Alertan sobre las intenciones de ONG extranjeras en Yucatán

MayaPolitikon
Ante las circunstancias sociales críticas que se vive en los pueblos mayas a causa de la implementación de megaproyectos energéticos, el activista Rusell Pebá Ocampo advirtió a sus iguales a estar atentos de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que están llegando a Yucatán e integrándose a organizaciones locales.

En una reunión de la asamblea Múuch’ Xíimbal en que se evaluaron avances y se planificaron estrategias, Rusell Pebá advirtió de la presencia de nuevas “mega-oenegé” en el tablero yucateco que –con conocimiento o no– están haciendo el trabajo sucio a las empresas energéticas que engañan a los indígenas despojándolos de sus tierras ante la mirada indiferente del Estado.

Las mini ONG locales, encandiladas con los financiamientos internacionales no dejan pasar la oportunidad y pronto ya están trabajando con ellos, y sin notarlo, trabajando contra los pueblos por quienes al principio decían trabajar, explicó Pebá Ocampo.

Hay que estar atentos y saber leer a las ONG, enfatizó el activista ante una treintena de compañeros de lucha reunidos en Mérida.

Ante representantes de varios ejidos y organizaciones amigas, precisó que ONG internacionales y bien capitalizadas están llegando a Yucatán y buscan hacer “sinergias” con organizaciones locales con trayectoria, que tienen un vínculo importante con las comunidades y por medio de un trabajo conjunto apropiarse de las informaciones y usarlas para sus propios fines.

Hay que saber leer a las ONG, enfatizó Pebá Ocampo. Dos aspectos son importantes a tomar en cuanta, dijo. Primero es averiguar de dónde le proviene su financiamiento y el segundo, saber qué intereses están promoviendo.

El asunto, explicó uno de los dos mayas que derribaron el ASPY en 2018, es que de pronto estas ONG están trabajando para las empresas y el gobierno, a espaldas del bien del pueblo y de lo que quiere el pueblo. Y recordó el caso del Centro de Información sobre Empresas y Derechos Humanos (CIEDH, o Business & Human Rights Resource Centre, en inglés) cuyos enviados muestra un rostro ante unas organizaciones locales pero ante Múuch’ Xíinbal muestran otro muy diferente.

Otras voces pusieron de relieve en la asamblea que el problema de estas mega-ong tienen peso en el concierto internacional y tienen incidencias en decisiones de gobiernos e instituciones. Sin embargo, lo gracioso de estos estudios es que los datos de sus reportes los piden a las mismas empresas que son objetadas y es así que encontramos, por ejemplo, que la empresa Vega Solar –que viola los derechos indígenas en San José Tipceh, Muna– aparece como una gran garante de los derechos humanos y derechos indígenas….

En las siguientes semanas, veremos a ONG extranjeras dando a conocer en Yucatán reportes sobre las ventajas de los parques eólicos y los parque solares o fotovoltaicos, informó. Sin haber estado en el campo, sin haber cruzado palabras con las comunidades, hablarán sobre las maravillas que ofrecen estos megaproyectos y lo entusiasmado que están los pueblos con estos megaproyectos, pero lo peor del caso es que no representan a los pueblos sino a los intereses empresariales, advirtió el activista.

En esta misma dirección mira el reciente ascenso de la arquitecta Mireille Segovia Martin a un puesto clave del gobierno del Estado de Yucatán, precisamente en lo que compete a las energías renovables. Con Segovia Martin, explicó, el sector energético privado mete las manos directamente en las decisiones gubernamentales y viceversa. La profesional está ligada a Viva Energía, empresa que implementa los parques eólicos de Dzilam Bravo y Progreso, según Múuch Xíinbal.

En el argot estadounidense se llama “puertas giratorias” la práctica en que ex funcionarios de gobierno se integren a una empresa con la que éstas obtienen grandes ventajas. Y viceversa: ejecutivos de las empresas se integran al gobierno con las ventajas consecuentes.

Rusell Pebá es, junto con Pedro Uc Be, uno de los dos indígenas mayas que se ampararon contra el llamado ASPY en 2018 y lograron que el megaproyecto peninsular se suspendiera.

El lema de Múuch’ Xíinbal es la tierra ni se alquila ni se vende. Considera que una AC que recibe financiamiento de X financiador termina haciendo tareas para éste. Y muchas AC están muy cómodas con este modus vivendi, y su causa será una gallinita de los huevos de oro, porque mientras más tiempo invierta en lograr sus objetivos más lucrativo será por el financiamiento.

Múuch’ Xíinbal, que se financia a sí mismo y con pequeñas donaciones de simpatizantes con la causa del territorio y los derechos humanos, acompaña a ejidatarios y vecinos aportándoles información para que tomen sus propias decisiones. Se constituyó como tal hace un año.

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