Nuevo ataque contra comunidades Otomís en defensa del bosque

Artemio Guerra Baz/Cuartoscuro

Colectivo grieta, 10 de septiembre de 2019.

El día 9 de septiembre a las 9.30 de la mañana, pobladores de la comunidad San Francisco Xochicuautla en el Estado de México, que resisten a la construcción de la autopista Toluca-Naucalpan, fueron agredidos por un grupo de golpeadores.
En un comunicado hecho público por las comunidades Hñatho en Defensa del Bosque Sagrado del Agua, pobladores de San Francisco Xochicuautla denunciaron haber encontrado una máquina trabajando en el paraje Jushida (Xochicuatla), perteneciente a la constructora Teya, que es parte de Grupo Higa. Los pobladores le dijeron al operador de la máquina que no podía continuar trabajando, pues la comunidad organizada obtuvo un amparo que señala la suspensión del proyecto carretero, al menos en los tramos que corresponden a Huitzizilapan y Xochicuautla.

La comunidad señala que acompañaron al trabajador hasta la carretera, donde fueron alcanzados por un grupo de golpeadores que viajaban en un automóvil, “aproximadamente 20 hombres drogados y armados con machetes y palos” quienes huyeron luego de agredir a una compañera que estaba documentando los hechos, y golpear con palos al resto de los pobladores presentes. Los comuneros añadieron que minutos después regresaron 30 golpeadores, 100 elementos de la policía estatal y un grupo de 10 militares para resguardar la maquinaria. Desde entonces están dando rondines por la comunidad, intentando intimidar a la población.

El conflicto por la construcción de la autopista comenzó con el decreto emitido por el gobierno del entonces presidente Enrique Peña Nieto para expropiar parte del Bosque Sagrado Otomí de la comunidad de Xochicuautla, el cual venció el pasado 29 de mayo. Sin embargo, la resistencia de esta comunidad data de al menos 8 años antes, en la defensa del bosque que se ve amenazado por diferentes inmobiliarias que pretenden construir casas de lujo y campos de golf.
Durante todo este proceso, el pueblo se ha visto amenazado tanto por Grupo Higa como por la policía. Han destruido sus cultivos, derribado sus casas, girado órdenes de aprehensión contra los defensores del bosque, y violado reiteradamente los amparos que ponen freno al proyecto de la autopista. La comunidad Hñatho de San Francisco Xochicuautla y Huitzizilpan resiste al proyecto carretero, a cargo de la empresa Autovan, que va a traer consigo la afectación de 23 km de bosque, además de la construcción de miles de casas habitación y clubs de golf como parte del proyecto denominado Gran Reserva Santa Fe.

El pueblo Hñahto no ha estado solo, pues su paso anda con el de miles de indígenas del país que forman parte del Congreso Nacional Indígena y con la solidaridad nacional e internacional de los adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona.