Se movilizan 100 mil en Morelos; piden renuncia de Graco y no más impunidad
Jaime Luis Brito, Morelos.
CUERNAVACA, Mor. (apro).- Unas 100 mil personas reunidas en la zona metropolitana de esta capital y los municipios vecinos de Cuautla y Jojutla unieron sus voces para exigir la renuncia inmediata del gobernador Graco Ramírez, que se le someta a juicio político, que se investiguen las denuncias en su contra por los presuntos delitos de peculado, omisión y las que resulten de las fosas clandestinas de Tetelcingo; y que se nombre un gobierno “de reconciliación”.
Universitarios, transportistas, trabajadores sindicalizados, amas de casa, académicos, maestros, abogados, normalistas, ciudadanos en general, respondieron a la convocatoria que hiciera hace una semana el Frente Amplio Morelense (FAM), realizando tres grandes movilizaciones en las ciudades más importantes del estado.
El hartazgo venció al miedo. La indignación frente a la inseguridad pública, la pobreza, el desempleo, el nulo crecimiento económico y la corrupción, es tanta que a pesar de los rumores y declaraciones oficiales del gobierno del estado y de diputados de que habría “grupos armados y de choque”, que violentarían las movilizaciones, la ciudadanía logró, por primera vez en la historia de Morelos, movilizar en un mismo día, de manera pacífica, 100 mil personas.
A las 9:30 de la mañana, desde el Campus Chamilpa de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), más de 30 mil universitarios comenzaron a avanzar hacia el centro de Cuernavaca. Estaban encabezados por la histórica Banda de Tlayacapan, la que conforman los hijos y nietos de don Brigido Santa María, aquel músico que sistematizó los sones de los Chinelos, la danza tradicional morelense, y que en 1914 ingresó a la Ciudad de México acompañando a Emiliano Zapata.
Pasadas las 10 de la mañana, las otras dos movilizaciones en Cuernavaca tomaron forma y desde el entronque con la autopista del Sol, en el oriente de la capital, a la altura de la clínica del IMSS, un contingente nutrido en el que transportistas, organizaciones civiles e integrantes de Antorcha Campesina avanzaron por Plan de Ayala rumbo al centro capitalino. Fueron entre 15 y 17 mil personas por ese lado.
En el sur de Cuernavaca, a la altura del poblado de Chipitlán, maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y del Movimiento Magisterial de Bases (MMB), comenzaron a caminar rumbo al centro. El contingente era pequeño en comparación con los otros dos, sin embargo, los profesores levantaban la voz para clamar el “Fuera Graco” y consignas contra la reforma “punitiva de Enrique Peña Nieto”.
Al mismo tiempo, en la zona oriente del estado, mujeres estudiantes de la Normal Rural Emiliano Zapata de Amilcingo, en el municipio de Temoac, bloquearon la autopista Siglo XXI, a la altura de la propia Normal en los límites entre Temoac y Jantetelco. En tanto, pobladores de Amilcingo y Apatlaco que se oponen a la termoeléctrica, al gasoducto y al acueducto en la zona oriente de la entidad, bloquearon de forma intermitente el crucero de Cuatro Caminos en Amayuca, en Jantetelco.
Transportistas de la zona oriente bloquearon el acceso a Cuautla, a la altura del Morelotes, en el crucero de las autopistas Cuernavaca-Puebla y Cuautla-Ciudad de México. Unos metros más al sur, en los arcos de la entrada a la heróica ciudad, siete mil personas marcharon por toda la avenida Insurgentes y luego tomaron Reforma, avanzaron pacíficamente hasta el centro de Cuautla, hasta instalarse en plantón en el zócalo de esa ciudad.
En el contingente de Cuautla se observaban amas de casa; estudiantes de la UAEM, de las sedes del oriente; transportistas; organizaciones civiles; maestros de la CNTE y el MMB, entre otros. Los integrantes caminaron los seis kilómetros que separan la entrada del zócalo.
A esta movilización también se sumaron representantes de varias comunidades en resistencia al Proyecto Integral Morelos (PIM), que incluye dos termoeléctricas de ciclo combinado, el gasoducto que proviene de Tlaxcala y atraviesa Puebla hasta llegar a Yecapixtla, en el oriente morelense. Ayala, Temoac, Jantetelco, Cuautla, Jonacatepec, Tepalcingo, el propio Yecapixtla, Atlaltlahucan, Yautepec, entre otros.
En la zona sur, unas 12 mil personas, entre estudiantes y otros sectores, abarrotaron las calles de Jojutla, desde la salida del municipio hasta el zócalo. La manifestación se fu nutriendo en el trayecto, como ocurrió con las otras cuatro.
Transporte gratuito, muestra de solidaridad
A lo largo de todo el día, el transporte ha sido gratuito, justamente para que la población se solidarizara con las demandas del movimiento. Este sector se siente lastimado por la propuesta del Morebús, que dicen, dejará sin trabajo a “más de 40 mil familias” de la entidad.
En el discurso, leído en Cuernavaca por el vocero del FAM, el rector de la UAEM, Jesús Alejandro Vera Jiménez; en Cuautla, por un transportista, y en Jojutla, por un maestro del MMB, se planteó la urgencia de defender “la dignidad de los morelenses” a través de movilizaciones para “exigir que dejen de violentarse nuestros derechos humanos y se deje de gobernar con mentiras y engaños”.
