El movimiento de personal docente de la UNAM toma mayor fuerza.

Foto: Colectivo Grieta

Colectivo Grieta, 26 de marzo de 2021

Ciudad de México.- Las profundas desigualdades laborales, sobre las cuales está basado el sistema universitario de la UNAM y otras universidades del país, se están exhibiendo a partir de las exigencias de trabajo digno que enarbola el movimiento de profesores de asignatura y estudiantes adjuntos de la UNAM. A casi un año de pandemia, tiempo en el cual se ha sometido a condiciones de mayor precariedad y flexibilidad laboral a la gran población de trabajadoras/es académicas/os en el país, la población docente de la UNAM se organiza cada vez con mayor fuerza para demandar justicia. Como parte de las acciones realizadas, el jueves 25 de marzo se realizó un mitin en la explanada de Rectoría de la UNAM convocado por la recién conformada Asamblea Interfacultades de esta universidad en la que confluyeron las demandas colectivas de las múltiples facultades y preparatorias en un mismo acto para exigir, entre otras cosas:

  1. el pago inmediato e íntegro de los salarios y prestaciones
  2. transparencia en los pagos
  3. seguro médico
  4. aumento salarial
  5. entrega de ‘Bono Covid’ que sirva para pago de equipo y servicios utilizados para la realización de clases en línea
  6. la apertura de concursos para la basificación del personal académico de asignatura.
Foto: Colectivo Grieta

Las diferentes participaciones en el mitin coincidieron en que la precariedad laboral, que caracteriza el sistema de trabajo de los profesores de asignatura de la UNAM, no comenzó con la pandemia, sino que sólo se ha recrudecido en ella. La vertiginosa caída del poder adquisitivo salarial de estos profesores y profesoras durante las últimas décadas, demostrada claramente en el informe 135 del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía, así como la flexibilidad en la contratación, sólo han generado mayor incertidumbre, inseguridad laboral y condiciones de trabajo cada vez más precarias. Hoy, en medio de la pandemia, esta realidad se hace visible por agresiones más explícitas como la retención ilegal de parte del ya raquítico salario y la eliminación de facto de algunas prestaciones. A esta situación de por sí crítica,  se agrega ahora que otras opciones de empleo con las que estos profesores buscaban paliar su raquítico salario universitario, ahora han desaparecido o se han visto reducidas por falta de empleo.

Foto: Colectivo Grieta

Durante el mitin se evidenció que en todas las facultades las autoridades de la UNAM han apostado por un mecanismo de un mayor robo a través de pagos únicos semestrales en los cuales descaradamente retienen meses y prestaciones de la remuneración, violando flagrantemente las condiciones de contratación. El mecanismo consiste en que, cuando el contrato de un profesor de asignatura se demora demasiado en elaborarse, el pago se emite hasta después de que concluyeron tanto el semestre como el contrato, con lo cual la UNAM solamente paga al profesor su sueldo base, sin las prestaciones adicionales establecidas en el Contrato Colectivo de Trabajo y sin hacer las aportaciones correspondientes al ISSSTE, ni a su fondo de retiro, pues se considera que el trabajador “ya no está en activo” al momento del pago. En resumen, hay un estímulo perverso para que la burocracia universitaria retrase la elaboración de los contratos, pues esto se traduce en pagar sueldos y prestaciones incompletos. Mientras tanto, los profesores de la universidad más grande del país trabajan sin pago oportuno y sin seguridad social.

A esta problemática se suman otras que han existido por muchos años. Así lo expresó Efraín, profesor de la Facultad de Ciencias.

“Estamos luchando porque tenemos condiciones muy precarias de trabajo. A lo largo de muchos años, las autoridades han pisoteado los derechos laborales de miles de profesores y profesoras de asignatura, así como de adjuntos que juntos representamos alrededor de 80% del personal académico de la UNAM. A las autoridades se les olvidan los derechos laborales más elementales cuando se trata de nosotros. A todos los profesores de recién ingreso y reingreso les pagan 4 o 5 meses después de haber comenzado las labores y cuando pagan, es incompleto. Los salarios han caído 70% en las últimas décadas y no tenemos ningún tipo de seguridad en la contratación temporal. La lista de agravios es larga, muy larga”.

Mientras que las autoridades universitarias se auto-felicitan públicamente porque la UNAM se ubica en un ranking internacional como la mejor universidad de América Latina y de las mejores del mundo, este grupo de profesores, profesoras y adjuntos irrumpen para demostrar la profunda precarización y explotación sobre la cual se base el funcionamiento esta universidad. Con todo en su contra, con autoridades negligentes, con el sindicato blanco pro-patronal de académicos AAPAUNAM que sólo ha criminalizado a los profesores y profesoras de asignatura y con un escenario de pandemia que ha sido utilizado “como anillo al dedo” para golpear y atomizar la organización dentro de la universidad, esta lucha camina y se articula cada vez con mayor fuerza. Ahora ha tomado la forma de la Asamblea Interfacultades, para mostrar que detrás del velo de elogios de la “máxima casa de estudios del país” están las peores y más denigrantes condiciones de trabajo que puede haber en un espacio universitario. Es por ello que Francisco, un integrante de la Facultad de Economía presente en el mitin afirmó,

“Estamos exigiendo que paguen de manera inmediata y completa, pero también estamos dialogando entre las diferentes facultades, prepas y CCHs de la UNAM para conformar un pliego petitorio común que sintetice lo que nos está afectando en materia de derechos laborales desde hace ya décadas.”

Además de contar con la participación de profesoras, profesores y adjuntos de diferentes facultades, el mitin tuvo la presencia y participación solidaria de estudiantes, quienes han apoyado ampliamente el paro de laborales que se ha llevado a cabo en diversas escuelas y facultades de la UNAM. También estuvo presente personal académico precarizado de otras universidades como la Universidad Autónoma de la Ciudad de México donde también abundan abusos contra la población docente. De esta manera se reveló que la pauperización del trabajo en la UNAM es reflejo de las generalizadas condiciones de precariedad y desigualdad que predominan en el sistema de educación en México. El amplio movimiento que se está gestando en torno a #laUNAMNoPaga, así como la participación diversa de trabajadores y trabajadoras docentes en el mitin de la asamblea interfacultades demuestra, tal y como se mencionó en varias intervenciones, que detrás de la violación a los derechos laborales hay también una política que, interesada únicamente en la reproducción del capital, denigra el desarrollo científico nacional supeditándolo a la lógica de la mercantilización.

Foto: Colectivo Grieta