Hoteles de 10 pisos, casas: El Tren Maya abre el apetito por Puerto Morelos. Pero en zona protegida

Dulce Olvera / SinEmbargo

Puerto Morelos, Quintana Roo, se fundó como municipio en 2015. Cinco años después, será una estación del Tren Maya. Ante ello, en una región con Área Natural Protegida (ANP), parte de la segunda barrera arrecifal más grande del mundo y manglar, se discute un reordenamiento urbano que incluye hoteles permitidos de cuatro a hasta diez pisos, un muelle industrial-turístico y un puente por el manglar. ¿Cuál sería el impacto social y ambiental?

Ciudad de México, 13 de diciembre (SinEmbargo).– Entre Cancún y Playa del Carmen, la especulación inmobiliaria empieza a echar semillas en Puerto Morelos, Quintana Roo, donde habrá una estación para el megaproyecto federal Tren Maya, la cual será conectada a un muelle industrial y turístico a través de caminos y un puente por el manglar, de acuerdo con la propuesta de Proyecto de Desarrollo Urbano (PDU) 2020-2030 presentado por el municipio para consulta pública y en vísperas de ser votado por el Cabildo.

“Puerto Morelos figura con una estación propia en la Glorieta de la Esperanza lo que implícitamente trae consigo un escenario de crecimiento municipal impulsado por la reducción entre las brechas de comunicación y distancia, con el resto del territorio peninsular”, dice el PDU sobre el Tren Maya. “El polo de desarrollo [alrededor de la estación] se proyecta en los terrenos que se encuentran ubicados en la Supermanzana 08, que forma parte de propiedad privada y además contempla la posible participación por parte del Gobierno del Estado con una superficie de terreno colindante a esta zona”.

Sin embargo, la región de tradición pesquera con una zona de manglar (protegido por la NOM-022 con especies amenazadas en la NOM-059), arrecife de coral, ruta de cenotes y el Área Natural Protegida (ANP) Parque Nacional “Arrecife Puerto Morelos” estaría en riesgo ante la expansión, como se planea, de hoteles de hasta diez pisos con 200 cuartos y unidades habitacionales con alta densidad, de acuerdo con investigadores que conforman un comité técnico para evaluar el PDU. De aprobarse sin modificaciones planteadas en la consulta pública de tres semanas, dijeron, recurrirán al amparo.

El Parque Nacional es ANP desde 1998 y sitio RAMSAR desde 2004 al formar parte de la barrera arrecifal denominada “Gran Arrecife Maya” y pertenece al “Sistema Arrecifal Mesoamericano”, considerada como la segunda barrera arrecifal más grande del mundo. En Puerto Morelos también se encuentra un Área Destinada Voluntariamente a la Conservación (ADVC), que abarca ecosistema de manglar.

“En Puerto Morelos el ambiente natural es muy rico. Consiste en la playa, el arrecife de coral, una zona de manglar, selva, ruta de cenotes y un acuífero, la única fuente de agua dulce de esta zona. Para tener un desarrollo sostenible tendríamos que conservar todo esto, pero planean destruir miles de hectáreas llenándolas con casas y planchas de concreto”, dijo Rosa Rodríguez Martínez, investigadora del Laboratorio Sistemas Arrecifales del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM.

Con la construcción de hoteles y viviendas, agregó el investigador de arrecifes de coral Javier González Barrios, alrededor de 80 hectáreas de manglar se deforestarían, esto es, 170 canchas de fútbol sobre el manglar; 63 hectáreas de selva mediana perenifolia y dos mil 860 hectáreas de selva media también se deforestarían, lo que es “un gran cambio a los ecosistemas”. En los últimos 19 años, Puerto Morelos perdió 11.6 miles de hectáreas de cobertura arbórea, lo que equivale a una disminución del 19 por ciento de su cobertura, exponen datos de la plataforma Global Forest Watch.