Ante unas 60 mil personas en Cuernavaca, Vera Jiménez advirtió a nombre del FAM que “la ausencia de seguridad en el territorio de Morelos no es un invento, es una realidad que nos lastima profundamente como personas y destruye nuestra convivencia. La violencia demencial que azota al estado de Morelos se encuentra desbordada”.
Los que gobiernan Morelos, están ausentes y “han hecho de la corrupción y la impunidad su estilo de vida. Morelos sufre, y los morelenses sufrimos porque en la vida cotidiana impera la ilegalidad promovida por la colusión entre gobernantes y delincuentes. Hoy en Morelos prevalece la injusticia y quienes la padecemos somos los ciudadanos”, señaló.
Además, dijo que “los morelenses tenemos dignidad y defenderla es lo que nos ha motivado a salir a las calles y exigir que Graco Luis Ramírez Garrido Abreu deje el cargo que ostenta como gobernador de Morelos y enfrente la justicia. Los morelenses somos hijos de una tradición histórica de lucha que nos da cohesión e identidad. El nombre de Zapata nos compromete y su ejemplo nos convoca a construir un Morelos en el que se destruyan las múltiples formas de exclusión que gobiernos como el de Graco han edificado”.
Luego se recordó a las víctimas de la violencia, justamente en el lugar en el que en 2011, Javier Sicilia, presente en la marcha y el mitin, fundó el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. Los gritos de fuera Graco callaron por un minuto. El orador pidió: “Guardemos un minuto de silencio en memoria de las miles de víctimas que, por la complicidad u omisión de los gobernantes, hoy enlutecen nuestra patria. Son cientos de miles”. El silencio fue impresionante. Miles de gargantas callaron.
Luego se reiteraron las demandas y enseguida, Vera Jiménez anunció la toma del Palacio de Gobierno, la continuación del plantón en el Congreso que mantienen trabajadores sindicalizados de los poderes y la instalación de un campamento en la explanada del Tribunal Superior de Justicia. Concluyó el mitin. A gritos, varios de los presentes exigieron cantar el Himno Nacional. La Banda de Tlayacapan lo entonó y miles de gargantas cantaron al unísono, mientras una bandera mexicana ondeaba en el templete.
Unos minutos después, el rector de la UAEM, acompañado de Javier Sicilia y líderes del transporte y de los maestros, saltaron las vallas metálicas que circundan el Palacio de Gobierno y se sentaron en los pasillos, realizando así la toma simbólica de la vieja casona.
El rector recordó en esos momentos que el edificio que alberga al Poder Ejecutivo fue construido originalmente para la propia UAEM, pero “un gobierno autoritario, como éste (en alusión al de Graco), nos lo arrebató hace décadas. Sólo estamos recuperando lo que es nuestro”.
En los zócalos de Cuautla y Jojutla, se realizaron a lo largo de toda la tarde actos culturales con la presencia de grupos locales, mientras que el centro de Cuernavaca se convirtió en peatonal. El gobierno, cuyos bots en las redes sociales no pararon de hostigar y difundir información para confundir a la población, emitió un comunicado de prensa poco después de las tres de la tarde.
El documento aseguró que en Morelos se respeta la libertad de expresión, “pero no la violencia”. Además, señala que “la manifestación NO FUE PACÍFICA” (sic), y que fueron afectados comercios, que hubo grafiti y “agresiones verbales”.
También aseguraron que las marchas impidieron el paso de ambulancias. Se refier que “tomar instituciones públicas es un acto de violencia. No podemos dejar que fines políticos pisoteen los derechos de terceros”.
El documento acusa desvío de recursos de la UAEM: “Se demanda una explicación detallada del costo que tuvo la manifestación, y del por qué se usaron los recursos públicos de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), incluyendo sus medios de comunicación. Es evidente que las demandas sociales han sido sobrepasadas por las ambiciones políticas de un personaje que tomó la protesta como un inicio de campaña e insistió en polarizar el ambiente llamando a la toma de las instituciones”.
Luego minimizan la movilización y lanzan la amenaza: “Está documentado que en esta manifestación participaron 14 mil personas en los tres municipios: Cuernavaca, Cuautla y Jojutla. La gran mayoría coaccionada por representantes. Con la presencia de seguridad pública y con notarios públicos se certificó qué unidades se movilizaron, sus placas y los daños a la circulación que provocaron. SE ACTUARÁ CON LA LEY EN LA MANO, como se anunció el día de ayer. Como lo constata la misma ciudadanía, las actividades y servicios NO SE PARALIZARON en el estado. Las instituciones públicas y privadas laboraron con normalidad. ¡MORELOS AVANZA!”.
La Banda de Tlayacapan todavía interpretó algunos sones al término del mitin. Luego, Cornelio Santa María, hijo de Brígido, tomó el micrófono, con la voz amarga, su jorongo, sus huaraches y su sombrero de palma, el rostro endurecido, dijo: “Sólo quiero hacerle una pregunta al gobierno de Morelos, en particular a Graco Ramírez Abreu: ¿Por qué nos fallaste Graco?”, mientras la gente respondió con un “Fuera Graco, fuera Graco, fuera Graco”.
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