Relleno sanitario bloquea al Ayuntamiento (Baja California)

Lorena Lamas

En Ensenada los contenedores y tambos están rebasados porque desde enero, la administración no paga 545 mil pesos a la concesionaria, por lo que no deja entrar todos los camiones. Mientras trabajadores enfrentan tal situación, descomposturas y falta de combustible, alcalde insiste en que la solución son “más camiones”

Entre 100 y 120 toneladas de basura se descomponen diario en las calles y domicilios de los ensenadenses, quienes enfrentan una fuerte crisis con el Departamento de Limpia de Servicios Públicos Municipales.

La ineficiencia del sistema, manifestó Silvia, una vecina de la Escuela Primaria “Mariano García García”, se enfrenta en el Bulevar Sokolov de la colonia Lomitas Indeco, donde una pared de bolsas negras de basura divide el patio trasero del plantel, adonde el servicio no ha pasado por cinco meses.

El problema es económico porque el Ayuntamiento ha faltado a la responsabilidad de pagar las obligaciones por 545 mil pesos por el uso del relleno sanitario de la empresa PASA, SA de CV, generando un rezago.

Situaciones no presupuestadas se presentan desde enero de 2018, cuando la empresa comenzó a bloquear el acceso a los camiones por impago. Primero les impuso ciertos horarios para después cerrar las puertas hasta regularizar lo convenido.

“Ahí vamos de regreso, buscando dónde tirar toda la basura de la ciudad, apestosa, y se nos poncharon las llantas en varias ocasiones por el peso de la basura”, narró uno de los empleados.

Información de Servicios Públicos Municipales, la dependencia con más empleados sindicalizados, refiere que Ensenada tiene una deuda de poco más de 13 millones de pesos con el relleno sanitario.

El Ayuntamiento hizo un convenio para saldar 1.5 millones de pesos al mes, más la factura, pero como no cumplieron con el acuerdo, en julio volvieron a bloquear el acceso.

Después la autoridad les abonó y lograron regresar la basura. Se calcula que hay un ingreso de 200 a 240 toneladas de basura, cuando habitualmente se reciben de 300 a 350 toneladas.

Como parte del contrato, el relleno cobra 131 pesos por cada tonelada de desperdicios que entra a la empresa, ubicada en la carretera Ensenada-Ojos Negros.

El alcalde Marco Novelo Osuna ha declarado que resolverá el apuro comprando más unidades, que le donarán una veintena más y obligará a comerciantes a contratar empresas privadas de recolección.

Mientras tanto, y como parte de los más de cuarenta cambios de funcionarios de primer nivel que ha realizado en su gobierno, el 5 de agosto despidió al subdirector de Servicios Públicos, José de la Luz Valdez, para designar al anterior jefe de Talleres, Ignacio Romero.

GASTOS Y CONCESIÓN EN LA MIRA

Sindicatura Municipal tiene en su poder treinta quejas con expediente abierto respecto a la inoperatividad del sistema de limpia. No obstante, hay otras más en las que se hizo labor de gestoría ciudadana, solicitando la intervención de la dependencia para recolectar la basura.

La síndico procuradora Karina Castrejón Bañuelos inició una investigación de cada uno de los casos en particular, mientras que el jurídico se encuentra en la revisión de la concesión de la compañía.

Hasta 17 días han pasado los camiones sin combustible en los patios municipales; en lo que va del año, seis veces la administración del relleno sanitario les ha impedido el acceso y una decena de ocasiones se han quedado sin guantes ni bolsas.

Trabajadores del Departamento de Limpia hablaron de la situación y mostraron estadísticas de cómo a mediados de 2017 tenían un retraso de 40 por ciento en la recolección y poco a poco fueron bajando los números.

Mencionaron que el alcalde no ha querido implementar un programa de mantenimiento para recuperar unidades, sino que se ha empeñado en comprar más y negaron que ellos se roben las piezas, como los han señalado autoridades municipales.

Se estima que en promedio, el gasto por combustible de un camión recolector es de 38 mil pesos por día, pero en meses recientes no ha habido fondos para abastecer.

“Cuando iniciamos el turno, hacemos fila, nos quedamos en prenda hasta que nos liberan el pago”, indicaron.

A inicio de 2018, los conductores de los camiones fueron sorprendidos con el relleno sanitario cerrado por falta de pago, y encima, sin dinero para diésel.