En el municipio Puerto Morelos, creado en 2015 ahora con más de 30 mil habitantes, ha reducido el turismo y por ende fuentes de trabajo por el aumento de la violencia, el sargazo y la pandemia. El 57 por ciento de la población encuestada para el PDU considera que Puerto Morelos debe tener un desarrollo urbano “ordenado” y que este progreso beneficie a la población mediante abastecimiento equitativo de infraestructura, equipamientos, escuelas, hospitales, dotación y mejora en los espacios públicos.

Pero, dijeron los investigadores, debe ser sustentable con Manifestación de Impacto Ambiental (MIA). “El desarrollo que están promoviendo no encaja con este pueblo pesquero. El turismo aquí es selecto porque mantiene sus ecosistemas, quieren ir a bucear en cenotes y arrecifes”, dijo el investigador Javier González. “Si esto se aprueba, adiós a su identidad y tendremos un nuevo Cancún y Playa del Carmen, ciudades colindantes, que ofrecerá trabajos de miseria en hoteles o restaurantes”.

El Colectivos Unidos de Puerto Morelos conformado por vecinos exige a los Regidores de Puerto Morelos no aprobar el PDU, ya que al cambiar la identidad del pueblo pesquero afectaría la calidad de vida de sus habitantes y los recursos naturales. Ahora, exponen, “se vive bien y en convivencia con la naturaleza”, pero al convertirse en un centro logístico de carga con un muelle industrial y turismo masivo, el municipio del Caribe mexicano se volverá “una ciudad sobredensificada y con mala calidad de vida por el aumento de la contaminación, el tráfico, la basura,, la violencia e inseguridad”. La petición sentencia: “No permitamos que los intereses de personas ajenas a nuestra comunidad determinen el tipo de desarrollo que debe tener. Exigimos una visión responsable hacia el futuro de nuestro municipio”.

La Alcaldesa de Puerto Morelos, Laura Fernández Piña, es del Partido Verde Ecologista. El área de comunicación social del municipio de Puerto Morelos rechazó dar un comentario a SinEmbargo sobre si cuentan con un proyecto de impacto ambiental hasta no concluir la consulta pública el 14 de diciembre.

EL MUELLE MIXTO Y LAS INMOBILIARIAS

El Plan de Desarrollo Urbano 2020-2030 fue presentado por el Instituto Municipal de Planeación y por la Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología de Puerto Morelos. Dieron 15 días para que el consejo consultivo lo revise. La consulta pública de tres semanas, en vísperas navideñas, cierra el 14 de diciembre para presentarlo al Cabildo y aprobarlo o no. No obstante, para los investigadores faltan especificaciones en el impacto ambiental, cultural y económico; tienen datos del censo poblacional de 2010 a un año del censo de 2020; las encuestas omiten la expansión de hoteles de más de cinco pisos y la mayoría de las imágenes en el documento sometido a Consulta Pública son ilegibles.

“Todo el proceso de reuniones y el consejo consultivo es hecho a modo. ¿Por qué tienen tanta prisa? Porque ya se va este Gobierno municipal y quieren dejar amarrados sus proyectos y compromisos con hoteles y empresas constructoras”, planteó Rosa Rodríguez Martínez, del Laboratorio Sistemas Arrecifales del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, de la UNAM.

El objetivo general del PDU es consolidar a Puerto Morelos como un destino turístico “mediante una planeación que priorice la conservación del medio ambiente natural”. Sin embargo, en los objetivos específicos lo que se busca es transformar la zona en un centro logístico de manejo de carga en el muelle cerca del Parque Nacional “Arrecife Puerto Morelos”, donde zarpan embarcaciones para llevar mercancía a la Isla de Cozumel, y cerca de donde será la estación del Tren Maya.

“Quieren hacer el muelles de carga mixto parte industrial y parte turístico, y conectar a través de cuatro caminos que pasan por el manglar a la estación de Tren Maya. Los caminos marcados están en una zona donde supuestamente no se puede hacer nada porque es de conservación. ¡Imaginen el paso de camiones por en medio del manglar! Ni los hoteles quieren porque quiere combinar turismo con industria portuaria como en Veracruz”, explicó Rodríguez. “El plan no analiza el impacto que tendrá la operación portuaria en el Parque Nacional. Los barcos de carga son los más contaminantes y al haber más tránsito de embarcaciones hay más riesgo de impacto al arrecife y de derrame de productos”.

