Seguir tejiendo más allá de la universidad: TOR (CDMX)

Foto: http://tejiendorevolucion.org

Colectivo Grieta

La continuidad de los trabajos emprendidos a través de la movilización estudiantil ha sido uno de los grandes problemas a los que las iniciativas de abajo y a la izquierda se han tenido que enfrentar una vez rebasadas las coyunturas que los convocan. El trabajo de Tejiendo Organización Revolucionaria (TOR) ha tratado de responder a la incógnita por esta continuidad para no dejar caer los nudos organizados con el paso del tiempo. Las experiencias de la huelga de la Universidad Nacional Autónoma de México de 1999, la construcción de la Otra Campaña y, hoy en día, la construcción de redes de apoyo al Concejo Indígena de Gobierno, son algunos de los nudos visibles en la historia de TOR, sin embargo mantener el hilo organizativo tenso y amarrado al paso de los años es una de las tareas en las que esta organización de origen estudiantil se ha centrado.
TOR es producto de la confluencia de dos experiencias: por un lado, la de un grupo de estudiantes que participaron en la huelga del 99, y por otro lado, la de un grupo de compañeros que tenía trabajo solidario con pueblos indígenas que se organizaban en torno al CNI. Estos espacios organizativos se encontraron en el 2005, en el contexto de la construcción de la Otra Campaña. Hacia 2009, estos dos espacios decidieron empezar a caminar como uno solo y formar Tejiendo Organización Revolucionaria.
Según cuentan, el año que vio nacer a TOR fue particularmente difícil debido al golpe represivo que sufrió la radio comunitaria Radio Ñomndaá de Suljaa de Xochistlahuaca, Guerrero, con la que sostenían un trabajo solidario de tiempo atrás. Cuentan que entre el 2009 y 2011 hubo un recrudecimiento de la represión en contra del CNI y que durante este periodo asesinaron a 34 compañeros de Ostula. Es ante ese contexto que decidieron juntarse para buscar formas organizativas que les dieran más oportunidad de hacer un trabajo organizativo de largo plazo, junto con los pueblos.
El trabajo solidario con el CNI se ha mantenido hasta la fecha, pero ahora el colectivo se organiza en comisiones para atender los diversos espacios en los que participan políticamente. Además del trabajo de acompañamiento a los pueblos del CNI, tienen una comisión que realiza trabajo urbano y popular y una comisión que hace trabajo universitario o estudiantil.
Desde 2013, la comisión de acompañamiento a los pueblos del CNI, se ha dado a la tarea de aportar contenido informativo para dar a conocer cada uno de los “Espejos de la Resistencia” (zonas de resistencia de los pueblos originarios que fueron nombradas así por el comunicado conjunto “2ª Declaración de la compartición CNI-EZLN. Sobre el despojo a nuestros Pueblos”). Esta comisión ha compilado fotos de los medios libres sobre cada uno de los espejos y preparado una ‘Expo Itinerante’ que ha recorrido varios lugares y que, actualmente, está en el Foro José Revueltas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Además de la exposición, han puesto esfuerzo organizativo en publicar lo que ellos llaman “Bonos solidarios”, fascículos informativos sobre cada uno de los Espejos que se venden para apoyar los trabajos en de la localidad a la que hacen referencia y que se incluyen en números de la Revista ‘Palabras Pendientes’. Esta última es una de las dos publicaciones periódicas que edita esta organización, (la otra es el Periódico El Torito, “Órgano de difusión de Tejiendo Organización Revolucionaria”).

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Por su parte la comisión de trabajo urbano y popular realiza trabajo en las colonias populares Tanque, Malinche y San Bernabé de la delegación Magdalena Contreras. En esos barrios hay una situación de exclusión fuerte en cuanto al acceso a la educación media superior: “es campo abierto para la drogadicción y delincuencia por el olvido social al que se enfrentan”, explican. Frente a esto, los compañeros de TOR han organizado desde 2016 talleres para presentar exámenes de ingreso a la preparatoria. Sin embargo, admiten que crear procesos organizativos que duren en esas condiciones es muy difícil. En todo caso, nos relatan, son las madres de familia quienes dan continuidad a los trabajos. Los más jóvenes después del taller, casi no regresan, pero las madres sí.
Otro ejemplo de trabajo urbano popular que han tenido es el que comparten con la Organización Popular Francisco Villa de Izquierda Independiente (OPFVII), en Acapantzingo. Ahí también organizan talleres educativos, y comentan que llegar a trabajar a un espacio donde ya hay organización es infinitamente distinto, “ahí todo pega”, nos comentan, no se batalla tanto como en la Magdalena Contreras.
En cuanto a la comisión estudiantil, o la que hace trabajo universitario, TOR le ha apostado a la organización de espacios de reflexión crítica abiertos a construir organización política de otro tipo. Han organizado seminarios-semilleros, círculos de estudio, conferencias. Nos cuentan cómo esos espacios han tratado de responder a las distintas iniciativas organizativas que lanzan el EZLN y el CNI. Por ejemplo, desde la publicación en el 2015 del comunicado “Sobre las elecciones: organizarse” del Subcomandante Insurgente Moisés, han tratado de hacer de los semilleros una parte importante del trabajo de crítica y análisis pero también de encuentro y organización.
El último de estos seminarios giró en torno a los Acuerdos de San Andrés. La inquietud por organizar un espacio de reflexión sobre este tema provenía de la observación de que llegada del nuevo gobierno a la silla de poder se estaba tratando de legitimar mediante una pretensión de hegemonía ideológica (fundamentada en los “30 millones de votos” de las pasadas elecciones federales) que desde su perspectiva “ya está pegando en los pueblos”. Por ejemplo, comentan, que el anuncio del gobierno entrante sobre la creación un Instituto Nacional de Pueblos Indígenas parte de un desconocimiento rotundo del proceso organizativo de los Acuerdos de San Andrés, “por eso se nos presentó como necesario hacer un llamado a defender el sentido originario de los Acuerdos”. Desde esta perspectiva el seminario se enfocó en la comprensión cabal de su contenido, así como en el proceso mediante el cual fueron construidos.

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Finalmente, a la par de estos trabajos se han sumado a otras iniciativas. La más reciente de ellas fue la recolección de firmas para conseguir el registro para Marichuy como vocera del Concejo Indígena de Gobierno. Al igual que muchos otros colectivos a través del país, la recolección de firmas requirió de organización para llegar a lugares como Puebla, el Istmo en Oaxaca y a Veracruz donde se sumaron a la tarea de recabar las firmas. A partir de que se lanzó la iniciativa del CIG, TOR intentó acercarla a la Universidad mediante foros sobre la historia del CNI. Sin embargo, reconocen que en la universidad hubo más dificultad para acercarse a la comunidad que en otros lugares.

Con el paso del tiempo, Tejiendo Organización Revolucionaria se esfuerza por responder a la pregunta sobre cómo es posible seguir organizados más allá del calor del momento y el furor de la coyuntura, sobre cómo hacer para que el hilo que teje la organización no quede como un cabo roto. De acuerdo a su propio relato, éste es el eje de su proceso organizativo.