Explicaron que el turno de la noche abarcaba más zonas, sin embargo, por órdenes del presidente municipal lo suspendieron, con el argumento de que los empleados no eran productivos.

“No hay aceite, no hay llantas, no hay nada para mantenerlos”, alegaron.

Por catorcena, el gobierno debe pagar 545 mil pesos, sin embargo, han pasado meses sin que se pague lo presupuestado en la Ley de Egresos del Municipio de Ensenada, junto con la gasolina y otras reparaciones.

ALCALDE TIENE UNA VERSIÓN OPTIMISTA

Cuestionado sobre la situación de la recolección de basura, Marco Novelo instó a la comunidad a cumplir con el pago de Impuesto Predial como una de las medidas urgentes para resolver el problema, “ya tenemos un tractocamión para llevar la basura 14 kilómetros desde el Valle de Guadalupe, también en la delegación Maneadero”, comentó de entrada.

Hace unos días instruyó a la tesorera, Guadalupe Méndez Maldonado, a invertir en los talleres de Servicios Públicos para la reparación de vehículos.

“Ya tenemos más equipo, suspendí el turno de la noche, nos estamos quedando sin camiones por la noche como se suponía y tenemos 22 camiones en la zona urbana, pero vamos a reparar otros para tener 29 en activo”, afirmó, a la vez de urgir a los negocios a contratar una compañía privada: “Ya hablé con ellos para que pongan contenedores donde tiren sus desechos”.

Por su parte, el secretario del Ayuntamiento, Iván Barbosa Ochoa, negó la posibilidad de privatizar el servicio de traslado de basura con la renta de unidades, ya que se trata de un problema administrativo que tiene solución.

LA COMUNIDAD PIERDE

Emprendedores han hecho negocio con la ineficiencia de servicio, usando unidades propias para recoger los tambos en zonas residenciales por 20, 40 o 100 pesos, dependiendo de las dimensiones.

En las calles de la ciudad volantean con la consigna “Nos llevamos tu basura”, sin embargo, los prestadores particulares no tienen obligación de trasladarla hasta el relleno sanitario, convirtiendo zonas de recreación o de reserva, sobre todo arroyos, en basureros clandestinos.

Laura Medina, vecina del fraccionamiento Villas del Prado I, denunció la existencia de un basurero clandestino con varios años de operación en el arroyo que desemboca en la presa “Emilio López Zamora”.

De manera ilegal, los invasores cobran una cantidad de dinero a los usuarios que les dejan los desechos. En el lugar había montañas de desperdicios emanando malos olores en la zona suburbana.

La Comisión Nacional del Agua y la Dirección de Seguridad Pública Municipal, iniciaron un operativo de desalojo. El riesgo era inminente y, dos días después, se generó un fuerte incendio a lo largo del arroyo.

“ES BASURA DE VERANO”: CANACO

El gobierno municipal asegura que obligando a los comerciantes a pagar a una empresa privada para que recoja la basura y comprar más camiones, será la solución al conflicto.

El presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Ensenada, Jorge Menchaca Sinencio, considera que no será así:

“Este tema de los comerciantes no es nuevo, desde la administración pasada decían que los comercios tiran más basura y lo solucionamos”, calificándolo como un “problema de verano” donde no hay infraestructura para almacenar la basura que dejan miles de turistas que visitan la ciudad en estas fechas. Comparó con el servicio de casetas de peaje y restaurantes, que también tienen un tiradero de basura.

En su opinión, la mayoría de los negocios acondicionaron espacios para que en grupo depositen la basura en un sitio o contratar el servicio a un costo aproximado de mil 500 a mil 800 pesos.

Y asegura, es una situación aterradora para el vendedor, ya que cuando no hay servicio eficiente de recolección, casi los obligan a cerrar los negocios porque no tienen donde poner un contenedor de basura.

En el caso de la zona turística, “pasan una vez a la semana, pero no hay un lugar estratégico dónde colocar el contenedor”, indicó Menchaca, cuyo antecesor en la Canaco, José de la Luz Valdez, estableció un programa para colocar centros de acopio, pero se hizo un “escándalo” porque la gente politizó la propuesta con el argumento que personas estaban enriqueciéndose con el proyecto.

http://zetatijuana.com/2018/08/relleno-sanitario-bloquea-al-ayuntamiento/