo leer en una de las mantas que encabezó el grupo, soportada por una decena de personas.
“Colegio Médico de Sinaloa. Alto a la violencia y a la impunidad, no más médicos asesinados; exigimos resultados”, imprimieron en otra lona.
A los médicos los esperó una pequeña comitiva del Comité Municipal del partido Morena, con un tendedor de consignas impresas en cartulinas y pegadas en la cara frontal de la macetera de Catedral.
Tras de sí, al menos 300 maestros de la Coalición Magisterial Sinaloense los escoltaron y aprovecharon para exigir justicia por su movimiento contra la Reforma Educativa y la reinstalación de maestros cesados por la aplicación de exámenes de evaluación.
“Todos estos acontecimientos nos han orillado a exigir a las autoridades que necesitamos que no haya impunidad, necesitamos tener seguridad, tranquilidad en nuestros consultorios”, señaló Gilberto Castañeda Hernández, presidente del Colegio Médico de Sinaloa.
“Que no exista la impunidad, porque esta gente mata a uno y se va, como saben que no los van a agarrar”.
En lo que va del año, en Culiacán, al menos cuatro médicos han sido asesinados; los dos últimos en este mismo mes y en situaciones parecidas: atacados en su propio consultorio.
“Exigimos a la autoridad que nos den información sobre el seguimneitno de los médicos que han matado”, agregó Castañeda Hernández.

Tienen médicos pliego petitorio

Óscar Arturo Lagunas Uriarte, presidente del Colegio Sinaloense de Cardiología, señaló que además de la exigencia a la violencia que han sufrido los médicos en Sinaloa, también es parte del movimiento nacional.
“Este movimiento pretende dignificar al gremio de la salud, en pro de los derechos de los médicos y del personal de todo México”, dijo Lagunas Uriarte.
Este movimiento, según los médicos, exige que se deje de criminizar el acto médico, como busca la Ley con la violencia obstétrica.
También, agregó, hay violencia institucional, por falta de insumos para atender a personas, falta de equipos médicos, cobertura insuficiente, con poco personal y enfermería y hostigamiento.

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