La investigadora Rodríguez considera que “todo va enfocado para el Tren Maya”. Si bien reconoció que el tren es rápido, económico y contamina menos que los aviones, ni siquiera existe una Manifestación de Impacto Ambiental del tren para esta zona y cuestionó que influya en el manglar. La única MIA regional, recién aprobada por la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat), es para la fase uno Palenque-Izamal. En 2013, evocó, durante la Gubernatura de Roberto Borge Angulo se intentó poner el complejo comercial, turístico y habitacional Dragon Mart en Cancún, el cual se canceló años después por la presión ciudadana y un amparo, pero los inicios de la obra dejaron devastación ambiental en una zona de humedales.

Lo que se está viendo en Quintana Roo, dijo el investigador Javier González, es que Puerto Morelos es la punta de lanza puesto que el reordenamiento urbano es a nivel municipal sin intervención del Gobierno federal para un proyecto federal, el Tren Maya.

El otro objetivo específico del PDU es cambiar la vocación turística de bajo impacto, con turismo selectivo de interesados en bucear, a densidad media y alta. El plan establece que los hoteles permitidos pasen de cuatro hasta a diez pisos en zonas costeras con acceso a la playa; de 50 cuartos por hectárea a 200 y respecto a la densidad urbana de 60 viviendas por hectárea a 170 viviendas, lo que orillaría a casas de 20 metros cuadrados.

“Este modelo de desarrollo no es sostenible e implica un alto riesgo para nuestros recursos naturales que son muy frágiles. También puede resultar en un deterioro de la calidad de vida y de la cultura y tradiciones”, dijo la investigadora Rosa González. “Tenemos todavía varias especies de mamíferos, de aves, de reptiles y anfibios, varias de ellas en la categoría de peligro de extinción. Formamos parte de un corredor de aves en la que se han registrado 250 especies”.

De acuerdo con la información recopilada en el PDU, se ha registrado un total de 94 especies de vertebrados en categoría de protección, que representa el 20 por ciento del total de especies del área. El grupo de los reptiles es el más vulnerable en términos de conservación, pues de 54 especies registradas el 39 por ciento se encuentra bajo alguna categoría de protección, el segundo lugar lo ocupan los mamíferos con 24 por ciento y las aves el 17 por ciento de especies registradas.

El desarrollo urbano en la zona a la larga tendría un impacto en la salud del arrecife, en la selva y en los cenotes porque todo está conectado. De hecho, lo filtrado contribuye a enfermedades en organismos marinos y que haya una mayor cantidad de sargazo, que junto con la pandemia y violencia, redujo el turismo hacia Quintana Roo. Incluso planean construir viviendas en zonas de selva baja, en donde el agua llega a subir más de un metro de altura durante tormentas y huracanes, de acuerdo con los mapas del PDU.

“Solo va a beneficiar a algunas industrias de la construcción que es lo que ya ha ocurrido desde el PDU vigente (2009). Cuando los hacen están muy pintados, pero después no se da mantenimiento y quedan ‘paraísos siniestros’. Ha sido pura especulación. Las que ya construyeron muchas casas ni siquiera están ocupadas”, advirtió la investigadora Rosa Rodríguez el Instituto de Ciencias del Mar.

Al sur de Puerto Morelos, por ejemplo, en Punta Brava –una zona de anidación de tortugas y más libre de edificaciones que la costa central– también se planean construir los edificios de hoteles hasta de 10 pisos con algunos acceso a la playa, “que van a invadir espacio donde hay manglar, actualmente protegido por normas mexicanas y es sitio RAMSAR”, alertó el consultor en arrecifes de coral, Javier González Barrios. También se aspira a desarrollar áreas de almacenamiento de gas e hidrocarburos al sur de la zona urbana que es básicamente selvática.

“Cambiaría el paisaje muchísimo y los turistas ya no tendrían riqueza natural para contemplar”, dijo González, quien llamó a los integrantes del Cabildo a reconsiderar el PDU o la segunda etapa serán los amparos.

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