El archivo Jojutla: Arrancar imágenes a las fosas del Estado de Morelos

Erika Lozano / adondevanlosdesaparecidos.org
Carolina Corral / GIASF*

Durante las exhumaciones de los cuerpos que la Fiscalía Morelense enterró de forma clandestina en una esquina del panteón municipal de Jojutla en 2014, las integrantes de Regresando a Casa, Morelos – un colectivo de familiares de personas desaparecidas – se encargaron de documentar e ilustrar todo lo referente a cada cuerpo extraído de aquella fosa estatal.

Cada imagen arrebatada a un lugar oculto, dice Didi-Huberman, a propósito de las pocas imágenes extraídas de los campos de concentración nazis, por muy fragmentaria que sea, por muy difícil que resulte mirarla e interpretarla, es un instante de verdad invaluable. Las imágenes y datos que el colectivo Regresando a Casa pudo arrebatar a un lugar que buscaban que permaneciera oculto, son hoy un fragmento de la verdad, una visión no oficialista sobre los hechos. Constituyen un expediente de carácter civil e independiente que en primer lugar puede ayudar a identificar a alguien que está siendo buscado, así como también se convierte en una pieza fundamental que ayuda a constituir el mapa rumbo al acceso a la justicia que este país necesita.

La fosa de Jojutla fue la segunda fosa oculta por la Fiscalía de Morelos de la que se tuvo noticia después de que la familia Hernández descubriera en 2016 la existencia de la fosa de Tetelcingo, Cuautla. Los familiares de personas desaparecidas lograron por orden judicial su participación como peritos y observadores independientes en ambas fosas. Terminada su intervención en Tetelcingo, entregaron sus registros a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, que fungió como su aliada independiente, pero cuyo departamento de Atención a víctimas cerró y con ello el acceso que los familiares tenían a su documentación.

La experiencia de Tetelcingo les enseñó que no hay garantía de acceso a la información si la dejan en manos de alguien más. Por ello, antes de iniciar labores en Jojutla, las mujeres organizadas decidieron elaborar sus propias fichas de registro con el apoyo y asesoría que brindó el GIASF en un taller de introducción a la arqueología forense y llenado de fichas de registro.

El archivo que generaron es una carpeta gruesa en la que diferentes estilos de caligrafía y dibujo acumulan información sobre cada uno de los 75 hallazgos con más de 85 cuerpos exhumados de la fosa. La ilustración ocupó un lugar importante en sus registros. Dibujaron esqueletos, huesos, tatuajes, trozos de tela y prendas de vestir.

Durante las exhumaciones de marzo de 2017 en Jojutla, las integrantes de Regresando a Casa entraron a la zona cero de la fosa de Jojutla en grupos de tres a cinco a documentar todo lo que veían y escuchaban. Al colectivo Regresando a Casa le impidieron tener su propio perito de fotografía, por lo que la escucha, la anotación inmediata y los dibujos suplieron la memoria fotográfica. Debían sostener la atención por varias horas y días bajo un toldo que emanaba los calores de marzo en el sur de Morelos. Por lo que su método de que todas escribieran la misma información sirvió para después cotejar que habían visto y escuchado lo mismo.

Edith Hernández, por ejemplo se dedicó a elaborar dibujos detallados de la ropa de los cuerpos enterrados. Uno de los dibujos que ella recuerda con apego es el de una playera y su estampado de la caricatura ELMO. Anotó marca, talla, color y medidas de las prendas puestas y adjuntas al cuerpo.

Muestra del registro realizado por el colectivo Regresando a Casa Morelos

Edith sabe que las ropas son pistas indispensables para reconocer a una persona desaparecida. Cuando su hermano desapareció, llevaba puesta un playera con el logotipo “Materiales Hernández” de la empresa familiar y teléfonos. El cuerpo de Israel Hernández, fue hallado en las fosas de Tetelcingo después de cuatro años de buscarlo en muchos lugares incluyendo en SEMEFOS en donde les decían que no tenían a su hermano. Edith no se explica cómo la Fiscalía no dio parte sobre su paradero con una prueba tan contundente como una playera con teléfonos. La Fiscalía enterró a su hermano con la playera, con ello obstaculizó su pronta identificación y contribuyó a terminar de desaparecerlo. Edith se pregunta si la Fiscalía les quería esconder algo. Con este antecedente, Edith se tomó como una misión personal dibujar la ropa hallada en Jojutla.

Taller del Grupo de Investigaciones en Antropología Social y Forense. Foto: Carolina Corral

Mientras los trabajos y resultados de la fosa sigan detenidos so pretexto de los tiempos electorales y la transición de poderes, el archivo Jojutla es por ahora el único acceso que los familiares de desaparecidos tienen a la información sobre los cuerpos enterrados clandestinamente por la Fiscalía de Morelos.

Este archivo elaborado por sociedad civil se vuelve parte de la materia prima con la que se empieza a constituir un expediente nacional que en un futuro -esperamos próximo- ayudará a entender cómo las Fiscalías son parte de la desaparición de personas en nuestro país por desidia, omisión o complicidad, y con ello, a traer la verdad y la justicia respecto de los enterramientos negligentes por parte del Estado.

El archivo Jojutla recabado por el colectivo Regresando a Casa Morelos es una memoria material e histórica que tenemos sobre la fosa de Jojutla. Forma parte de la historia no oficial desde los ojos de familiares que buscan a sus desaparecidos. Es lo que las mujeres lograron extraer de un lugar que quería permanecer oculto.

*El Grupo de Investigaciones en Antropología Social y Forense (GIASF) es un equipo interdisciplinario comprometido con la producción de conocimiento social y políticamente relevante en torno a la desaparición forzada de personas en México. En esta columna, Con-ciencia, participan miembros del Comité Investigador y estudiantes asociados a los proyectos del Grupo (Ver más: www.giasf.org)

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